Como ya ocurriese la pasada campaña, la espalda de Steve Kerr está machacando al entrenador de los Golden State Warriors, hasta el punto de que- según sus propias declaraciones- puede perderse lo que resta de playoffs por su causa.
Tras pasar por quirófano en 2015, para tratar de solucionar una hernia de disco, los problemas del técnico de la Bahía de San Francisco aumentaron por una complicación durante la intervención. Kerr sufrió una pérdida de fluido espinal que le obligó a ser baja 43 partidos de la liga regular, el pasado curso, dejando el equipo en manos de Luke Walton.
Dicha problemática con el fluido espinal, genera dolores, migrañas y nauseas al técnico de nacimiento libanés, hasta el punto de inhabilitarle para ejercer plenamente su labor. Todos esos problemas, que parecían haber quedado atrás, han vuelto de nuevo.
Según ha declarado el propio Kerr, los dolores han reaparecido hasta el punto de no permitirle acudir al último encuentro de playoffs de los Warriors, y ponen en jaque su presencia en el resto de las series por el título.
La franquicia, consciente del estado de la espalda de Kerr, se encargó de ocupar con seguridad el puesto de técnico asistente que dejó vacante Walton tras su marcha a los Lakers, y será Mike Brown quien dirija a los de la Bahía mientras Kerr esté de baja.
Steve Kerr estará de baja indefinida, y corre peligro su participación en lo que resta de playoffs, su espalda tiene en vilo a toda la Bahía de San Francisco.