La vida te da sopresas, sorpresas te da la vida. A sus 26 años, Troy Bell, aquella estrella universitaria que jugaba en Boston College se ha pasado, al menos momentáneamente, del mundo de la canasta al deporte del boxeo. Como lo oyen. Compite en la categoría de semipesados y ya ha ganado sus primeros combates, por lo que parece que se le da bien.
Quizás Bell esté tratando de emular a otros muchos compañeros que tras jugar en las canchas de parquet, se decidiesen por echar unos cuantos asaltos en el ring. El caso más famoso quizás fuera el de Kendall Gill, ex-NBA, que aun sigue metiendo derechazos en la categoría de peso crucero.
En España tenemos el caso conocido por todos de Richard Scott. Aunque lo de Scott fue al revés. Se dio cuenta que prefería el basket y eso de recibir golpes en la pintura antes que en el cuadrilátero. Buena elección, Richard, buena elección.