Jason Richardson, el que fuera uno de los swingmans más espectaculares al inicio de la anterior década, ha anunciado su retirada oficial del baloncesto tras 14 años en la NBA. Los problemas físicos sufridos en los últimos años, y la dificultad para encontrar estabilidad en un equipo, han hecho que el jugador decidiera colgar las botas definitivamente. En declaraciones recogidas por Marc J. Spears de Yahoo Sports:

"Hoy es un día agridulce para mí. Anuncio mi retirada oficial del baloncesto profesional. Me gustaría agradecer a las franquicias y a los fans de Charlotte, Phoenix, Philly, Orlando, y en especial a los del área de La Bahía por su apoyo incondicional durante estos últimos 14 años. Marcharme fue la decisión más difícil que tuve que tomar, pero decidí darle prioridad a mi salud y a las ganas de pasar más tiempo con mi familia. Que Dios os bendiga a todos."

Drafteado en la posición 5 de la primera ronda (año 2001) por los Golden State Warriors, a Jason Richardson siempre se le recordará por su salvaje capacidad de salto y su naturalidad a la hora de machacar el aro. Tal vez su mayor triunfo en la mejor liga del mundo fuera ser campeón del concurso de mates dos años seguidos, en 2002 y 2003. En aquellos eventos dejó muestras de su clase y reprodujo un auténtico show sobre el parquet.

En la temporada 2006-2007 formaría parte de los archiconocidos "We Believe" Warriors que lograron eliminar a los todopoderosos Dallas Mavericks en primera ronda de Playoffs, una de las mayores hazañas en la historia de la liga. Pero colectivamente hablando, tal vez su mejor éxito fuera compartir cancha con Steve Nash, Grant Hill y Amare Stoudemire en los Phoenix Suns del 2009-2010. Un equipo que alcanzaría las 54 victorias en liga regular y que le disputaría las Finales de Conferencia a los Lakers (a la postre campeones).

En resumen, otro buen jugador perteneciente a una generación que poco a poco se va extinguiendo.