Las novedades preparadas para la noche de concursos no cuajaron y, más aún, deslucieron una velada que acabó siendo decepcionante.
La noche empezaba con el ya tradicional Shooting Stars Challenge, en el que el cruce en formato eliminatoria entre equipos de conferencias contrarias propició destacar ciertamente entre pasadas ediciones. Este año revalidó el título de campeón el Team Bosh, siendo Chris Bosh quien encestó en su equipo ambas veces desde el medio campo. Acompañaron a Bosh en el equipo ganador Dominique Wilkins, Swin Cash.
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Skills Challenge con buzzer-beater incluido. El equipo formado por Damian Lillard y Trey Burke se proclamaba campeón de un concurso en el que también se produjo la modificación del formato de eliminatoria, que pasó a ser por equipos. Lillard, campeón de la pasada edición, se combinó con Burke, el rookie de Utah Jazz, para proclamarse una edición más para el de Portland, y por primera vez para el otro, los jugadores más hábiles del concurso. Otros equipos como el formado por los rookies de moda del Este, Michael Carter-Williams y Victor Oladipo también llevaron a cabo un buen concurso, pero la dinámica de los hechos desniveló la balanza a favor de los del oeste para hacerse con el título de campeón.
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El concurso de triples experimentaba una modalidad distinta en cuanto a la colocación de los balones de colores con puntuación doble. Años atrás estábamos acostumbrados a ver tan solo el último balón de cada cesto rayado; esta año no solo hemos visto esta modalidad, sino que además un cesto entero colocado estratégicamente entero con balones rayados de doble puntuación. Una buena ronda hizo pasar a Marko Bellinelli y Bradley Beal a la final. Una vez allí, tras empezar el de Spurs, Beal conseguía empatar la final tras encestar todos los balones del último cesto. Ya en la fase extra encargada de desempatar a ambos tiradores, el italiano se llevó la victoria con 24 puntos. A priori podemos pensar que tantos puntos es una marca insólita, pero con la nueva modalidad en la distribución de los balones, este año el pleno estaba en los 34 puntos, de modo que podemos decir que esta puntuación es la la primera a comparar con las venideras los próximos años. De este modo de torneo, no pudimos ver una segunda oportunidad para jugadores como Stephen Curry, Kevin Love o Kyrie Irving. Los aficionados se quedaron con más ganas de verles lanzar.
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La modalidad de concurso que experimentó más modificaciones fue el Sprite Slam Dunk. Primero hicieron un free-style Conferencia Este contra Conferencia Oeste. El resultado de dicha modificación fue novedosa cuando vimos las combinaciones que se llevaron a cabo entre el equipo oriental. Sin embargo, el equipo del oeste no fomentó tanto la parte de ayudarse entre todos pasándose el balón y en cierto modo actuar más como equipo, y por esto fue la Conferencia Este fue la que obtuvo más puntuación de allí. Lo negativo fue la imposibilidad de degustar cada mate de forma independiente en las repeticiones. Después llegaron los enfrentamientos individuales entre conferencias. Los jueces debían escoger entre el mate de un jugador de una conferencia o de la otra. Por tres cero venció el este y les premiaron dándoles el título de mejor matadorees del concurso. Posteriormente, de entre Paul George, Terrence Ross y John Wall, escogieron él mate de este último como el mejor de la noche, de modo que a título personal, fue John Wall, jugador franquicia de Washington Wizards, el que se llevó el título de mejor matador.
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La noche acabó de forma divertida con Shaquille O'Neal haciendo el gamberro junto a Ben McLemore, que actuó junto al exjugador y comentarista de la TNT antes y después de que este lo pasara por encima machacando el aro.
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