La noche del martes 4 de octubre era el día "D" para que la temporada 2011-12 en la NBA no corriera peligro, tanto propietarios como jugadores tenían ante si la posibilidad de llegar a un acuerdo para que la famosa palabra lockout pasara a mejor vida. Tras una maratoniana jornada de reuniones en Nueva York las peores noticias han llegado, propietarios y jugadores han terminado la reunión sin llegar a un acuerdo, y lo peor con muestras de que este cierre patronal puede ser largo, muy largo.

El conflicto que enfrenta tanto a los propietarios de las franquicias como a los jugadores, viene producido por las pérdidas que según los dueños estan teniendo, hablando de hasta más de 300 millones de dólares la pasada temporada.

Durante la reunión de hoy se ha insistido por parte de los propietarios en bajar ese 57% de los ingresos que reciben los jugadores, incluso hoy han conseguido bajar ese porcentaje al 47%, pero los jugadores no se han bajado del 53%, ambas partes llegaron a proponer un "fifty-fifty", pero sin éxito alguno. Muchos podrían pensar que ese 6% que separa a las partes de un acuerdo es poco, pero estariamos hablando de unos 1.500 millones de dólares en los próximos 6 años, algo que parece un muro infranqueable para que se llegue a un acuerdo en un breve espacio de tiempo.

Los propietarios estan en su derecho de reducir en la medida de lo posible esas pérdidas millonarias, mientras que los jugadores no estan dispuestos a perder ni un solo centavo de sus contratos, sobre todo de los ya firmados.

La consecuencia inmediata de la falta de acuerdo va ha ser anunciada el próximo lunes por David Stern, quién anunciará la cancelación total de la pretemporada y lo peor, los quince primeros días de la liga 2011-12.

Tanto Derek Fisher, presidente de la asociación de jugadores, como Billy Hunter, representante de los propietarios y que son las cabezas visibles de este conflicto junto con el Comisionado David Stern, han echado más leña al fuego con alguna de sus declaraciones, Billy Hunter salía diciendo que la próxima reunión podría producirse en uno o dos meses, algo que no ayuda al optimismo, David Stern, por su parte, ha deseado suerte a todos los jugadores que se vayan a jugar fuera de Estados Unidos, según el, "estan en su derecho".

Lo dicho, este lockout tiene visos de que puede durar mucho tiempo, cada vez se va pareciendo más al ya vivido en la 1998-99, ese año la temporada en la NBA comenzaba en febrero, con 50 partidos de temporada regular y los playoffs, este lleva el mismo camino, los propietarios no tienen prisa alguna por llegar a un acuerdo y los jugadores van a resistir lo que no esta escrito.