El pasado jueves, los Phoenix Suns aterrizaron en Los Ángeles para jugar un duelo de altura contra los Lakers. Mientras esperaban al partido, en un hotel situado en Beverly Hills, saltó la noticia.
Cuando Lenadrinho Barbosa descolgó el teléfono, no pudo imaginar qué le iban a comunicar desde la otra parte de la línea: “Steve Kerr (General Manager de los Phoenix Suns) necesita hablar contigo, acabas de ser traspasado a los New York Knicks”. Asustado, confuso y llegando al abatimiento, trató de buscar a responsables del equipo.
Primero habló con Mike Eliott, miembro del cuerpo técnico, y después con el que había sido su máximo valedor, el hermano de su entrenador, Dan D’Antoni, una de las personas más cercanas al brasileño dentro del organigrama de los Suns. Confuso, Leandrinho le dijo: “¿Ya no os gusto?” entendemos que como jugador de baloncesto, “Pensé que os gustaba”. A lo que el entrenador, sorprendido, contestó: “No vas a ser traspasado”. Además de recordarle que, cuando se dé de alta en un hotel, debe usar un alias.
Por cierto, que esa misma noche Leandrinho fue uno de los más destacados de su equipo con 22 puntos y 5 asistencias con nada menos que 8 de 12 en tiros de campo (3 de 4 en triples) y su equipo ganó por 106 a 98 en el Staples Center. Final feliz de la broma para los Suns.