San Antonio Spurs – New Orleans Hornets (2-2 en los enfrentamientos de la temporada regular)

Xesús Serrano

Una de las eliminatorias más interesantes que se pueden ver en la actualidad: Parker vs Paul, Duncan enfrentado a West y Chandler, Manu y Pedja recordando la final de Indianapolis (vale, ahí me he pasado), Bowen apareciendo para un robo decisivo,…
¿Cuáles pueden ser las claves? Además del rendimiento de las principales estrellas, nos encontramos con dos equipos que están teniendo problemas con la anotación de los secundarios, con lo que cualquier salto de calidad de un jugador inesperado será un plus importante. Los de New Orleans sacan muchas canastas en contraataque tras robo de balón, pero se enfrentan a uno de los equipos con mejor balance defensivo. El dominio del rebote parece otro de los aspectos importantes.
Todos estaremos pendientes del rendimiento de Paul y Parker, sensacionales en la primera ronda. ¿La experiencia de los Spurs o las piernas más jóvenes de los Hornets? Todo lo que no sea una serie larga y espectacular representaría una decepción.

Meej

Sin duda, se trata de la eliminatoria más interesante de segunda ronda, sobre todo por enfrentar a dos equipos en claro ascenso: los Spurs parecen estar intentando imitar a los Heat, y que una fase regular buena a secas venga seguida de unos playoffs estratosféricos; los Hornets son el equipo de moda y llegan con su flamante entrenador del año. Dos serán dos los duelos individuales que nos harán la boca agua, por un lado el de los banquillos y por otro el de los bases. Popovich viene de concederle a Mike D’Antoni la jubilación anticipada aunque con la duda de haber recurrido al hack-a-shaq; enfrente, Scott es el entrenador de moda, y parece poseer la seguridad en sí mismo que se ha echado a faltar en Phoenix. Chris Paul es el MVP de los últimos meses de liga, pero enfrente Tony Parker viene de demoler inmisericordemente a Steve Nash. Uno de los dos demostrará ser “for real”, y seguramente logre meter a su equipo en la siguiente ronda.¿El resto? Bah, poca cosa: Duncan, Ginóbili, West, Stojakovic. Relleno, vamos.

Detroit Pistons – Orlando Magic (2-2 en los enfrentamientos de la temporada regular)

Xesús Serrano

El año pasado los Pistons no pasaron especiales dificultades para ganar 4-0, aunque en esta ocasión los Magic presentan mejor equipo y es difícil que repitan el número de pérdidas del curso anterior. Necesitarán además mucho acierto en el perímetro y que Howard continúe con el dominio de la pintura que se vio en la primera ronda para poder tener opciones. Pese a las dudas que ha dejado su eliminatoria ante los Sixers, en Detroit parecen verse muchos más argumentos para conseguir la victoria. La versatilidad de McDyess y Wallace puede hacer mucho daño a la floja defensa de los Magic, aunque es probable que alguno de ellos pase problemas de faltas en la defensa a Howard. ¿Mantendrán la defensa individual o necesitarán constantes ayudas? ¿Será Prince el “secante” de Turkoglu?
Que Orlando consiguiese un par de victorias me parecería ya un logro para ellos. Billups necesita ser uno de los factores de la serie.

Meej

¿Qué pasa cuando una fuerza irresistible choca con un objeto inamovible? En términos de NBA, eso es lo que sucede cuando los Magic se encuentran con un rival que sabe defender, y los Pistons se encuentran con uno que sabe tirar. Detroit ha demostrado una peligrosa fragilidad en su enfrentamiento con los Sixers; no es la imagen adecuada si querían demostrar que se han curado de esa alergia a los mates que les costó la clasificación contra los Cavs de LeBron James. Los Magic, por su parte, han sacado pecho contra un rival sin defensa de perímetro ni capacidad para emparejarse con esa mala bestia llamada Dwight Howard. Normalmente ahora tocaría hablar de la inexperiencia de los de Orlando, o de cómo los Pistons esta vez sí que sí son demasiado viejos. Prefiero hablar, sin embargo, de factores más relevantes como por ejemplo si Chauncey Billups tendrá el detalle de aportar lo que sabe, o si los Magic pagarán el precio de que aparte de Howard, sus hombres altos son un polaco calvo y Adonal Foyle.