CHICAGO BULLS – MIAMI HEAT 91-94 (1-4)

Cayeron finalmente los Bulls, pero lo hicieron con las botas puestas. Mermados, como en toda la serie, pero peleando cada balón como si fuera el último, los hombres de Thibodeau soñaron con alargar la eliminatoria durante varios minutos. Después de rehacerse de un primer cuarto en el que Miami dominó, los visitantes le endosaron un parcial de 32-17 a los Heat para llegar al descanso seis puntos arriba con un inspirado Nate Robinson (21 puntos y 6 asistencias) y un gran Carlos Boozer (26 y 14 rebotes). Aumentaron en dos tantos la ventaja en el tercer periodo, pero llegado el último, se impuso la lógica y el campeón le acabó dando la vuelta al marcador.

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Los suplentes de Miami demostraron una vez más que su papel en el equipo va a ser muy importante para conquistar otro título ya que fueron ellos los que revolucionaron el partido. Andersen, Cole y Battier brindaron la energia necesaria al inicio del último cuarto para remontar la situación, y un renqueante Dwayne Wade (que tuvo que retirarse por unos minutos al vestuario con problemas en la rodilla) remató la faena para los locales (además de LeBron, que estuvo en sus números con 23 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias). Pese a ello, los Bulls tuvieron opciones hasta que sonó la bocina, pero el último tiro no entró y los Heat consiguieron entrar a las Finales de Conferencia por tercer año consecutivo con el 91 a 94 definitivo.

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MEMPHIS GRIZZLIES – OKLAHOMA CITY THUNDER 88-84 (4-1)

Kevin Durant se despidió de estos playoffs con uno de los peores partidos que se le recuerda en postemporada, por culpa, por suspuesto, de la gran defensa de los Grizzlies. La telaraña de Lionel Hollins funcionó a la perfección contra la estrella de los Thunder y le obligó a forzar mucho los lanzamientos (5/21 en tiros de campo y 0/4 en triples) y le hizo perder hasta 7 balones. "Durantula" acabó firmando 21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias pero en ningún momento pudo superar el muro de Memphis, muy bien plantado atrás como en toda la serie.

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Los de Tennessee dominaron el encuentro de cabo a rabo, imponiendo su estilo duro y farragoso y haciendo sudar cada canasta de Oklahoma (37% en tiros de campo). Zach Randolph se había reservado su mejor partido de esta temporada en playoffs para anoche con 28 puntos y 14 rebotes, siendo la referencia ofensiva de unos Grizzlies que tampoco estuvieron finos de cara al aro (37% de porcentaje). Llegaron a ganar hasta por catorce puntos mediado el tercer cuarto, pero los Thunder no se rindieron y llegaron al final con opciones de ganar. Durant tuvo la oportunidad de mandar el partido a la prórroga, pero no pudo arreglar su nefasta noche y vio como Memphis alcanzaba por primera vez en su historia las Finales de Conferencia.

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