En los Playoffs del año pasado, Atlanta Hawks parecía tener un futuro prometedor, con una estrella de la liga como Trae Young y jóvenes talentosos como John Collins, Bogdan Bogdanović, Kevin Huerter y De’Andre Hunter, acompañados por jugadores con mucha experiencia como Danilo Gallinari y Clint Capela.
Se esperaba que esta temporada llegara la consolidación de un equipo en pleno ascenso y la confirmación de que los dirigidos por Nate McMillan pudieran ser un contendiente. Sin embargo, los planes de la gerencia no fueron como se preveía. A falta de 3 partidos para que termine la temporada regular de la NBA, los Hawks se encuentran en el octavo lugar de la Conferencia Este. El año pasado, terminaron en la 5° ubicación.
La actuación del equipo este año mostraron a un equipo que parecía haber alcanzado su techo en 2021. Surgieron los problemas. La defensa se vino abajo (9° peor de la liga), el ataque volvió a ser excesivamente dependiente de Young y los rumores de traspaso con ciertos nombres comenzaron a sonar, por ejemplo, de que Collins arribe a los Spurs o Bogdanovic a Lakers.
En la mitad de la temporada, Atlanta llegó con un registro de 17-24, ocupando la 12° posición del Este, a 3,5 partidos de la zona de Play-In y lejos de los Playoffs. En ese punto, los de Atlanta comenzaron a cambiar las cosas y los resultados empezaron a llegar. Desde ese momento, consiguieron ser el séptimo equipo que más partidos ganó de toda la NBA (un 64,9% de triunfos), empatado con Heat y Sixers como el segundo mejor balance del Este. Otra vez los Hawks dando problemas en el Este del país.
Tal fue el resurgimiento de los Hawks que, a falta de dos semanas del final de la campaña pueden terminar en octavo lugar, teniendo dos opciones para entrar en los Playoffs o jugar los Play-In, algo que en diciembre parecía ser una utopía.
las razones del resurgimiento de atlanta hawks
Durante la primera mitad de la temporada, el ataque de los Hawks fue uno de los mejores, ubicándose en el tercer lugar con un ratio ofensivo de 112,3, tan solo por detrás de Miami y Utah. El equipo era garantía de puntajes altos en los partidos y tenían a un Trae Young estelar que promediaba 27,6 puntos.
Por el contrario, el desequilibrio del equipo se evidenciaba en la defensa, inversamente proporcional a su ataque, la cual también la tercera peor (113,5), superando solamente a la de Blazers y Rockets.
El cambio de los de Nate McMillan fue total. En los últimos meses, los Hawks elevaron todavía más su potencial ofensivo hasta alcanzar los 118,2 puntos cada 100 posesiones que lo convirtieron en la sexta mejor ofensiva de la NBA. Si bien su defensa se mantuvo igual (113,9), el desplome de otros equipos como Bucks, Bulls o Nets les permitió ascender al decimonoveno lugar.
Otra de las razones que explica la mejora de Atlanta Hawks es el buen momento ofensivo de Bogdanovic y Hunter, quienes se consolidaron como la segunda y tercera opción en el ataque, con 17,3 y 13,9 puntos por partido, respectivamente. Un ascenso que llegó de la mano de un buen trabajo en defensa, donde los dos fueron claves junto a Capela pese a que las estadísticas no lo reflejen así. El pívot ostenta 11,8 rebotes por partido pero sólo 1,3 bloqueos, mientras que el año pasado llegó a 2 por encuentro.
Por último, aunque parezca una mala noticia, la baja de John Collins potenció a Trae Young. Desde el 13 de febrero, el ala-pívot se encuentra lidiando con problemas en un dedo del pie que sólo le permitieron jugar cuatro partidos desde entonces. Sin embargo, su baja hizo crecer a Young, quien elevó sus números hasta los 29,7 puntos con un 39,6% en triples, 10,2 asistencias y apenas 3,5 pérdidas por partido.
Incluso, el base estelar del equipo no sólo tuvo un impulso en puntos, sino también en asistencias, que lo convirtieron en el jugador que más anotó y repartió pases de canasta en total de toda la liga esta temporada. Si vamos a la historia, es algo que ocurría desde 1973 con Tiny Archibald.
Todo parece indicar que los de McMillan tienen su lugar asegurado en el Play-In y podrían enfrentar a Cleveland Cavaliers por el 7° lugar de los que ingresan a la postemporada. De perder, podrían enfrentar al perdedor del encuentro entre Hornets y Nets, por lo que podría haber un enfrentamiento entre Young y Durant. Resta esperar para ver hasta dónde llegará este imprevisible equipo de Atlanta.