En la NBA, la mejor liga de baloncesto del planeta, las noticias y los focos son acaparados por las grandes estrellas de este deporte. LeBron, Curry, Durant, Irving… y junto a ellos un selecto y reducido grupo de jugadores que brillan con luz propia y son los encargados de soportar toda la presión del juego sobre sus hombros. Pero como todo buen aficionado a este deporte sabe, no son únicamente las estrellas las que determinan el resultado de un partido o el rumbo de una franquicia.

Existen jugadores menos “mediáticos”, con menos peso en los debates o simplemente, jugadores que el aficionado no nombra de carrerilla cuando escucha el nombre del equipo. No obstante, estos jugadores son igual de importantes, o en ocasiones, lo son incluso más que los primeros espadas de su equipo. Hablamos de los infravalorados de la liga.

Para poder citarlos y hablar de ellos, primero es necesario crear un criterio de inclusión y por consiguiente, también de exclusión de esta lista. Los jugadores catalogados como “infravalorados” no habrán jugado nunca un All-Star game y llevarán al menos un mínimo de dos años en la liga. Con estos criterios se puede afirmar que no es un jugador de la élite de la NBA y además, que no es un novato y por ello se debe tener muy en cuenta su papel en la competición.

Con el reciente cierre de la temporada regular, repasamos y analizamos a algunos jugadores infravalorados que han contribuido notablemente a que su franquicia esté en la lucha por el anillo en la postemporada. Los dividiremos por sus respectivas conferencias.

conferencia este

– Pascal Siakam (Toronto Raptors): candidato firme al MIP (premio al jugador más mejorado del año). En su tercer año en la liga ha explotado como jugador. El Ala-pívot le viene como anillo al dedo al juego de los Raptors y es imprescindible en el esquema de los de Nick Nurse. A la sombra de Kawhi, Lowry o Marc; Siakam ha subido sus estadísticas notablemente. La pasada campaña promedió 7.3 pts, 4.5 reb y 2 ast en 20.7 minutos en cancha. Esta temporada está en 17 pts, 6.9 reb y 3.1 ast en 32 minutos. Se ha ganado la confianza de su entrenador a base de garra, trabajo y esfuerzo. Un jugador muy completo, como muchos recursos, que puede finalizar jugadas casi de cualquier forma, con gran pase y con la inteligencia suficiente para saber qué hacer en cada momento. Se le pidió en el All-Star, pero finalmente se quedó fuera. Tiene 25 años y un techo que ninguno puede ver, por lo que con toda seguridad le veremos pronto en el partido de las estrellas si continúa en esta línea ascendente. 

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Domantas Sabonis (Indiana Pacers): seguimos hablando de candidatos a premios, y en este caso Sabonis lo es al de mejor sexto hombre del año. Maneja el equipo saliendo desde el banquillo, y ante la ausencia por lesión de la estrella de su franquicia, Victor Oladipo, continúa manteniendo al equipo en las posiciones altas de la conferencia. Con únicamente 24 minutos en pista, promedia 14 pts, 9.3 reb y 2.6 ast con un tremendo 59% de acierto en tiros. Domantas tiene la consigna de aparecer desde el banquillo y revolucionar el encuentro. McMillan no le ha dado más de 24 minutos por partido de media en ninguna de sus dos temporadas en Indiana hasta el momento. Si Sabonis disputara 30 minutos, se iría a más de 20 puntos y de 10 rebotes por partido; pero por el momento no le funciona nada mal este método a los Pacers, que han obtenido un puesto impensable tras la lesión de Oladipo.
 

Tobias Harris (Philadelphia 76ers): un jugador trabajador y que siempre ha sumado allá donde ha jugado. Un trotamundos de la liga a pesar de su juventud (26 años). Tras recalar en los Clippers como moneda de cambio en el traspaso de Blake Griffin a Detroit, Tobias comenzó a jugar el mejor baloncesto de su carrera, lo que hizo a los Sixers lanzarse de lleno a por él antes del cierre de mercado. Un jugador que puede jugar en diversas posiciones, con un gran tiro exterior, sobretodo tipo “catch and shoot”. Antes del traspaso promediaba 20.9 pts, 7.9 reb, 2.7 ast con un 56% en FG y un espectacular 43% en T3. Números que casi le hacen ser All-Star. Ahora en los Sixers ha bajado su acierto desde el perímetro hasta el 34%; pero rondar los 20 puntos por partido compartiendo pista con Embiid, Simmons y Butler no es nada sencillo. Ha encajado a la perfección en la franquicia y tiene ante sí, luchar por el anillo por primera vez en su carrera.

– Marcus Smart (Boston Celtics): uno de los jugadores tapados por excelencia. Hace que todo funcione desde la sombra, sobretodo defensivamente hablando. De carácter fuerte y complicado, Smart afronta su quinto año en la liga, y a pesar de estadísticamente no ser su mejor año, si lo es en cuanto a importancia y reconocimiento dentro del equipo. Brad Stevens lo tiene claro. Si se jugara el campeonato en una posesión, defendería su aro con cinco Marcus Smart. Es uno de los jugadores con mejor promedio de robos por partido con 1.8. Ocupa el sexto lugar de la liga, detrás de jugadores como George, Harden, Westbrook, Butler o Leonard. Lo importante de esto, es que estos jugadores promedian esos robos como mínimo en 34 minutos en pista; Smart lo hace en 27. Además, hablamos de grandes jugadores, algunos de ellos candidatos al premio de mejor defensor del año. Smart dota de intensidad (no solo defensiva) y ganas a su equipo, y es un motivador dentro del parqué. Carácter de líder, a pesar de no ser la estrella.

conferencia oeste

Steven Adams (Oklahoma City Thunder): pareja de baile de Westbrook e imprescindible para que el bueno de Russell sea lo que es hoy en día. El pívot de Oklahoma disputa su sexta temporada en la NBA y todavía tiene 25 años, aunque no lo parezca. Jugador perfecto para pick&roll y con una gran capacidad para aprovechar los espacios. Gran reboteador defensivo (ya que los ofensivos son para Westbrook que inicia la jugada) con un promedio de 4.9 por partido. Es el segundo mejor de la liga en este apartado, por detrás de la bestia reboteadora Andre Drummond (5.3). Lo que mejor hace Steven Adams es ayudar a la creación del juego, aportar soluciones constantes a sus compañeros y además tiene unas muy buenas estadísticas individuales: 14. Pts, 9.5 reb y 1 tap con un acierto del 59% en FG (máximos de carrera excepto en tapones). 

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Clint Capela (Houston Rockets): si antes mencionábamos la importancia de Adams en la figura de Westbrook, la de Clint Capela sobre la de James Harden es idéntica. “La Barba” debería darle un trocito del trofeo de MVP conseguido el año pasado, y del que casi con toda seguridad, conseguirá este también. Con 16.6 pts, 12.7 reb y 1.5 tap con un 64% en FG, el pívot de los de Texas está firmando sus mejores estadísticas desde que está en la liga. Este doble-doble andante es imprescindible para D’Antoni y por supuesto para la estrella del equipo. Un jugador que da a los Rockets esos centímetros y esa fuerza necesaria para luchar por todo.

Jamal Murray (Denver Nuggets): un jugador que no hace ningún ruido, pero cumple todos y cada uno de los partidos. Teniendo en cuenta que tiene 22 años y tiene mucho por mejorar, nos sorprende su gran porcentaje desde la línea de tres con un 36.6 % (números similares a los de grandes estrellas como James Harden y Lillard, que tienen 36.8 y 36.9). Promedia 18.2 pts, 4.2 reb, 4.8 ast y un 50 % en FG. Esta campaña ha superado los 40 puntos en dos ocasiones (48 y 46) y los 30 puntos en otras cinco. En un equipo eclipsado por el mago Jokic y el veterano Paul Millsap, está siendo un jugador fundamental para Malone. Es el base titular de unos Nuggets que han peleado hasta el final la primera posición de la conferencia oeste a un equipo ya histórico como son los Warriors. Todo esto le convertirá más pronto que tarde, en uno de los mejores guards de la competición. 

Montrez Harrell (Los Ángeles Clippers): la bestia del staples. El Ala-pivot de los Clippers está jugando el mejor baloncesto de su carrera promediando 16.5 pts, 6.5 reb, 1.9 ast y 1.3 tap. Un hombre insaciable que corre por toda la pista con la misma intensidad. Abonado especial a los pases de Shai y de Lou Williams. A pesar de ello, es capaz de generarse perfectamente sus tiros desde la pintura. Este jugador es explosividad pura y llena de energía al resto de sus compañeros. No se arruga ante ningún rival y es pieza clave en el éxito de estos Clippers de los que nadie esperaba nada y han cerrado la regular season con un gran 47-34.

Estos son algunos de los nombres de jugadores no considerados estrellas (algunos por juventud, en cambio, otros jamás lo serán) que más importancia tienen en el juego y resultados de sus equipos. Jugadores secundarios pero imprescindibles para sus entrenadores. Porque no todos los buenos jugadores copan portadas de revistas ni aparecen en redes sociales. Estos jugadores muestran la esencia del baloncesto.