“Nosotros siempre le recalcamos que era importante culminar sus estudios y después pensar en la NBA. Aquel año fue complicado ya que Greivis quería saltar a la NBA y dejar los estudios, pero gracias a Dios le puso un extra más y se graduó” (El gran bigote).

Para el base de los Hornets, su padre Gregorio ha sido la persona clave en su desarrollo como jugador de baloncesto. Sin su empuje, dedicación y apoyo su sueño nunca se hubiera cumplido. Desde que a los 8 años decidiera acompañarle en su deseo de dejar el beisbol  y dedicarse al baloncesto: "me gustaba más el contacto físico y la competitividad", decía Greivis el pasado verano. Desde que le apoyara a su marcha a los Estados Unidos con 16 años, becado por el Instituto Montrose. Desde que en al final de su tercer año en Maryland le convenciera para que acabara su carrera de Comunicación Social.

"Soy el reflejo de mi padre", manifiesta agradecido.

La que fuera su universidad le retiraba el número 21 que vistió durante 4 temporadas. No en vano es historia viva de los Terrapins: segundo máximo anotador (2.171 puntos) y asistente (772) en el histórico de este college, además de ser el primer jugador de la Atlantic Coast Conference en sumar más de 2.000 puntos, 700 asistencias y 600 rebotes. Un dato más. En su última temporada amateur ganó el premio Bob Cousy al mejor base, algo que no había conseguido ningún jugador extranjero

Para Gregorio, "fue una emoción indescriptible ver que una universidad le haga al hijo de uno un reconocimiento de esta manera y más aun una institución en el extranjero. Simplemente eso fue apoteósico solo comparable con el momento del draft”.

La gran noche de los jovenes aspirantes a la NBA "fue increible". A Greivis todavía le brillan los ojos cuando le preguntan por el mejor momento de su vida: "No me lo creía. Siempre imaginé jugar contra Kobe Bryant, LeBron James, Dwyane Wade…Era el sueño de mi vida". Y se cumplió.

"Con el número 28, desde Caracas (Venezuela)…" Aquellas palabras mágicas del comisionado David Stern en junio del 2010 eran reales. El base criollo de 1.98 y 25 años -criado la parroquia de Coche (Caracas)- sabe que hizo muy bien en seguir los consejos de su padre: “Lo más importante es la actitud que se toma al levantarse, pensar en cómo se puede llegar lejos y alcanzar el éxito. Yo jugué en todos los barrios de Caracas y llegué a la NBA porque estudié. Ese es mi mensaje: si no estudias no juegas”.

Extrovertido, alegre, creyente, "tranquilo, pero inquieto"…’Señor Confianza’.

Es como un salmo que no se cansa de repetir cada vez que acude a un clínic con jóvenes aspirantes…Encuentros con asistencia de hasta un centenear de niños durante 2-3 días, una semana…siempre que encuentra un rato libre después de una larga temporada en la NBA y de descansar junto a su familia: "Quiero que los niños sean mejores que yo. Soy un motivador nato, afirmaba el pasado mes de julio en el programa del comunicador estrella de la televisión venezolana, Luis Chataing, el ‘Buenafuente criollo‘. Esa facilidad con los niños no es nueva. Le viene de sus inicios en Maryland, cuando le aconsejaron trabajar en clínics con niños para no pasar dificultades económicas. No andaba boyante de dinero, precisamente: "Ayudaba a los niños, vendía refrescos, hablaba con ellos…y me gustó. Esto influyó en que estudiara Comunicación Social". Grevis participa como embajador deportivo del Departamento de Estado en clínics con niños con pocos recursos. Precisamente como reconcimiento a esa labor, el Gobierno de los Estados Unidos quiso homenajearle junto con otras personalidades latinoamericanas durante el pasado verano.

"Todas las metas se han cumplido a base de sacrificio", desde los 8 años. Palabra de Don Gregorio.

La evolución del caraqueño sigue viento en popa y en un destino en crecimiento que le ha permitido expandir su juego agresivo en ataque, pero también solidario con sus compañeros. El cambio por Pondexter fue una bendición. No había pasado de 12 minutos de media en su año rookie con los Grizzlies, donde las oportunidades para el segundo curso eran turbias. En su segundo año en la NBA, en el inicio de su etapa Hornet, ya empezó a crecer en producción y buenas vibraciones. Este curso ya es mucho mejor a nivel personal, en una franquicia que tiene las bases adecuadas para experimentar un crecimiento importante a corto plazo.

La buena onda ya se percibía en la pretemporada. "Él es un gran jugador. Lo veo como el líder de este equipo, es nuestro cerebro en la cancha. El año pasado llegó con nosotros y se ha adaptado muy bien. Esperamos grandes cosas de él”. Así se expresaba su entrenador Monty Williams en la previa del Hornets-Magic del pasado mes de octubre en el vecino México. El propio jugador también era consciente de los peldaños que iba a subir de golpe en este curso: "Veo este año como una oportunidad. Viene mi tercera temporada y debo aprovecharla porque en la NBA no se presentan muchas veces. Es algo importante para mí y mi carrera. Tengo la oportunidad de jugar muchos minutos y el entrenador me da la confianza de salir de base en la cancha", agregó Vasquez.

La temporada de Greivis Váquez

Anivel personal, grandes números los cosechados por el caraqueño en su segunda temporada en Louisiana. Grevis pormedia 14 puntos, 4.5 rebotes y la friolera de 9 asistencias por partido. Tercero en la NBA tras Rajon Rondo (11.3) y Chris Paul (9.3). Su semana mágica coincidió con la última del 2012 en la que fue premiado como 17 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias ante los Hawks) y ha establecido su tope como pasador con 16 asistencias contra Minnesota Timberwolves. Su mejor marca como realizador son los 27 puntos que consiguió ante Orlando a finales de diciembre. "Tenemos que mejorar la defensa", después de perder con Houston. Voz, voto y mando.

El #21 de los Hornets -también siguió con la tradición en Memphis- se marcaba este verano un listado de metas que quería cumplir a partir de esta temporada:

1- Llevar a su equipo a disputar los playoffs.

2- Ser titular en su franquicia.

3- Seguir jugando en la NBA por unos 10 años más.

4- Ayudar a clasificar a su selección para una Olimpiada y colaborar en el crecimiento del baloncesto.

Tiene una espinita clavada del pasado Preolímpico de Caracas donde los vinotintos quedaron clasificadados en noveno lugar y que clasificó para los pasados JJOO a Rusia, Lituania y Nigeria. "El sueño olímpico no se logró, pero estuve con ellos en Londres para darles todo mi apoyo".

Como buen comunicador, el baloncestista venezolano está en contacto con sus seguidores a través de su página web (greivisvasquez.com) y su cuenta de twitter (@greivisvasquez): "Es importante mantener el contacto con tus fans para que vean que eres igual que ellos".

Nos quedamos para el final con un anhelo que comparten todos los locos del baloncesto y que el propio Vasquez defiende a capa y espada: "El baloncesto es el deporte más barato. Se puede jugar en cualquier sito. Hay muchos espacios al aire libre para jugarlo y tiene muchos practicantes, pero no se le presta la suficiente atención. Necesitamos ayuda para subir el baloncesto".

Unas palabras que los parrilleros televisivos deberían tener más en cuenta.