Desde la destitución de Mike D’Antoni los Knicks han dado un giro de 180º grados a su errático camino en la presente temporada. Como de otro equipo se tratara, los de la Gran Manzana han comenzado a mostrar una intensidad no antes vista en defensa, lo que les ha dado grandes réditos y les ha situado en puestos en playoff. Los Knicks de Woodson son un nuevo equipo y lo demuestran partido a partido.
La visita de los Chicago Bulls al Madison Square Garden era una importante piedra de toque para calibrar el potencial real de los Knicks. Un encuentro rodeado por un ambiente de gala, digno de playoffs. Y la prueba no ha podido ser más positiva para los de casa. Los Knicks han logrado una victoria de prestigio en un encuentro de los que crean afición, con un final épico de los que solamente el basket puede ofrecer. Este duelo ante el mejor equipo del Este ha servido además para que una estrella muchas veces menospreciada y vilipendiada se redimiera y reivindicase su figura. Nos referimos a Carmelo Anthony.
El alero all-star de los Knicks levantó para los suyos un encuentro que estaba prácticamente perdido. A 5 minutos para el final, los Bulls dominaban el marcador por 80-89. Los de Illinois, tras haberle dado a vuelta al marcador en la segunda parte, parecían tener la situación bajo control. Fue en ese momento cuando surgió la figura de Carmelo Anthony, que sumaría 8 puntos en esa recta final del encuentro, incluido un triple a 11 segundos para el final, para llevar el partido al tiempo extra (91-91). Y en la prórroga Melo volvió a erigir en el héroe del partido. Se entraba en los últimos 60 segundos con 4 de ventaja para los Bulls (95-99); Anthony anotaba primero una bandeja y más tarde, tras una pérdida de balón de Derrick Rose, el alero de los Knicks lograba una canasta ganadora desde la línea de 3 puntos para dejar el partido sentenciado a favor de los de casa (100-99).
Un partido memorable para el jugador formado en la Universidad de Syracuse, que finalizaba la contienda con 43 puntos y 7 rebotes en una de sus mejores actuaciones en su ya dilatada carrera en la NBA. Anthony vencía en su duelo particular a un Derrick Rose al que se le vio con falta rodaje en su regreso a las canchas tras un mes en el dique seco por lesión. Acabaría con 29 puntos, pero con malos porcentajes de tiro (8/26 en tiros de campo. Si le añadimos los 4/16 de Deng, totalizan un horrible 12/42 en tiros de campo por parte de las dos máximas referencias ofensivas de los Bulls). Mucha culpa de los malos porcentajes en el tiro del vigente MVP de la NBA fue de un Iman Shumpert, que se aplicó en defensa ante el base de los Bulls de manera simplemente espectacular.