Rick Adelman se decide por un proyecto a medio plazo más que interesante. Con una figura en alza y muy bien valorada en el establishment como es Kevin Love, con un par de fierecillas a quienes domar como Darko Milicic y Michael Beasley; con un hombre de confianza (Brad Miller) y, sobre todo, con un grupo de jóvenes jugadores con talento en varias posiciones como Wesley Johnson y Anthony Randolph más la llegada de un interesante grupo de novatos comandado por Derrick Williams –futura columna de su proyecto- y Ricky Rubio.

Examinando la globalidad de su historial como entrenador se cumple una condición: Sus mejores rookies siempre han disputado minutos de calidad en su primer año completo como entrenador en una franquicia. En Trail Blazers, Warriors, Kings, Rockets…¿y Timberwolves?

¿Qué posibilidades tienen los novatos con Rick Adelman? Veámoslo.

Adelman debutó como jugador con los San Diego Rockets, jugando una media de 18 minutos en su temporada como novato. Su carrera como jugador se prolongaría durante 7 temporadas disputando una media de 22 minutos por partido (7.7 puntos y 3.5 asistencias).

En la temporada 88-89 cogió las riendas del banquillo de unos pujantes Blazers (Drexler, Porter, Kersey, Duckworth, Vandeweghe, Johnson), en sustitución de Mike Schuler. Su primer novato, Mark Bryant, jugó una media de 14 minutos aunque dispuso de más oportunidades con el anterior entrenador. No era una apuesta segura y el tiempo le daría la razón. Si que confió en su segundo año como responsable de los Blazers en Cliff Robinson, que llegaba de tapado a Oregon y acabó con 19 minutos por partido. Luego tendría una buena carrera NBA. Sí acertó con Robinson, pero no lo hizo con Drazen Petrovic, al que sólo concedió 12 minutos de media. Era el precio por venir de otro baloncesto a pesar de ser una estrella mundial y también por la presencia de dos gallos de la talla de Porter y Drexler.

Como decíamos anteriormente, la relación de Adelman con los novatos nos dice que siempre que ha podido contar con un jugador interesante, atractivo –salvo el caso Petrovic- siempre ha acertado. Cuando recaló en los Warriors (95-96) concedió 34 minutos al entonces número 1 de draft, Joe Smith, quien hizo una de sus mejores temporadas en su larga e irregular carrera. También es verdad que era apostar a caballo ganador. Tampoco dudó en darle 36 minutos a Jason Williams, en su primera temporada como entrenador de los Kings. Otra apuesta segura en un jugador que ayudó a mejorar el baloncesto espectáculo. El miedo al jugador FIBA desapareció esa misma temporada (98-99) con los 21 minutos de media que otorgó a Pedja Stojakovic. Dos temporadas después haría lo propio con Turkoglu (17mpp) y un poco menos con Darius Songaila (13.5 mpp en la temporada 03-04), aunque sin el caché de los anteriores. También en su primera temporada, en este caso en los Rockets (07-08) se mostró generoso con los novatos. Luis Scola promedió casi 25 minutos en el curso de su debut y Carl Landry dispuso de 17 minutos por partido. No tuvo tanta suerte David Andersen (14 mpp) en la temporada 09-10, quien se vio superado por Chuck Hayes, quién defendió con dignidad el vacío dejado por la lesión de Yao Ming.

Si nos aferramos a la trayectoria de Adelman como entrenador, los rookies con más empaque siempre salen beneficiados en su primer año completo como entrenador de una franquicia: Cliff Robinson en su primera temporada completa en los Blazers, Joe Smith en Golden State Warriors, Jason Williams y Pedja Stojakovic en los Kings y Luis Scola y Carl Landry en los Rockets.

Pocos dudan de que Derrick Williams los tenga y salvo desconexión es más que probable que Ricky Rubio -apuesta de David Khan- disponga también de una buena dosis de tiempo que le permita seguir enamorando como en su última etapa en la Penya y su primer año en el Regal Barça.