El fallecimiento de Bill Russell el pasado 31 de julio causó una gran tristeza en la NBA y en el mundo deportivo en general. El pivot ganó 11 anillos con Boston Celtics, siendo el jugador más exitoso de la historia del baloncesto, por lo que su legado es inconmensurable desde lo deportivo. A su vez, fue un militante por los derechos de la población afroamericana cuando ningún deportista se pronunciaba políticamente.
Se puede decir que la liga perdió al ícono que marcó el camino para todos los jugadores que vinieron después. La figura de Russell era en la que los jóvenes de las comunidades más olvidadas del país encontraban la esperanza de llegar lejos y ser exitosos. Su pérdida, a los 88 años, fue comentada por figuras como Barack Obama, Michael Jordan y Magic Johnson. Éste último, hizo un pedido especial al comisionado de la NBA, Adam Silver: retirar para siempre el número 6, con el que Bill disputó 13 temporadas en la liga, a la que llegó gracias a Red Auerbach.
La leyenda de Russell será comentada durante muchos años más. Fue el jugador más valioso de la NBA en cinco ocasiones a pesar de que nunca promedió 20 puntos por partido y se convirtió en el primer entrenador negro de la liga y, consiguiendo dos anillos mientras dirigía y jugaba junto a sus compañeros de equipo. Además, sólo perdió dos series eliminatorias en su carrera, lo que hizo que el premio al MVP de las Finales lleve su nombre.
En caso de decidir retirar el número de Russell en la fecha de su cumpleaños, el 12 de febrero, la NBA podría hacer que las personas que sigan la liga lo recuerden todos años. En un torneo que se ha convertido en un espacio seguro para que los jugadores pudieran expresarse contra la desigualdad y la injusticia, proteger el legado de Bill Russell puede ser una sabia decisión. Que el número 6 esté colgado en las vigas de todos los estadios pueden ser un llamado a la igualdad y el respeto, códigos propiciados por “El Señor de los Anillos” durante toda su vida, desde su nacimiento en Luisiana.
Si la medida se oficializara, sería la primera vez que ocurriría en la NBA, aunque sería la segunda liga en hacerlo, ya que existe el antecedente de la MLB: en 1997, retiraron el 42 que supo vestir otro pionero del deporte como Jackie Robinson, primer beisbolista negro en disputar las Ligas Mayores y campeón de la Serie Mundial en 1955.
Como curiosidad, el número 6 es uno de los más utilizados en la actualidad, de hecho solamente los números 3, 5, 8, 9 y 11 son más populares entre los jugadores de la liga. En la temporada 2021-2022, 25 jugadores lo utilizaron en sus uniformes, incluyendo a una superestrella como LeBron James, el jugador más popular e icónico de la NBA hoy en día.
A lo largo de la historia, leyendas como Julius Erving y Patrick Ewing decidieron utilizar el número 6 para honrar a Bill Russell. Erving. Doctor J había utilizado siempre el número 32, tanto en la Universidad de Massachusetts, como en la ABA, en los Virginia Squires y en los New York Nets, aunque no podía hacerlo en los Philadelphia Sixers. El dorsal no estaba disponible en esa franquicia, ya que el equipo de Pennsylvania, tenía planeado retirar ese número en honor a su estrella recién retirada, Billy Cunningham. Por ese motivo, Erving decidió casi al instante utilizar el número de su ídolo, Russell.
A lo largo de la historia, 260 jugadores utilizaron el número 6 en la NBA, según Basketball Reference, incluyendo 12 miembros del Salón de la Fama, como Larry Costello, Cliff Hagan, Ben Wallace y los mencionados Ewing y Erving.
En el caso de Lebron James, decidió utilizar ese número cuando fue convocado a la selección de Estados Unidos y en los cuatro años que estuvo en los Miami Heats. Al no poder utilizar el 23, su número favorito con el que homenajeó a Michael Jordan, se decidió por el 6 pensando en su hijo mayor, LeBron James Jr. Bronny nació el 6 de octubre de 2004 y el Rey pensó en esa fecha para elegir el dorsal de su camiseta.
La NBA podría tomar la decisión de que los jugadores terminen sus carreras con el número de Russell, pero después de esta temporada nadie podría volver a usarlo. Sería una última señal de respeto por la increíble huella que dejó el jugador más ganador de la historia y quien marcó el camino. No solo fue un pionero, sino que luchó contra las injusticias raciales y se mostró siempre comprometido con las causas de desigualdad. Pagó los precios que significaron ser la cara de la revolución y del boicot de 1961. En un partido de exhibición en Lexington, Kentucky, le negaron el ingreso a una cafetería a dos compañeros de equipo que eran afroamericanos. Se reunió con Muhammad Ali junto con las estrellas negras más importantes del deporte como parte de la Cumbre de Cleveland en 1967. El legado social y deportivo de Bill Russell merece permanecer bien alto en todos los estadios de la liga, por el resto de la eternidad.