Temporada 2003-04

Tras empezar los Knicks la temporada con 10 victorias en 28 partidos y sólo 4 de los últimos 20, después de dos años sin disputar los playoffs, Scott Layden es cesado y sustituido por Isiah Thomas el 22 de diciembre. Los gritos de “Fire Layden” no se volverán a repetir en el Madison. Todo ello forma parte de importantes cambios en la estructura deportiva de ese gigante propiedad de James Dolan llamado Madison Square Garden, L.P., e incluye la llegada de Steve Mills, un viejo conocido de Thomas desde su época de jugador. El objetivo dentro de los Knicks está claro: llegar al anillo, y para ello se pondrán todos los medios necesarios.

Las últimas operaciones de Layden son más que discutibles, e incluyen la llegada de Van Horn a cambio de Latrell Sprewell o la firma por dos años de un veteranísimo Dikembe Mutombo. Había que sumar todo eso a la monstruosa renovación de Allan Houston (por muchísimo más dinero del que cualquier otra franquicia podía ofrecer), o una plantilla repleta de undersized power forwards, en la que dolía ver los 18 millones que le quedaban por cobrar a un Weatherspoon incapaz de entrar en la rotación de forma regular. Los Knicks tienen el payroll más alto de la liga en esos momentos, con unos 88 millones de dólares en salarios de sus jugadores, algo así como 40 millones por encima del luxury tax, además de que Shandon Anderson y Howard Eisley no acaban su vinculación hasta el 2007. Todo el mundo está convencido de que Thomas cambiará por completo el roster. Y así será.

Al día siguiente de la llegada de Isiah, los Wolves vencen en el Madison, y Sprewell consume una venganza que era cualquier cosa menos fría. No sólo es el máximo anotador del encuentro, sino que se encara con Dolan -sentado entre el público- ya desde el primer cuarto, continua su trash talk con Lon Kruger en el último periodo, e incluso le pitan una técnica a falta de 38 segundos que casi permite la remontada de los Knicks. En baloncesto tenemos datos para todo, y este partido no es una excepción: los 31 puntos de Latrell son la marca más alta en el retorno al Madison de un exjugador que pasase en los Knicks más de 5 años, desde el campeonato del 73. Tampoco es que los casi 20000 espectadores que llenaban el pabellón estuviesen pensando en ello, pero dolía igual.

La primera decisión de Thomas es cortar a Slavko Vranes, elegido por Layden en la segunda ronda del anterior draft , mientras el primer traspaso de Isiah se producía sólo una semana después de asumir el nuevo cargo, al deshacerse del contrato de Weatherspoon a cambio de Moochie Norris y John Amaechi. Es un traspaso realizado con los Rockets y supone una pequeña sorpresa, ya que Weatherspoon estaba negociando romper su contrato con los Knicks. Sin embargo, es enviado a Texas y se corta a Amaechi, quien cobrará los más de 5 millones que le quedaban en sus dos años de contrato, mientras Norris debía luchar por minutos -de momento- con Frank Williams, Charlie Ward y Howard Eisley. Se trata no de reforzar el equipo, sino de reducir costes o conseguir flexibilidad salarial a cambio de un jugador que no aporta de forma destacada. Quién lo diría…

El 5 de enero se realiza el gran traspaso que buscaba Isiah: Desde Phoenix llegan Stephon Marbury, Anfernee Hardaway y Cezary Trybanski a cambio de Antonio McDyess, Maciej Lampe, Howard Eisley, Charlie Ward, los derechos de contratación para la NBA de Milos Vujanic, dos futuras primeras rondas y 3 millones de dólares.

Afición y prensa de New York aplauden y elogian la operación, pues en poco tiempo Isiah ha conseguido deshacerse de malos contratos y obtener una superestrella. Marbury será el primer base all star del equipo desde Mark Jackson. Eso sí, el contrato que firmó Starbury en su momento era por 105 millones hasta 2009, y a Hardaway le quedaban por cobrar 30 millones en dos años, mas Dolan ha dado permiso a Thomas para el gran objetivo: “Our goal is to win the NBA Championship”.

Además, la llegada de Stephon es recibida como la vuelta del hijo pródigo, pues es natural de Brooklyn y desde pequeño era aficionado a los Knicks. E incluso en el año 99, uno de los más conocidos aficionados de los Knicks, Spike Lee, quiso hacer una audición a Marbury para un papel en la película “He got game”, la historia de un imaginario jugador legendario de Coney Island, Jesus Shuttleworth, aunque el agente de Stephon rechazó la oferta al exigir que se garantizase al jugador un importante papel en el proyecto, algo que los productores no aceptaron.

El debut de Marbury en el Madison es ante los Rockets de van Gundy, precisamente el entrenador a quien Don Chaney sustituyó en los Knicks dos años antes, en un partido televisado a nivel nacional y protagonizado por las críticas del público, centradas en su entrenador, en la contundente derrota de los locales por 111-79 con Steve Francis como estrella.

El 12 de enero los Knicks caen en casa ante los Mavs tras una prórroga, en la que Nash y Nowitzki dan la puntilla a los de New York. Será el último partido de Don Chaney en el banquillo, pues únicamente dos horas antes de disputar el siguiente encuentro se le comunica su cese, al igual que a dos de sus ayudantes, Brendan Malone y Lon Kruger. Los gritos de ”Fire Chaney” tampoco volverán a repetirse en el Madison.

En la mañana del día 14, Isiah se reúne con Dolan y Mills, e informa que su objetivo es contratar a Mike Fratello o Lenny Wilkens. El hecho de que Fratello pida un salario de más de 5 millones por temporada hace que se decanten por Wilkens, el entrenador que más victorias (y derrotas) había conseguido en la liga. Dentro de la siempre ácida prensa neoyorkina, no faltará quien recuerde que Cheney fue el único entrenador en la NBA capaz de lograr que Isiah tenga un D.N.P. – Coach’s Decision en su curriculum como jugador, en el partido que los Pistons ganaron a los Cavs en marzo del 94, con Joe Dumars, Lindsey Hunter y Allan Houston repartiéndose los minutos en el backcourt, en la última temporada de Isiah como jugador. Eran elementos demasiado apetitosos como para no montar una conspiranoia con sabor a vendetta.

El 29 de enero, Allan Houston decide abandonar momentáneamente el equipo, debido a sus problemas en la rodilla. Tardará un mes en pode.r volver a las canchas.

El 15 de Febrero llega un nuevo traspaso, en esta ocasión a tres bandas: Keith Van Horn marcha a los Bucks; Michael Doleac, Joel Przybilla y una segunda ronda de los Knicks se van a los Hawks, y los de New York consiguen a Tim Thomas y Nazr Mohammed. El objetivo es conseguir un equipo mucho más físico en el Madison, con Mohammed como referente defensivo y reboteador, pese a sus pobres números como suplente de Ratliff en los Hawks, así como aprovechar las habilidades de Tim en el juego en transición y el ataque individual, mientras que a Van Horn siempre se le tildó de ser un jugador blando y nunca fue demasiado apreciado en New York.

Los rumores sobre posibles adquisiciones de los Knicks en las semanas previas al trade deadline se habían multiplicado, mezcla de los continuas elucubraciones de la prensa neoyorquina y de la cantidad de movimientos realizados en menos de dos meses: ¿Williams y Othella Harrington a los Cavs por Darius Miles? ¿Rodney White desde Denver por Michael Doleac? ¿Van Horn a Portland por Rasheed Wallace? ¿Eric Dampier desde los Warriors por Kurt Thomas y Frank Williams? ¿Kurt Thomas, Othella Harrington, Dikembe Mutombo y Mike Sweetney o Frank Williams a los Hawks por Rasheed? ¿Malik Rose desde San Antonio a cambio de Kurt Thomas? … Algunos de estos intercambios es más que probable que fuesen negociados, mientras otros eran simples invenciones de la prensa, pues en muchas ocasiones no se daban las condiciones salariales para que los traspasos se produjesen, o lo que recibían los equipos que supuestamente negociaban con los Knicks no era de ningún interés para ellos. Sólo un movimiento más se produciría, la llegada de Vin Baker tras ser cortado por los Celtics debido a sus problemas con el alcohol, mientras los aficionados se ilusionaban con las respuestas que daba el representante de Rasheed en las entrevistas:

¿Renunciaría Wallace a un contrato superior en verano por la posibilidad de jugar en los Knicks, que sólo podrán ofrecer la MLE? Sí, sin duda. Es una posibilidad que nos planteamos

El quinteto titular habitual con el que se quedan los Knicks es el formado por Allan Houston, Stephon Marbury, Nazr Mohammed, Kurt Thomas y Tim Thomas, con Shandon Anderson, Frank Williams, Penny Hardaway, DeMarr Johnson, Mike Sweetney y Dikembe Mutombo completando la rotación. Sin embargo, los planes no siempre salen bien, y Houston recae nuevamente de su lesión en la rodilla el 16 de Marzo ante los Wizards. Pese a las optimistas declaraciones del hombre del contrato de 100 millones de dólares al acabar el partido (“I got kneed above the knee, so it is just a matter of getting a couple of days rest and hopefully I’ll be ready for Friday. It is that time of the season and we know what’s at stake.”) no podrá volver a jugar con su equipo el resto de la temporada.

Sus 39 victorias los llevan hasta la séptima plaza en el este, pero caen claramente ante los Nets en Kidd, 4-0. Curiosamente, Kidd llegó a los Nets en un traspaso con Marbury, transformando un equipo de lotería en finalista de la liga un año después. Aún así, los elogios hacia la gestión de Isiah siguen siendo amplios, a pesar de que se discuta en ocasiones el acierto al decidir traspasar a un Van Horn que estaba dando un buen rendimiento. Debemos tener en cuenta que conseguían su primera presencia en playoffs desde el 2001

De las operaciones realizadas por Thomas, hay una que transforma el futuro de una franquicia: el traspaso de Marbury. Eso sí, no hablamos de los Knicks.

Los Suns de Phoenix habían empezado de forma horrible la temporada. Tras cesar a Johnson y poner en su cargo al que fuese anteriormente entrenador de los Nuggets, Mike D´Antoni, deciden dar por agotado el proyecto anterior y reconstruir su plantilla. Para ello, se involucran en un traspaso con los Knicks. ¿Qué sentido tenía todo esto, ya que los Knicks recibían jugadores claramente mejores en esos momentos, tal y como sucederá en el futuro con el traspaso de Pau Gasol de los Grizzlies a los Lakers? McDyess y Ward estaban en su último año de contrato, e incluso este último tenía una cláusula por la que podía ser cortado antes del 10 de enero sin mayor coste, algo que hicieron los Suns de forma inmediata. En Lampe y Vujanic hay quien cree ver dos futuras joyas en la liga (todos tenemos días malos), pero no era necesario. Con esa operación, los Suns disminuían el payroll y se ponían en condiciones para pujar por los mejores free agents. Lo intentarían con Kobe, al igual que Bulls o Clippers, pero se tendrían que conformar con Nash, a un altísimo precio que Mark Cuban decidió no igualar, con los Mavs reduciendo costes en su equipo. Eso sí, sólo un curso después, los Suns lograban 62 victorias en la regular season, la mejor marca de la NBA, a Steve Nash le otorgaban el premio de MVP en la regular, y llegaban a la final de conferencia.

Como diría Billy Wilder: Nobody’s Perfect

La nueva NBA: Where Isiah Happens (II)