Exhibición sin paliativos del base del Masnou tras su entrada en pista en el duelo que ha enfrentado a Minnesota con Miami. Ricky salió con un descaro único, sin miedo a nada y demostrando toda su calidad desde el primer momento. Hecho de ello es que su primera jugada… ¡fue un triple convertido!. ¿Quién dijo que Ricky no tenía tiro? Demostrando un nivel de confianza espectacular en ataque, el director de juego catalán fue sumando confianza y asistencias, pero sería a finales del segundo cuarto cuando Ricky, además, empezó a cambiar el rumbo del partido. Liderando un parcial de 0-14 para su equipo, Ricky nos volvió a deleitar con un pase que únicamente él pudo ver para un alley oop sensacional de Anthony Randolph. Pero, es que, además, Ricky fue el autor de los cinco puntos finales de este parcial que cambió un -11 del marcador a un +3 en tan sólo 4 minutos. Una primera suspensión desde cinco metros abría el tarro de las esencias, que culminaba con un espectacular 2+1 tras romperle la cintura a su defensor, Mario Chalmers. El marcador al descanso lo decía todo: 51-53 para los Timberwolves, que pasaron de verse arrollados una y otra vez por el vendaval LeBron James a creerse que podían ganar el partido. Y esto, todo esto, tuvo un único culpable: él, Ricard Rubio Vives. La ovación con la que el Target Center le demostraba su adoración en su entrada se quedó hecha añicos minutos más tarde en cada una de los atronadores aplausos en cada una de sus acciones.

En la segunda mitad, Ricky volvió a demostrarnos su calidad con una nueva asistencia para alley oop a Anthony Randolph en el tercer cuarto, pero el partido volvía a estar muy de cara para unos Heat dónde la figura de LeBron James se engrandecía por momentos (29 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias al final del tercer periodo).Y en el último cuarto, Miami volvió a quedar prendada por la magia del "Harry Potter" catalán. Dos pases abiertos a Williams y Ellington, junto a un robo sensacional en defensa, le dejan, con 8:38 para el final, con ya sus diez primeras asistencias cumplidas. Pero lo más importante eran las sensaciones, la forma en la que un chico de 21 años había controlado absolutamente todo el partido. Y otro pase para otro triple de Derrick Williams colocaba a los Timberwolves con un muy esperanzador 83-88 a 7:27 para el final. Bosh igualaba con cinco puntos consecutivos de muchísima calidad un partido absolutamente precioso. Su duodécima asistencia acababa en las manos de Tolliver, que dejaba a 4:37 a Minnesota por delante (90-91) rompiendo un parcial de 0-7 de los Heat. Bosh estaba crecido y mantenía a los Heat en el partido, después que el mismo Derrick Williams anotara bajo aro y Kevin Love sumara en el tiro libre. Y miren la brutalidad del dominio de Ricky en el devenir final del partido, defendido constantemente con dos contra unos y muchos flashes… y, en uno contra uno, por LeBron James. Y, tras una falta, Ricky sumaba de la forma más inesperada, ¡clavando un nuevo triplazo desde la esquina que le elevó hasta los doce puntos!, aunque Wade respondía de dos, dejando un igualadísimo 96-98 a 1:36 para el final.

"Flash" se jugó dos tiros más para empatar el encuentro, pero el destino quiso que Ricky recogiera su sexto rebote y anotara un tiro libre importantísimo para el 96-99 a 1:12 para el final. Muchísimo aún por decidir, pero la fortuna estaba sonriendo a los Timberwolves en los últimos ataques. O eso parecía. Turno para la polémica, con una discutida falta en defensa de Tolliver que permitía a LeBron sumar un gran 2+1 e igualar a 99. El mismo Tolliver se jugaba el cuerpo en un intento de matazo desde el exterior en la siguiente jugada, recibiendo la falta de Bosh y anotando en el tiro libre uno de los dos, 99-100. Y ahí aparecen las súperestrellas, con un canastón espectacular de Dwyane Wade desde 6 metros con un defensor encima… Rápido tiempo muerto de Adelman, 33.7 segundos por jugarse. Y la locura en el final del partido, con doble fallo de los Timberwolves, error grave de los Heat y faltón de Wade a Tolliver, que empataba con mucha fortuna en el tiro libre, aunque fallaba el segundo. Empate a 101, balón para Miami. Y pizarra de Spoelstra, con pase maravilloso de LeBron James desde el lateral al alley oop de Wade, que anota una muy plástica bandeja ¿ganadora? Balón de Love para Ricky, que intenta doblar el balón a Ellington que se levanta de dos… ¡pero falla!

Exhibición sin premio de una Minnesota realmente completa y de un Ricky que acabó siendo más que ovacionado por el Target Center, 12 puntos, 12 asistencias y 6 rebotes. Doctorado con honores ante ¿el futuro campeón de la NBA?