Ramon Sessions está comprobando lo dura que puede ser la llegada a la NBA. El rookie procedente de la universidad de Nevada, Reno, se ha pasado casi toda la temporada contemplando el banquillo de los Milwaukee Bucks, e incluso ha pasado el peaje de la D-League esta misma temporada, jugando en los Tulsa 66ers junto a Keith Closs o Nick Fazekas (y consiguiendo el título de jugador de la semana en un par de ocasiones). Por delante de él, jugadores de los Bucks como Mo Williams, Charlie Bell o Royal Ivey no le dejaban demasiados minutos. Ahora, sin algunos de ellos en la rotación, está empezando a demostrar de lo que es capaz.
Por ejemplo, hace pocos días fue el encargado de aguarle el regreso a Gilbert Arenas, primero con un robo y después ganando el partido:
A partir de entonces, Sessions ha ganado en protagonismo. En sus últimos 3 encuentros, el rookie se está destapando como un base consistente. Ante Indiana anotó 11 puntos y dio 7 asistencias en 31 minutos de juego. Dos días después los Bucks visitaron precisamente a Indiana, donde logró 8 puntos y 10 asistencias. Anoche, ante los todopoderosos Boston Celtics, Sessions dio la cara con 13 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias y 3 robos, aunque los Bucks cayeron en la prórroga. Me estoy sintiendo más cómodo con más minutos, pero hacer topes no me importa si hemos perdido, me hubiera gustado más que hubiésemos ganado.
Sessions tratará de destacar en la NBA recordando sus tiempos en la Universidad de Nevada, donde era capaz de anotar en situaciones tan espectaculares como estas: