"…y con el número uno, los Wizards eligen a Kwame Brown".

Aunque no existe una unanimidad oficial, no hay dudas de que, oficiosamente, Michael Jordan es el mejor jugador en la historia de la NBA. Larry Bird, Larry Legend, sería uno de los dioses con más rango en el Olimpo del baloncesto. Ambos amasaron títulos personales y colectivos, conquistaron infinidad de galardones durante su carrera deportiva. Fueron muy exigentes, competidores natos. 

Tal paralelismo, sin embargo, no ha podido extrapolarse al terreno de sus respectivas actividades profesionales después de su retirada de la práctica activa del baloncesto. Ambas, ligadas al deportes de la canasta.

Larry Bird fue nombrado recientemente como mejor ejecutivo de la temporada; actor principal en la reconstrucción y resurrección de los Pacers y con el objetivo marcado de que esta temporada sea el inicio de un periodo fructífero. Después de su exitosa carrera como entrenador en los Pacers (entrenador del año en 1997), a los que llevó a la final del 2000, Bird aceptó el cargo de Presidente de Operaciones de Baloncesto en el 2003, asumiendo el control en decisiones en lo referente a contratación de entrenadores y personal así como las elecciones en el draft. Después de unos años de sequía, la temporada pasada se apostó por un cambio de relevo en los banquillos. Larry O’Brien cedía el testigo al interino Frank Vogel después de tres temporadas y media de no cumplir objetivos. El interino acabó con balance positivo y se ganó la renovación como head coach. A su vez, Bird se movió muy bien por los entresijos del draft en los últimos años, seleccionando a jugadores que están siendo muy importantes como Paul George, Tyler Hansbrough o Roy Hibbert. Exitosa fue la renovación en la dirección del equipo, con la llegada de Darren Collison y George Hill y no menos importante la selección de David West en la agencia libre. Con estos últimos movimientos más la presencia de Danny Granger se confeccionó una plantilla muy competitiva cuyos frutos ya se han visto en esta temporada. Con este premio, Larry Bird se convierte en el único en conseguir los galardones de MVP (3), entrenador del año y ejecutivo del año.

No podemos decir lo mismo de Michael Jordan. También seríamos injustos si se dilapidara la carrera en los despachos de la ex estrella de Bulls y Wizards por la selección de Kwame Brown en el draft del 2001. Pero no fue su único error… Jordan retornaba a la NBA en el 2000 como Presidente de Operaciones de Baloncesto en los Wizards, con los mismos poderes que asumió Bird en los Pacers en el 2003. Si bien es cierto que prescindió de jugadores considerados ‘tóxicos’ como Rod Strickland y Juwan Howard no supo ver la calidad de RIP Hamilton, traspasado a los Pistons donde se convertiría en una pieza clave de los nuevos Bad Boys. En el 2003 sería despedido por el propietario, Abe Pollin, después de que no consiguiera clasificar al equipo para la segunda fase y convertir a la franquicia en una de las peores de la NBA.

Después de una ausencia de 3 años, en el 2006 entraría en el accionariado de los Charlotte Bobcats comprando una pequeña parte del equipo. Como extra se le concedió el control de las operaciones. También se le acusa de malas decisiones en continuas selecciones en el draft, remarcando tal inoperancia en la decisión de elegir a Adam Morrison como número 3 del draft del 2006. Como dueño mayoritario del equipo se le ha acusado siempre de buscar más el beneficio económico que no la construcción de una franquicia ganadora. En la temporada 2009-10 los Bobcats se clasificaban por primera ve en su historia para los playoffs. Dos temporadas después la franquicia ha acabado con el peor registro en la historia de la NBA (7-59).