El culebrón del verano, o al menos del final del mismo, ha llegado a su fin. Tras varias semanas de espera, de especulaciones, y de dudar en cada partido sobre la posibilidad de que Butler salga a la cancha vestido de corto o no, todo ha acabado. Tal y como informaba Shams Charania, los Philadelphia 76ers se hacían con sus servicios tras enviar un paquete muy interesante a Minnesota.

Dario Saric, Robert Covington, Jarryd Bayless y una segunda ronda de 2022, a cambio de Jimmy Butler y el pívot Justin Patton, jugador sin debutar muy acosado por las lesiones.

Los Sixers ganan una pieza muy importante, y que además ya se rumorea que está interesado en continuar con ellos el verano que viene, cuando será Agente Libre, que les aportará mucha defensa, estableciendo un bloque protector del aro muy interesante. Simmons, Butler, Embiid… todos al servicio de Brett Brown. Pierden tiro, y algo de capacidad interior, pero reciben a cambio la posibilidad de dar un salto de nivel, y entrar en el grupo de los Bucks, los Celtics y los Raptors, del que no formaban parte en este inicio de RS. Además de mucho “clutch” cuando Embiid y Simmons no estén acertados, o en disposición de tomar esos tiros.

En cambio, Minnesota se “deshace” de un jugador que no quería continuar en la franquicia, y que era sabido por las otras 29 oficinas directivas de la liga que no quería continuar, a cambio de un Saric que reforzará muchísimo la posición de Towns en pista, especialmente atrás, y un Robert Covington que encaja completamente con el perfil de un jugador de Thibodeau: mucha defensa -especialista en ser un “perro de presa”- y lanzamiento exterior, aunque sea en ocasiones errático. Abrirán la cancha para el “mid-range” de Wiggins y la anotación interior de KAT, además de las penetraciones de Teague y Butler, jugadores que destacan en este tipo de facetas.

En definitiva, es un traspaso que no deja a nadie indiferente, por la importancia que tenían Saric y RoCo en el sistema de Brown, y lo que supone Butler para Philadelphia, y que sin duda puede suponer una mejoría para los Sixers, y una verdadera sensación de calma y seguridad para los aficionados de Minnesota.