Un 16 de enero de 1912 nacía uno de los personajes fundamentales en la historia de los Estados Unidos. Martin Luther King, asesinado en Memphis en 1968, fue un activista de los derechos civiles que luchó contra la segregación racial. Su sueño se convirtió en esperanza para muchos a pesar de que el racismo sigue estando muy latente en esta potencia mundial. La NBA conmemora el día de su nacimiento cuatro años antes de que el gobierno declarase esta fecha como Fiesta Nacional. 

Muchos nombres propios en otra jornada maratoniana compuesta de 11 partidos para todos los públicos. Destacamos la figura de Ryan Anderson, autor de 30 puntos y 7/13 en triples en la victoria de los Magic en el Madison Square Garden (102-93). Los 7 triples superan su anterior récord personal (6/12 en el partido en el que su equipo abría la temporada contra los Thunder). También lo fueron los 30 puntos. Este talentoso 3-4 formado en la universidad de California ha dado un salto cualitativo que ya empezó a experimentarse en la temporada anterior. Este curso, sin Brandon Bass ni Rashard Lewis, y con Howard ocupando toda la zona,Anderson promedia más de 17 puntos y 7 rebotes, con un porcentaje en el triple del 45%. A los Magic le falló uno de los elementos de su fórmula mágica: triples + Howard. En esta ocasión el poderoso pívot se humanizó (8 puntos y 10 rebotes), pero fue suplido por el gran acierto desde la larga distancia (17/35), donde un on fire JJ Redick no defraudó. Por los Knicks, soledad absoluta para Carmelo Anthony (33 puntos). Stan Van Gundy, entrenador de los Magic, calificó este triunfo como el "mejor de la temporada".

Otro dúo blanco, el más in fashion de la NBA, volvió a destacar, sobre todo el coloso. Kevin Love sumó 33 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias y Ricky Rubio 9 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias y 2 recuperaciones para derrotar a los Kings (86-99). Buenos números globales para Rubio aunque menos decisivo y más errático por lo que Minnesota tuvo que recurrir a ayuda extra. Como a veces no hay dos sin tres, Luke Ridnour se unió a la fiesta con 25 puntos y 9 asistencias. Los dos bases de Sacramento produjeron 17 asistencias por 20 de los Kings. Tyreke Evans no tuvo su día en ataque (8 puntos) así que se dedicó a otras labores: 8 rebotes y 10 asistencias, compitiendo numéricamente con ‘The Real’ Ricky Rubio.

Cambiamos de registro. El Cavaliers-Bobcats no era quizás el encuentro más atractivo de la noche, pero nos quedamos con el duelo de rookies con pedigree. Kyrie Irving (Cavs) le ganó la partida a Kemba Walker (Bobcats). El número uno del pasado draft acabó con 25 puntos, 4 rebotes, 1 recuperación y 7 asistencias mientras que el explosivo base del Bronx totalizó  14 puntos, 5 rebotes, 4 recuperaciones y 4 asistencias. No obstante, el rookie de Charlotte sigue evolucionando y puede llegar a formar un atractivo backcourt junto a D.J. Augustin. Victoria para unos Cavaliers (102-94), que son mejores que en el pasado curso. Al menos, en este iniciio (6-6).

Poco vistoso el enfrentamiento entre dos de los gallitos del Oeste. Dallas Mavericks, actual campeón, cayó ante los Lakers en un partido poco vistoso y decidido con un triple de Derek Fisher a falta de 3 segundos que no pudo ser contrarrestado por Vince Carter. Fue el único triple de los Lakers (1/10). Kobe Bryant se alejó mucho del paraíso de los 40 puntos y se quedó en 14 (7/22).

La mejor actuación de la jornada fue para John Wall. El base de los Wizards acabó con 38 puntos, 8 asistencias, 6 rebotes y 4 recuperaciones en una nueva derrota, en esta ocasión contra los Rockets (). Decimasegunda derrota en trece partidos, de nuevo con Flip Saunders cogiéndose de los cabellos ante una frivolidad de JaVale McGee en un momento clave del partido.

Saunders reprochó el mate a tabla de McGee en plena remontada de los Wizards en lo que para él es un acto de poco compromiso. "Le dije que este tipo de acciones eran inaceptables. Hay que ser duros y jugar de manera correcta y no destacar en este tipo de acciones. Lo hemos dicho muchas veces. Tenemos jugadores que sólo buscan los highlights en vez de el juego en sí". Una nueva tormenta en el continuo temporal de los Wizards.