Si la Conferencia Este puede quedarse aun más desnuda, es sinónimo de que la Conferencia Oeste puede volverse más salvaje en sus endemoniadas batallas. Un compendio de selecciones aspirantes a un anillo al que sólo puede acceder una franquicia. Motivo por el cual muchos proyectos se estancan al poco tiempo, sobre todo, teniendo en cuenta que los grandes dominadores (San Antonio Spurs y Oklahoma City Thunder) no han cedido en el último trienio.
Pueden llegar jugadores como LeBron James y Carmelo Anthony, estrellas que pueden desequilibrar completamente la liga y crear nuevas estructuras de poder. Proyectos como el de Houston Rockets, Golden State Warriors o Los Angeles Clippers están al acecho y buscan desesperados ese empujón que les convierta en una potencia máxima. Los Angeles Lakers están sumidos en un futuro ciertamente incierto pero oscuro, y equipos como Minnesota Timberwolves y Sacramento Kings siguen siendo la desidia en el Oeste.
· Dallas Mavericks: Volvieron a los Playoffs y extenuaron hasta el final a los a la postre campeones San Antonio Spurs. Un buen equipo que no parecía tener mucho más margen de crecimiento, por eso este verano quieren protagonismo. Tras la esperada renovación de Dirk Nowitzki, rebaja salarial mediante, ahora buscan una estrella que forme un buen trío con Monta Ellis y el alemán. Con la llegada de Tyson Chandler en un anhelo de 2011 pero con la garantía de un pívot sólido, queda descartada la incorporación de Pau Gasol. Sus miras se centran en Carmelo Anthony y LeBron James, aunque este último, con sus pretensiones monetarias (quiere el máximo), se escapa. Si Anthony no llega, tampoco sería mala alternativa ir por buenos complementos que elaboren un gran quinteto, véase Luol Deng o Michael Beasley. Han perdido un buen director de juego como Calderón a cambio de un Raymond Felton que no está muy fino extradeportivamente. Afrontan también las renovaciones de Vince Carter y Shawn Marion, que podrían firmar por el mínimo. Buena oportunidad para ser contender otra vez.
· Denver Nuggets: Heréticos del baloncesto que se hace habitualmente en la liga, no les ha ido del todo mal desde que Carmelo Anthony se marchara. Este año no se han metido en Playoffs, pero están cercanos a ese segundo escalón a falta de un referente que les ponga en órbita. Están por encima del límite salarial, lo que limita muchísimo sus posibles movimientos en el mercado. Firmar por el mínimo o mediante excepciones, complementar más un equipo para obtener monedas de cambio para traspasar u ofrecer en años futuros algo más a próximos agentes libres. Sin embargo, no es lo que necesitan. Han conseguido a Afflalo, un buen referente anotador desde el perímetro, pero no un líder. Proceso a medias.
· Golden State Warriors: Un par de años cayendo en rondas de Playoffs y el equipo parece frustrado. Consecuencia de ello, fin a la etapa de Marc Jackson y bienvenida a Steve Kerr. Apuesta arriesgada que pretende dar aire nuevo a un proyecto que, ni mucho menos, estaba agotado ni lastrado. No tienen margen salarial al estar por encima del tope, así que les quedan veteranos por el mínimo o excepciones. O traspasos, donde tienen buenos activos. Iguodala ha cuajado una decepcionante temporada pero aún tiene valor de mercado, por lo que podrían intentar rebajar masa salarial. Su interés se centra en Pau Gasol, pero la llegada del español implica la salida inevitable de David Lee o Andrew Bogut, probablemente el segundo. Están bastante perdidos y han firmado a Shaun Livingston por un contrato algo elevado para un jugador que ha pasado con más pena que gloria por la liga (lesiones como justificante). Se están precipitando.
· Houston Rockets: Fracasaron la temporada pasada con la apuesta grande por Dwight Howard, otra vez. Quieren remodelarse porque ni estuvieron cerca del anillo, pero están pagando (nunca mejor dicho) errores del pasado como Jeremy Lin y Omer Asik. Del segundo se han deshecho y han liberado una buena masa salarial que les permite pujar por los dos grandes nombres, Carmelo Anthony y LeBron James. De hecho, parecía que la apuesta por ‘Melo’ era definitiva, pero la salida al mercado del de Ohio ha cambiado las tornas. Sin embargo, parece difícil su llegada salvo sign and trade, en cuyo caso saldría James Harden. Carmelo, si rebaja sus emolumentos, tendría cabida, aunque otra opción es renovar y ser traspasado por los Knicks. Todo esto teniendo en cuenta que Chandler Parsons recibirá ofertas que Houston Rockets tendrá que igualar… si está dispuesto. Nadie parece tener en cuenta la posibilidad de firmar a Pau Gasol para tener un buen acompañante de Howard en la pintura, el principal déficit del equipo. Quizás el experimento fallido en Lakers pesa. Demasiado obsesionados con ganar como para tener la cabeza fría en pleno mercado.
· Los Angeles Clippers: Quizás no están acostumbrados a estar en la élite de la liga (apunten lo que daría un buen reportaje sobre el gen perdedor de los Clippers) y por eso se hallan inmersos en una crisis importante, agravada por el escándalo de Sterling. Doc Rivers ya tiene plenos poderes y a buen seguro habrá pensado en Paul Pierce, un jugador de perímetro con capacidad de liderazgo, justo lo que necesitan los Clippers para dar un paso más adelante. El ex de Boston rebajaría su sueldo encantado, además de jugar en su estado natal. Parece esa una opción muy a la sombra, ya que quieren hacerse con Anthony o James, pero sólo pueden acceder a ellos mediante traspasos. El sacrificado sería Blake Griffin, que si bien ha demostrado que a la hora de la verdad aún no es un jugador top como se le presume, dejaría un vacío tremendo en la anotación interior, indispensable para aspirar al anillo. Si mantienen la pareja interior Griffin-Jordan, casi inmejorable, deberán probar con jugadores de término medio alto, como Luol Deng para ser un contender aún más serio. Darren Collison y Glen Davis, piezas útiles que acaban contrato.
· Los Angeles Lakers: Decadencia extrema y un panorama esperpéntico. La renovación de Kobe hunde todas sus posibilidades de montar un equipo competitivo con capacidad de hacerse con el anillo. Salvo que Nash resucite, los Lakers son un solar poco apetecible o con escasas oportunidades para optar a un campeonato. Tienen muchísimo margen salarial, pero les daría para firmar una estrella y luego tendrían que hacer malabares para confeccionar un equipo alrededor que esté a la altura. Improbable. LeBron James debe descartarse casi por completo, y Carmelo Anthony sí podría llegar, pero tendría las mismas opciones que en New York. Quizás tengan la idea de firmar a Pau Gasol como tercero, pero parece difícil convencerle con un salario bastante bajo y el trato recibido. Además, la comunión entre Kobe y Carmelo o LeBron genera muchísimas dudas ante tanto ego (que le pregunten a Anthony cuando compartió vestuario con Iverson). De lo que acaba contrato, son piezas potables Nick Young, Wesley Johnson y Jordan Hill, pero pedirán más de lo que percibieron y sólo uno de ellos podría entrar. Futuro muy oscuro en los Lakers. Hagan lo que hagan, la renovación de Kobe Bryant es un error demasiado pesado que parecen defender, todavía, en California.
· Memphis Grizzlies: Se han consagrado en la zona noble de la liga aunque este año han entrado en la postemporada por los pelos debido a las lesiones de Marc. Han conseguido la renovación de Zach Randolph, que se ha bajado el sueldo. Están por encima del límite salarial, así que poca maniobra pueden hacer, porque además el año que viene habrán de afrontar la renovación de Marc Gasol. Su principal carencia es un escolta anotador, pero es muy difícil que éste llegue. Memphis no está en la pomada de los traspasos (no le interesa) y tendría que buscar en la agencia libre. Jugadores de bajo coste que quieran resucitar o veteranos por el mínimo, pero no parece que sea un empujón para dar un paso adelante. Marshon Brooks o apostar por jugadores del estándar de Ben Gordon, pero no es demasiado aliciente. Están estancados.
· Minnesota Timberwolves: Parecen condenados. Desde que se fue Kevin Garnett no han pisado la postemporada, y aunque han conformado un roster interesante los dos últimos años, no lo han conseguido. Eso parece haber acabado con la paciencia de Kevin Love, que quiere marcharse. La directiva de los Timberwolves no le ha sabido valorar, pero Love se equivoca y se deja llevar por la moda de reunirse con otras grandes estrellas en busca de un anillo inminente. Están por encima del límite salarial, pero si traspasan a Love (media liga ha hecho ofertas) podrían ahorrar masa. Eso implicaría una nueva reconstrucción sin siquiera haber terminado la última. ¿Apostarían por Pau Gasol? En la franquicia, encantados, pero sería difícil que si Pau se mantiene firme en sus propósitos, firmara con un equipo cuyas aspiraciones al anillo son más que remotas. Además, en el futuro tendrán la renovación de Ricky, por el que parecen dispuestos a tirar la casa por la ventana con una oferta de más de 10 millones anuales. Así pues, plantel con buenos nombres al que le falta conjunción y algo más de fondo de armario, aunque la desorganización y los años de fracaso no sean gran atractivo. Bucle demoledor. A ver si Flip Saunders, desde el banquillo, pone algo de orden.
· New Orleans Pelicans: Bonito e interesante proyecto el que tienen los Pelicans por delante, aunque aún lejos de alcanzar su punto álgido. Lo mejor es que en la ciudad del Jazz son conscientes de esto y tienen mucha paciencia al respecto. Con Anthony Davis como referencia y secundarios de lujo del calibre de Jrue Holiday, Tyreeke Evans, Eric Gordon y Ryan Anderson, lo que les queda es crecer y rellenar el fondo de armario de algo más de calidad y profundidad. Están por encima del margen salarial, así que lo mejor que pueden hacer es buscar jugadores que quieran minutos para volver a sentirse importantes y utilizar excepciones. Buen destino para jugadores en la situación de Danny Granger. El gran error sería acelerar un proceso natural que con el crecimiento de la experiencia pondrá, por primera vez, la papada de los pelícanos como aspirante a alcanzar los cielos de la NBA.
· Oklahoma City Thunder: El proyecto empieza a necesitar de una regeneración que podría tornarse en total destrucción en un par de años, cuando los contratos de Durant y Westbrook finalicen. Ambos podrían optar por otros destinos si no consiguen nada en este periodo corto de tiempo. No obstante, para lograrlo necesitan de un empujón que parece harto complicado al estar comprometidos económicamente. Sólo pueden firmar por el mínimo (proyecto ganador que podría interesar algún veterano) o mediante excepciones, y aquí es donde entra Pau Gasol, que parece ser la gran esperanza de los Thunder. Gasol tendría que aceptar jugar por 5 millones de dólares, pero estaría en la pomada por el título. Su llegada implicaría el deshacerse del contrato de Perkins, un expiring de 9 millones suculento pero que será difícil de encontrar equipo que quiera comérselo. De momento, sus movimientos no son los mejores o los más alentadores. Sefolosha se ha ido rumbo a los Hawks y Telfair recala en Oklahoma City tras un año en China. Empiezan a sentir la presión de no alzarse con el título.
· Phoenix Suns: Han sido una de las revelaciones del campeonato situándose en puestos de Playoffs durante casi todo el campeonato hasta que se desinflaron al final. Todo ello, con un equipo que no poseía ningún gran referente. Están faltos de un líder, un jugador franquicia que les convierta en un aspirante al anillo, pero cuenta con el aval de tener ya una estructura perfectamente montada para hacer. Es el equipo con mayor margen salarial de toda la NBA, hasta el punto de que, apretándose el cinturón un pelín, Anthony y LeBron podrían firmar a la vez con los Suns. Resulta prácticamente imposible, así sus esfuerzos se centran por uno de los dos e igualar las ofertas que lleguen por Eric Bledsoe, que a pesar de la lesión, es un jugador más que interesante, un ‘2’ que puede ser un secundario de lujo. Si consiguieran una de las dos estrellas y la renovación del pequeño jugador tendrían colmado casi todo el presupuesto, pero a buen seguro conseguirían piezas que en busca del anillo firmaran por el mínimo o por excepciones. A reforzar estaría su juego interior, lleno de buenos fajadores pero carentes de una referencia. Si no consiguen sus propósitos, la opción es renovar a Bledsoe y hacerse con un par de jugadores que estén en un segundo escalón como Luol Deng, Lance Stephenson y otros jugadores algo más veteranos como Paul Pierce o Pau Gasol, aunque estos quizás no estarían tan interesados. Salvo aplazamiento, el futuro de los Suns se juega este verano de 2014. La delgada línea entre el éxito y el fracaso la pone la fuerte inversión que habrán de hacer. Gloria o condena.
· Portland Trail Blazers: Han explotado. Una campaña fantástica que se ha traducido en una segunda ronda a la que llegaron exhaustos tras una temporada regular que se les ha hecho larga. Con Damian Lillard y LaMarcus Aldridge, más jugadores como Batum, Matthews y Robin Lopez tienen una estructura para estar en las altas esferas unos cuantos años. Sin embargo, podrían buscar una rotación de mejor calidad, algo de lo que andan escasos. El problema, que al estar por encima del límite salarial, no tienen demasiado para invertir. Eso, y que el año que viene toca renovar a Aldridge y mejorar el contrato a Lillard. De momento se han hecho con Kaman, que resume perfectamente el perfil válido para los Blazers. Veteranos que quieran un proyecto que podría acercarles al anillo, aun no siendo el mayor candidato. El empujón que necesita manejarse en estas lides lo da la experiencia ganada, y eso no se encuentra en el mercado.
· Sacramento Kings: Es la franquicia más abandona y desterrada de toda la liga. Y lo es porque nunca ha hecho nada por salirse de tan lastimoso honor. ¿Cómo es posible que el peor equipo del Oeste tenga la plantilla más cara? Pues esto ocurre con los Kings. Kafka estaría orgulloso de ellos. Rudy Gay ha ejercido – obviamente – su player option por la que cobrará 19 millones. Es un anotador compulsivo, pero no un líder y está sobrepagado. Tienen buenas piezas como DeMarcus Cousins o Isaiah Thomas, que acaba contrato y al que Sacramento tendrá que igualar la oferta si quiere retenerlo… y pudiera retenerlo. Por lo demás, un desierto donde las hienas ríen en un valle desolador, de árboles sin rama y atardeceres de colores grisáceos. Algunos mimbres muy potables pero faltos de cordura. No hay estructura alguna en California, así que seguirán en el fondo de la NBA hasta que algún día un iluminado cualquiera piense en qué están haciendo y qué rumbo tienen.
· San Antonio Spurs: Es fácil pensar qué se puede cambiar en un equipo que es el vigente campeón. Sin embargo, la plantilla de los Spurs es veterana, y ambiciosa como para conformarse con la gesta lograda. Tim Duncan va a seguir un año más cobrando bastante menos de lo que merecería, y además el año que viene acaba el contrato de casi toda la plantilla, incluidos Parker y Ginóbili. Todo esto hace que San Antonio esté ante – ahora sí – la última oportunidad de gestar la heroica. El año que viene tocará reconstrucción. Por eso, aprovechando que están al borde del límite salarial, deberán armar un buen fondo de armario que ya tienen. Buscarán mantener el bloque renovando a Patty Mills y Boris Diaw, además de añadir otras piezas. Han pensado en Pau Gasol, pero es muy improbable pues tendría un sueldo irrisorio y pocas posibilidades de ganar más allá de este año. La opción es obvia, jugadores veteranos que quieran estar a las órdenes de Popovich y quieran un anillo con el que coronar sus carreras en un equipo que ya se ha coronado varias veces en los últimos 20 años.
· Utah Jazz: Año aciago con tan sólo 25 victorias para una franquicia que cuenta con un pasado algo más glorioso. Tienen bastante margen salarial, aunque un buen pedacito se lo llevará Gordon Hayward, que recibirá bastantes ofertas. No suena que busquen ninguna estrella, prefieren una reconstrucción menos inminente, por lo que tampoco es un destino atractivo para los grandes nombres. Se van a arriesgar lo mínimo posible, aunque eso signifique pobres temporadas. Mucha paciencia, porque lo que quieren es formar un equipo que vuelva a estar en la élite durante muchos años. Queda frío que soportar en Salt Lake City.