Seguro que lo recuerdan, pues no hace demasiado, Miami Heat, envueltos en mil y un problemas.

Pese a estos condicionantes, Isiah Thomas no deja de sorprendernos en cada una de las entrevistas que concede. En esta última, emitida minutos antes del partido de la pasada madrugada donde los Knicks volvieron a caer de forma estrepitosa en casa ante uno de los equipos más flojos del Oeste, los Sacramento Kings, Isiah vuelve a apostar por ganar el anillo con NY: “Sé que la gente volverá a reirse una vez más de mí, pero estoy convencido y seguro que lo conseguiremos, y no me iré hasta que lo logremos”.

“Tenemos talento, tenemos buenos jugadores, sólo debemos hacer que jueguen unidos. Es cuestión de hacerlos jugar mejor como un equipo”. El mensaje optimista de Isiah hacia la franquicia, pese a la situación actual, continuó explicando que “creo que algún día ganaremos un campeonato aquí, y que algunos de los jugadores que están aquí serán parte de esto, y creo que seré una parte de esto”.

Preguntado sobre el mal momento del equipo, Isiah parece haber encontrado la solución: “Son tiempos oscuros para nosotros, pero sé que hay una luz al final de este túnel y voy a seguir intentandolo, voy a seguir empujando, y no me voy a quitar. Lo voy a hacer aquí”.

La composición de la plantilla de los Knicks no da lugar a muchas alegrías: no sólo son el equipo que más gasta en contratos pese a llevar unos años sin clasificarse para los playoffs (40 millones de dólares le quedan a Marbury en los 2 últimos años de contrato, $15M a Malik Rose por ese mismo tiempo; $25M a Quentin Richardson y $24M a Jerome James por tres; $61 M a Randolph, $41M a Curry, $24M a Jamal Crawford y $23M a Jared Jeffreys por cuatro temporadas,…) , sino que permanecerán por encima del temido luxury tax en próximas temporadas, al haber recogido contratos de larga duración en traspasos de horribles resultados durante las últimas campañas, lo que obliga a pagar a la NBA esa cantidad que se pasen del tope y que supone a los de New York cerca de 30 millones en dicha “multa”.

Pese a todo, nada parece detener a Isiah, en quien Jim Dolan, el propietario de la fraquicia, ha depositado todo su apoyo, contra viento, marea, resultados o dinero gastado, tanto con los salarios de los jugadores o entrenadores despedidos con anterioridad, como incluso en juicios por acoso.

Colaboración especial en el artículo de Xesús Serrano