Para triunfar en un deporte necesitas ser bueno, trabajar muy duro, no bajar tu rendimiento en ningún momento y, por qué no decirlo, tener un ápice de suerte en los momentos más duros de tu carrera. Pero hay veces que, por llevar el nombre de o ser "hijo de" puedes llegar muy lejos o abrirte hueco sin, quizás, merecerlo. Otras, en cambio, y siguiendo esa misma regla, puedes llegar a superar a alguien que llevó o lleva el mismo apellido y por el que entraste al mundo profesional.
En la NBA se está dando un caso curioso, a la par que digno de estudio, y es la cantidad de hermanos que conviven en la mejor liga del mundo. Algunos han superado al hermano mayor, otros viven bajo su sombra y otros, lamentablemente, son simplemente considerados como los "hermanos de".
Uno de los casos más curiosos es el de los hermanos Curry. Stephen Curry es ya una estrella consolidada en la mejor liga del mundo, con actuaciones memorables en el Madison (54 puntos) y con la capacidad suficiente de liderar a los Warriors a unas semifinales de Conferencia y poner en apuros a los mismísimos Spurs.
Este verano, no sabemos si por recomendación de Stephen o por el excelente tiro que posee, Seth Curry, su hermano, formará parte del conjunto de Oakland para ayudar a seguir creciendo en el proyecto que ha formado Golden State. Una vez completado su ciclo universitario en Duke, nadie le escogió en el Draft de este año. A sus 23 años, sus números le dan serias opciones de ser importante en la rotación: promedió 17.5 puntos, 2.5 rebotes y 1.5 asistencias en 32.3 minutos.
Otro de los hermanos que quiere aprovechar los galones y el prestigio que ha conseguido a lo largo de su carrera es Chris Smith, hermano de J.R, que hará el training camp de pretemporada con los Knicks para conseguir un puesto en la plantilla. El base tampoco fue elegido en el Draft de 2012 tras abandonar la Universidad de Lousville, pero la franquicia neoyorquina confió en él para la temporada 2012-13. Sin embargo, fue cortado al inicio de la competición tras sufrir un desgarro en el tendón rotuliano de su rodilla izquierda que le mantuvo apartado durante seis meses.
Uno de los casos más curiosos es el de la familia Holiday. Jrue, el bueno, el All-Star, ha cambiado Philadelphia por Nueva Orleans, por lo que Justin, que llegó en abril procedente de los Idaho Stampede de la D-League, se quedaba solo. ¿Por qué se quedaba? Porqué los Sixers, ahora que ya no está su hermano, lo han cortado ya que le quedaba un año de contrato no garantizado por 788.872 dólares. En temporada regular con los Philadelphia 76ers promedió 4.7 puntos, 1.6 rebotes y 1.7 asistencias en 15.8 minutos. Ahora, sin su hermano, los 76ers ya se han deshecho de él.
Dos de los hermanos que vienen pisando fuerte son los Zeller. Cody y Tyler. El primero ha sido escogido este año por los Bobcats en el cuarto lugar del Draft. Su intención? Emular la campaña que ha realizado Tyler con los Cavaliers, yendo de menos a más y acabando la regular season siendo de los mejores de los de Ohio y augurando un futuro prometedor al lado de Irving y Bynum. Los Zeller quieren marcar una época, aunque todo dependerá de los proyectos de sus dos franquicias (en el pozo desde hace años).
En Indiana, la dinastía Hansbrough se ha roto. Ben ha dejado los Pacers para venirse a España, al Gran Canaria, a jugar y tener más minutos en la ACB. De los dos es el que siempre ha gozado menos prestigio y minutos, aunque su carácter desenfrenado y sus jugadas físicas le han valido para ganarse al público de Indianápolis. Por su parte, Tyler ha sido traspasado a los Raptors, donde será una pieza importante.
Por otro lado, también encontramos los Lopez. Brook y Robin, Robin y Brook. Este es uno de los casos más distendidos. Uno ha alcanzado la élite, siendo referencia en un equipo con opciones y jugando el All-Star, y el otro ha sido un mero componente de la rotación en todos los equipos que ha pasado, sin pena ni gloria, aunque en el último curso fue titular en los pobres Hornets. El próximo curso jugará para los Blazers. Convivir bajo esa sombra, esa alargada estela de tu hermano, es muy difícil, te llames como te llames.
Finalmente, hay nuestra dinastía. La de los Gasol. Pau llegó hace ya más de diez años y es una referencia en la NBA. Dos anillos, una dinastía al lado de Kobe y un legado que difícilmente ningún español podrá emular nunca. Fue rookie del año, jugó el All-Star antes que nadie y ganó el anillo antes que nadie. Su juego al poste, su visión de juego y su tiro exterior le han valido para dejar huella y ser serio candidato al Hall of Fame (e incluso que Lakers le retire su dorsal). ¿Lo mejor? Aún puede agrandar más la leyenda si las lesiones le respetan.
Marc viene pisando fuerte. Muchos pensaron que cuando los Grizzlies dejaron ir a Pau a Los Ángeles a cambio de su hermano habían perdido los papeles. El tiempo les ha dado la razón. Marc es ahora la referencia de los Grizzlies en ataque junto a Z-Bo y en defensa (siendo el Mejor Defensor del Año según la NBA). Su explosión de este año ha suscitado el debate de si supera (o no) a su hermano Pau. De momento no ha hecho mejores números que su hermano para la edad que tiene, aunque Pau nunca había ganado el Mejor Defensor. El tiempo dirá si le supera, lo que sí está claro es que Marc es el pívot más dominante de la liga junto a Hibbert, y todavía tiene margen de mejora.
La NBA tiene sus hermanos. Unos se aprovechan, otros humillan al otro y otros se disputan los focos.