Lo anunció Adrian Wojnarowski, como siempre en la NBA. Y el revuelo no se hizo esperar: Kyrie Irving estará de baja lo que queda de regular-season y todos los playoffs. La estrella de Melbourne y reciente adquisición de Boston no jugará en post-temporada y pasará el verano en rehabilitación, a la que los Celtics llegan como segunda cabeza de serie de la conferencia Este. 

Según informa Woj, los Celtics y el jugador valoran otras opciones médicas en los próximos días para tratar la rodilla del cinco veces all-star y la propia franquicia de Boston ha confirmado en Twitter que habrá una segunda cirugía el sábado y se perderá cinco meses de competición. Una segunda operación para retirar dos tornillos que tiene en la rodilla desde la lesión en las finales de 2015. 

Irving, de 26 años, ha firmado una primera temporada muy buena con Boston: 24.4 puntos, 5.1 asistencias y liderando un equipo que se quedó huérfano de Hayward la primera noche de temporada. El base, que llegó en el traspaso por Isaiah Thomas y el pick de los Nets, ha jugado 60 partidos con 41 victorias, pero los Celtics sin Kyrie están en un 12-6. 

Irving, además de Hayward, se une a las bajas de Theis [para toda la temporada] y de Marcus Smart [al menos la primera ronda de playoffs] y deja el equipo en las manos de Terry Rozier, un base de tercer año que ha explotado este curso.