La nueva NBA: Where Isiah Happens (I)
Temporada 2004-05
Medio año después de su llegada, tras unos primeros meses ilusionantes, es el momento de que Isiah marque claramente el territorio, con un único objetivo: llegar al anillo. Con prisas y sin pausas.
El primer problema de los Knicks tiene nombre propio: Allan Houston. Son numerosas las incógnitas sobre su rendimiento futuro tras los problemas de rodilla sucedidos en el pasado, y más si tenemos en cuenta que él es, tras Shaquille O´Neal -y junto a Chris Webber– el jugador mejor pagado de la liga. Sus esfuerzos en una perfecta recuperación no son suficientes como para conseguir una total confianza desde la franquicia, lo que se demuestra al observar los movimientos del draft de expansión asociado a la llegada de los Charlotte Bobcats a la NBA.
Para formar su plantilla, se le permite a los Bobcats elegir entre los rosters del resto de franquicias. Cada una de ellas protege a 8 jugadores, y los Bobcats (entre otras restricciones) no pueden elegir a más de un jugador por equipo. Esto es visto por muchas franquicias como una posibilidad para deshacerse de jugadores con un contrato por encima de su rendimiento, y así quedan desprotegidos jugadores como Jerry Stackhouse, Antoine Walker, Antonio Davis, Eddie Jones, Brian Grant, Maurice Taylor, Kerry Kittles o Ruben Patterson, entre otros conocidos. El listado de jugadores que pueden elegir de los Knicks está formado por Allan Houston, Shandon Anderson, Penny Hardaway, Moochie Norris y Cezary Trybanski, aunque los Bobcats no se interesan en ninguno de ellos. De hecho, lo que hacen es aprovechar el draft de expansión para mejorar su elección del draft y conseguir elecciones futuras a cambio de escoger a jugadores como Drobnjak de los Clippers o Jahidi White de los Suns, y traspasar los derechos de Pavlovic o Pachulia, además de centrarse en jugadores jóvenes con margen de mejora, como Gerald Wallace, Brezec o Kapono.
Thomas explica lo que sucede en el mercado: “En este negocio ahora mismo no se trata de intercambiar talento por talento, sino buenos contratos por talento. Nuestras piezas más valiosas son los jugadores en último año de contrato. Con alguien como Allan Houston, por desgracia para él, debes tomar decisiones de riesgo“
Isiah intenta diversas operaciones, incluso reunirse con Rasheed Wallace o Kobe Bryant para tratar de convencerlos de que acepten un contrato por una cuantía que no supera la MLE (mucho menos de la mitad respecto a lo que pueden conseguir de otros equipos), y tampoco puede meterse en la puja por alguno de los jugadores más codiciados del mercado de traspasos, como Shaquille O´Neal o Tracy McGrady, pero sí consigue un traspaso con los Chicago Bulls para reforzar el backcourt de los Knicks, al intercambiar a Othella Harrington, Frank Williams, Dikembe Mutombo y Cezary Trybanski (los tres primeros protegidos en el draft de expansión, y todos ellos en último año de contrato) a cambio de Jamaal Crawford y Jerome Williams. Williams tiene tres años más de contrato con casi $25 M por cobrar, y es el peaje que deben pagar los Knicks para conseguir a Crawford a través del clásico sign&trade ($56 M por 7 años), pues era un agente libre restringido. Isiah no puede resistir la tentación y compara el trío formado por Marbury, Houston y Crawford con el que tenían los Bad Boys en sus mejores momentos, compuesto por Joe Dumars, Vinnie Johnson y él mismo. En ocasiones el silencio ayuda más.
Más allá de la elección en el draft de Trevor Ariza en la segunda ronda y de la renovación de Vin Baker, no se producen novedades en la plantilla de los Knicks, salvo las clásicas incorporaciones para completar el roster con jugadores fuera de la rotación habitual, mientras el payroll del equipo se va por encima de los 80 millones de dólares y únicamente 4 jugadores repiten en la plantilla respecto a los que iniciaron la pretemporada el curso anterior. Aunque dos de ellos, Kurt Thomas y Shandon Anderson, aparecen casi a diario en la prensa como carne de traspaso.
Cuando empieza la preseason, dos son los temas habituales. Por un lado, los miedos a la recaída de Allan Houston. Recordemos que dos años antes Antonio McDyess volvía de una lesión de rodilla y se lesionó en un partido de pretemporada, lo que hizo que no pudiese jugar en todo el resto del curso con los Knicks. Además, a lo largo de toda la pretemporada se suceden los enfrentamientos de Shandon Anderson con Isiah a través de la prensa, que se remontan a finales de la temporada anterior, cuando el jugador se negó a comparecer en una reunión con la gerencia. Desde entonces, Thomas había intentado traspasarlo sin éxito, pues ninguna franquicia quiso hacerse cargo de los $24 M que debía cobrar Anderson en las siguientes tres temporadas. Finalmente, a principios de noviembre, Don Fegan, agente de Anderson, comunica que han llegado a un acuerdo para la rescisión de su contrato. Según la prensa neoyorkina, cobrará entre 18 y 21 millones. Bye, Shandon.
De los 11 jugadores adquiridos por Layden entre 2001 y 2003, únicamente Sweetney permanece en el equipo.
En una porra realizada por la liga entre los GM de todas las franquicias poco antes de empezar la temporada, el 67% apuestan por los Knicks como ganadores de su división. Mientras se espera la recuperación de Allan Houston, la rotación del equipo en el inicio de la temporada parece clara: Marbury, Crawford, Tim Thomas, Kurt Thomas y Mohammed, acompañados en la rotación por Hardaway, Ariza, Baker y Sweetney, con apariciones más esporádicas de Norris y J. Williams. Las principales dudas llegan en el puesto de center, debido a las limitaciones ofensivas de Mohammed y a su tendencia a cargarse de faltas. Además de la incógnita sobre Allan Houston, claro.
Así llegamos al inicio de la temporada, con James Dolan comentando que no descarta en un futuro tener a Isiah también como entrenador. La cosa empieza mal, con una derrota asumible en Minnesota y una dura segunda en el Madison, apalizados por los Celtics, que trae consecuencias, la marcha de Dick Helm, ayudante de Wilkens desde hacía muchos años, y sustituido por Brendan Suhr, persona muy cercana a Isiah. Esto significa que del conjunto de assistant coaches que tiene Wilkens, ninguno ha sido elegido por él. Suhr, Mark Aguirre y George Glymph fueron nombrados por Isiah, mientras Herb Williams llegaba con Don Chaney y Michael Malone con Jeff van Gundy. El cese de Helm es considerado por muchos como un aviso a navegantes, y hay quien cree entenderlo como una maniobra previa a la llegada de Isiah Thomas al banquillo de los Knicks, algo que él niega en comentarios a la prensa: No tengo ningún interés en volver a los banquillos, y no creo que vaya a entrenar a los Knicks nunca. Mientras ocupe el actual cargo no me veo entrenado al equipo. Y desearía que se dejase de escribir sobre ello, pues es algo que no va a suceder.
El 12 de diciembre, cinco semanas después de haber empezado la temporada, Allan Houston vuelve a las canchas. Tardará 15 días más en llegar al quinteto inicial mientras coge el ritmo de competición, aprovechando la lesión de Crawford, quien sufre un pisotón de Jiri Welsch en un partido con los Celtics.
Cuando se cumple un año de la llegada de Isiah a los Knicks, es hora de hacer balance: el equipo ha ganado 42 partidos y ha perdido 36, frente a un balance de 35-43 en los 78 partidos previos a su llegada. Además, en los 73 partidos que se han televisado de los Knicks, las audiencias han subido un 40%. ¿Significa esto que todos los aspectos son positivos? No exactamente. Si bien el payroll del equipo era ya de 88 millones de dólares, doblando el tope salarial, ahora ha aumentado hasta los $103 M.
Isiah está moviéndose en la dirección correcta – declara Steve Mills – Somos claramente un equipo más joven y atlético, miras la plantilla y ves un futuro sobre el que construir
No todos opinan igual, como George Karl, entonces analista en la ESPN: son un equipo mediocre. Algunos días parecen muy buenos y a la siguiente noche parece que no saben jugar. No los veo más allá de una primera ronda, aunque en un día afortunado puedan ganar a cualquiera
Hay datos para preocuparse, como el nivel defensivo del equipo, siendo uno de los que más puntos recibe y que permite un mejor porcentaje de tiro del contrario aunque, de forma general, las críticas a la labor de Thomas son positivas.
A principios de enero, Marbury copa las portadas de la prensa. Unos días antes había declarado que debía ser más agresivo en la cancha, pero no había comentado nada sobre las entrevistas. Cansado de las comparaciones con Jason Kidd desde que fue traspasado a los Nets, dice unas líneas que serán reproducidas en los titulares: Sí, soy el mejor base de la liga. Isiah Thomas sale en su defensa bueno, lleva 3 partidos consecutivos con mas de 30 puntos, y basta ver nuestros encuentros para comprobar su influencia en el equipo.
El 22 de enero Lenny Wilkens dimite como entrenador, y es sustituido por Herb Williams. El día anterior, Scott Padgett había anotado una canasta sobre la bocina que provocaba la novena derrota en diez partidos de los Knicks, para un balance de 17-22. Suponía una pequeña venganza de los Rockets, pues Crawford había hecho algo similar en Houston dos meses antes.
En la jugada anterior a la de Padgett, mientras Allan Houston estaba en el banquillo, Marbury y Crawford se pasaban el balón sin tirar a canasta y agotando el tiempo de posesión. Se elucubra sobre si la decisión ha sido una dimisión o un cese, pero Lenny Wilkens, el entrenador a quien Shaquille O´Neal preguntase en los JJOO de Atlanta si había jugado alguna vez al baloncesto, no volvería a dirigir a los Knicks. Herb Williams será el cuarto entrenador en cuatro años. Sin embargo, la situación no mejora, y la racha llega a 14 derrotas en 16 partidos.
En las fechas cercanas al trade deadline, todos tienen claro que los Knicls no poseen demasiadas piezas útiles para un traspaso de campanillas, y que deberían esperar al mes de junio para poseer expirings. Los contratos de Penny Hardaway ($15.8 M), Tim Thomas ($14 M), Moochie Norris y Vin Baker acaban la temporada siguiente. En la fecha límite del mercado de traspasos se producen 11 intercambios que involucran hasta 35 jugadores. Los Knicks realizan dos traspasos:
- Con los Spurs, envían a Nazr Mohammed y Jamison Brewer a cambio de Malik Rose, dos primeras rondas, y dinero para pagar el trade kicker de Malik Rose.
- Con los Rockets, envían a Moochie Norris, Vin Baker, y una segunda ronda a cambio de Maurice Taylor.
Con estas operaciones, Thomas pierde flexibilidad para hacer traspasos en junio, y aumenta el payroll del equipo para futuros cursos, dejándolo en unos $105 M ese año. La situación no preocupa a Isiah, convencido de que los contratos de Penny y Tim son importantes en junio, y de que ha mejorado el equipo. Curiosamente, las más furibundas críticas se hacen eco de su incapacidad para hacerse con Chris Webber, que llega a un rival de división como los Sixers, igual que no pudo conseguir a Vince Carter desde los Raptors unas semanas antes, pero no llegan por conseguir a dos jugadores de escasa relevancia y con contratos de varios años de duración que aumentarán los gastos en al menos $30 M.
En lo deportivo, el equipo va de mal en peor. Del 16-13 con el que acabaron el 2004 se llega a un desolador 33-49, que incluyen una racha de 9 derrotas consecutivas y otra de 7. Los principales golpes se dirigen a Marbury, criticando su falta de liderazgo, su mala toma de decisiones, y recordando cómo otros jugadores que han ocupado su puesto en otros equipos, como Jason Kidd o Steve Nash, dieron mucho mejor rendimiento. Su capacidad de anotación, de la que puede dar fe Mario Pesquera, o sus pases espectaculares, no siempre son suficientes.
Por otro lado, si bien las lesiones afectaron al equipo a lo largo de la temporada, no lo hicieron en mucho mayor grado que a otras franquicias. Penny Hardaway y Houston fueron los principales perjudicados, aunque de forma diferente. Allan Houston, el hombre de los 100 millones de dólares, no volverá a jugar un partido oficial.