Enrolado en las filas de la universidad de Georgia desde 1985, su carrera universitaria fue excelente. Tras un primer año en el banquillo, fue ganando protagonismo y terminó convirtiéndose en el máximo anotador de la historia de su universidad, con 1778 puntos, por delante de otros jugadores históricos como Dominique Wilkins, Vern Fleming o Willie Anderson, aunque esa marca sería superada un año más tarde por Litterial Green.

Tras acabar su periplo universitario con muy buenas notas en sus estudios de Microbiología fue elegido en la primera ronda del draft con la elección de los Houston Rockets, mas intercambiado en la misma noche de la elección a los Miami Heat por los derechos de Dave Jamison y del ex-madridista Carl Herrera.

Sus cuatro años en los Heat nos mostraron a un pivot que anotaba desde el exterior, cuya importancia en el equipo iba disminuyendo año a año. En 1994 abandonaba la liga para dedicarse a la medicina, cuyos estudios terminaría en 1999. Sus antiguos compañeros recuerdan aquellos días de viaje en que Kessler iba siempre acompañado de sus libros, mientras el resto jugaba a las cartas u oía música.

En la actualidad trabajaba como cirujano. Su muerte ha llegado mientras disputaba un partido benéfico, de “padres contra hijos”, en Gulf Breeze, Florida, por problemas en el corazón. Deja mujer y dos hijos