La teatralidad y las simulaciones en la NBA ha sido un tema debatido largo y tendido durante los últimos meses. En los pasados playoffs equipos como los Clippers fueron criticados por el uso y abuso del flopping para simular faltas personales y mediatizar la labor arbitral. La NBA, preocupada por mantener su buena imagen, quiere cortar de raíz con esta mala praxis. Por ello, la liga ha decido imponer sanciones para aquellos que reincidan en el "arte del flopping".
Así, se ha establecido que el jugador que sea considerado responsable de exagerar o fingir una caída recibirá una primera advertencia; si reincide, la sanción será de 5.000 dólares. La tercera vez, la multa ascenderá a 10.000 dólares; en una cuarta, se irá hasta los 15.000 dólares; y en una quinta ocasión, alcanzaría los 30.00 dólares. A partir de ahí, el flopping tendría como consecuencia la suspensión del jugador.
El vicepresidente de operaciones de baloncesto, Stu Jackson, afirmaba a este respecto que "A partir de ahora, no hay lugar dentro de nuestro deporte para este tipo de acciones de engaño a los árbitros y de falta de respeto con el jugador que defiende de forma legal y limpia".
La clave para discernir entre el flopping y un lance del juego reglamentario está, según explica la liga: "El factor principal es si su reacción física al contacto con otro es incompatible con lo que razonablemente cabría esperar dada la fuerza o la dirección del contacto". Siendo conscientes de las dificultades que puede haber para que un colegiado pueda detectar este tipo de acciones en juego, los lances sospechosos serán analizados posteriormente en video por la liga.
Ahora habrá que comprobar si esta norma se ceba o no en aquellos jugadores sobre los que pesa el sambenito de floppers. Los sospechosos habituales en este arte de engañar al trío arbitral. La web norteamericana Sheridan Hoops ha abierto una encuesta entre sus lectores para conocer que jugadores son considerados los más "teatreros" de la competición.
En el primer puesto de esta encuesta aparece el nombre de Manu Ginobili, el veterano escolta argentino de los Spurs que tiene una merecida fama de pillo, de jugador que utiliza este tipo de artimañas para que los colegiados piten a favor de su equipo. Para él van el 18% de los votos. En segunda posición, un hombre que crea pasiones desatadas, tanto de amor como de odio. Nos referimos al actual rey de la liga, LeBron James, con un 17% de los votos. Con un 10% de los votos les siguen Dwyane Wade y Blake Griffin, que precede a su compañero en los Clippers, Chris Paul, que se posiciona en quinto lugar con un 9% de los votos. Obtiene el mismo resultado un jugador bien conocido por sus excesos teatrales en defensa, el brasileño de los Cavaliers Anderson Varejao. Completan el Top10 Derek Fisher, Paul Pierce, James Harden y el segundo argentino que aparece en esta lista, Luis Scola.
¿Que jugadores incluiríais en vuestro Top10 particular?
El gran Red Auerbach ya criticaba el flopping hace décadas: