De un tiempo a esta parte, la carrera de Gilbert Arenas (1.93/30 años) ha ido cuesta abajo y sin frenos. Llegó a la NBA en 2001 (elección Nº 30 de aquel draft) y, tras dos prometedores años en los Warriors (en su segundo año fue nombrado jugador más mejorador de la liga), explotó como jugador en los Wizards. En el equipo de la ciudad de Washington rindió a un nivel superlativo durante varioas temporadas. Base anotador capaz de alcanzar los 29.3 puntos de media en la temporada 2005-06, fue convocado para el All Star Game en tres ocasiones consecutivas (2005, 2006 y 2007) e incluído en el segundo quinteto ideal en la temporada 2006-07 y en el tercero en las campañas 2004-05 y 2005-06.

Arenas era bien conocido en toda la liga por su carácter excéntrico, sus rarezas y alguna conducta más o menos errática. Pero no pasaba del límite del caprichoso way of life de algunas de las estrellas NBA. Solamente los problemas físicos hacían que su rendimiento en la cancha se viera afectado. Sin embargo, a comienzos del 2010 hubo una gota que colmó la paciencia del Comisionado de la NBA, David Stern. el nuevo convenio colectivo suscrito entre jugadores y patronal, fue amnistiado por los Magic a cambio de nada menos que 62.4 millones de dólares por no jugar más con ellos.

Con los bolsillos bien llenos y libre para firmar por otra franquia, coqueteó con los Lakers a principios de la presente campaña, pero hasta el momento nadie había apostado por él. Finalmente, todo parece indicar que serán los Memphis Grizzlies los que se harán por el jugador por el mínimo previsto para veteranos. Compartirá la dirección del equipo en pista con Mike Conley y Jeremy Pargo, pudiendo además la posición de base con la de escolta, reforzando el tiro exterior de los Grizzlies, uno de los puntos débiles de la plantilla de Lionel Hollins.

Si Gilbert Arenas muestra al menos la mitad del potencial de sus mejores años en la liga, los de Marc Gasol darán un salto de calidad que les hará aspirantes a la Final de Conferencia Oeste. Pero… ¿Y si el Agente Zero vuelve a las andadas? Puede ser una auténtica remora en la cancha y un barril de dinamita a punto de explotar en el vestuario. Un auténtico factor desestabilizador en la química del equipo que puede hacer estallar la armonía del grupo. El experimento Iverson hace un par de años es un precedente que no augura nada buenos para los de Memphis. Muchos riesgos los que toman los Grizzlies. Ojalá tengan suerte y podamos disfrutar de nuevo de uno de los jugadores más brillantes que han pasado por las canchas de la NBA en este siglo XXI.

Gilbert Arenas decidiendo partidos en sus buenos tiempos: