Los Lakers parecen empeñados en multiplicar su eficacia cuanto más se tuercen los acontecimientos. Anoche sellaron su tercera victoria consecutiva tras ganar en Brooklyn (83-92) sin Howard, lesionado en su hombro derecho, ni Metta World Peace, sancionado con un partido por agarrarle la cara a Brandon Knight, y con la baja de Pau Gasol durante los últimos cuatro minutos por una distensión en la fascia de la planta del pie derecho (la misma que le obligó a parar hace unas semanas). El español, que abandonó el pabellón en muletas, se lesionó ante el equipo contra el que debutó en los Lakers hace 5 años y un día. El equipo angelino repitió el guion de las dos victorias anteriores: alcanzar el descanso liderando el marcador y permitir que su rival se le subiera a las barbas en la segunda parte. Gasol (15 puntos y 4 rebotes) y Bryant (21 puntos y 8 rebotes) conectaron como en los viejos tiempos y Nash (17 puntos y 8 asistencias) también se sumó a la fiesta de surtir de balones al español, que estuvo lúcido en la primera parte e inseguro en la reanudación. Incluso Robert Sacre tuvo su minuto de gloria en el segundo periodo con cuatro puntos consecutivos. En un escenario mediático tan potente como el Barclays Center, Bryant decidió darle un día de tregua a su reciente conversión al altruismo. El escolta recuperó la frecuencia de tiros habitual (9/24) y diseñó el mate de la noche en las narices de Kris Humphries y Gerald Wallace. Lopez se puso las botas en la pintura y fue el bastión de unos Nets que mostraron serios problemas para asociarse. Los 20 rebotes ofensivos de Brooklyn (solo 5 de Lakers) quedaron en anécdota.
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Golden State tiene un grano perenne llamado Houston. Todos los métodos para eliminarlo han fracasado. Los Warriors prolongaron ayer su drama en la cancha de los Rockets (140-109), donde no ganan desde hace más de cinco años. A pesar de contar por segundo partido seguido con su elenco de estrellas al completo, Golden State se vio desbordado por el tsunami ofensivo de Houston, que entonaron un canto a la locura igualando la mejor marca de triples anotados en un partido con 23 triples. Mark Jackson ordenó a sus jugadores que hicieran faltas en los últimos segundos para evitar el récord. Jeremy Lin, que parece tener un imán para escoger sus actuaciones magistrales, entregó una tarjeta de 28 puntos y 9 rebotes un año después de abandonar el sofá de Landry Fields y convertirse en un fenómeno social. La borrachera fue tal que hasta ocho jugador de los Rockets anotaron al menos 11 puntos.
El primer partido de titular de Tayshaun Prince en Memphis resultó ser un trago amargo. Phoenix Suns aprovechó las flojas prestaciones de los Grizzlies para llevarse una meritoria victoria del FedEx Forum (96-90). Goran Dragic exhibió carácter cuando más quemaba el balón y clavó 15 puntos (incluidos los 6 últimos) en el periodo decisivo. Marcin Gortat (20 puntos y 7 rebotes) colaboró de forma activa, sobre todo en la primera parte, un par de días después de quejarse de su poca participación en ataque. Zach Randolph, que promediaba menos de 7 puntos en los últimos tres partidos, se redimió con 21 puntos y 13 rebotes. Jerryd Bayless mantiene su estatus de microondas tras la salida de Rudy Gay y se descolgó con 29 puntos en 28 minutos. Marc Gasol, penalizado por las faltas, estuvo gris con 6 puntos y 3 rebotes.