Con las temporadas conclusas y sin Eurobasket, Mundobasket y J.J.O.O. de por medio, poco baloncesto hay que ver. Por ello muchos aficionados a la pelota naranja se han pasado a ver pretemporadas del baloncesto universitario, concretamente Duke, ya que posee a los 3 mejores prospects de la camada de 2019, R.J. Barrett , Cameron Redissh y Zion Williamson. Tres freshman que están dando mucho que hablar pero, ¿es normal tanto hype en este equipo?, ¿concretamente en estos tres chicos? Aquí comentaré un poco mi opinión sobre el tridente de Duke, la BRW, su expectación y el método para conseguir a sus talentos, el one & done.

La camada de 2017 ha creado un precedente.

Esta temporada 2017-2018 ha creado un precedente en los aficionados a la NBA. La gran expectación que han creado los Mitchell, Ball, Tatum y compañía, ha atraído a muchos seguidores del baloncesto a las ligas universitarias. Hace relativamente poco (3 o 4 años) los considerados “frikis” de la NBA se informaban de solamente de los jugadores que se presentaban al draft a partir del March Madness (el torneo del título de la liga universitaria que se celebra en marzo) pero actualmente la NCAA tiene más fanbase internacional. Gente que sigue las ligas desde su inicio en noviembre o lo que está pasando en estos momentos, ver las pretemporadas de las universidades más atractivas. La NCAA vive un gran momento pero a su vez hay bastante desconocimiento de como funcionan los proyectos de dicha liga.

El One & Done no es sinónimo de éxito.

Sin duda el mayor atractivo de la NCAA son los jóvenes que se presentan al draft. En los últimos años la tendencia de los equipos se ha caracterizado en apostar por el potencial, cuanto más joven sea el prospecto, más potencial tendrá. Ejemplos tenemos la camada de 2017 donde se batió el récord de freshman en las primeras posiciones, hasta once jugadores de primer año universitario fueron elegidos en las primeras posiciones, el último draft de 2018 no se quedó atrás, los nueve primeros elegidos fueron freshman. De esto las universidades se han hecho eco y cada vez se ven más apuestas del método One & Done o lo que es lo mismo un año de universidad y te presentas para el draft. Si bien es cierto que la formula es efectiva para el talento natural, ese talento que tal vez no necesite una formación ya que se espera que sea una estrella si o si (ejemplo claro Tatum). Pero si es cierto que hay jugadores, que ya sea porque necesiten remuneración económica o que se ven capacitados en dar el salto antes de tiempo, llegan a la liga solo cursando un año universitario y quedan para el olvido. De estos hay varios ejemplos como Michael Kidd-Gilchrist, Stanley Johnson o Skal Labissiere. En cambio otro jugadores que han estado más tiempo en la universidad han rendido desde el minuto uno convirtiéndose en grandes estrellas como Damian Lillard o Donovan Mitchell o jugadores potables en sus equipos.

Tampoco el método One & Done es exitoso en la liga universitaria, si analizamos los últimos 3 campeones, han sido para Villanova (2016, 2018) y North Carolina (2017), dos universidades que no suelen apostar por el One & Done sino que le gusta mantener su núcleo de universitarios y trabajar varios años con los mismos jugadores.

Duke y su mediática apuesta.

Los Duke Blue Devils siempre se han caracterizado por ser una de las universidades con más reputación en el baloncesto americano. Mike Krzyzewski que lleva 38 años como coach en la universidad localizada en Durham, se ha caracterizado por una de las personalidades del baloncesto, y al igual que muchos otros se ha tenido que adaptar a la moda del baloncesto actual, más concretamente en el universitario. Con el One & Done, Duke ha conseguido lo impensable este año, juntar a los 3 mejores talentos de su generación en el mismo equipo. R.J. Barrett, Zion Williamson y Cameron Reddish, son sin duda tres jóvenes que si no tienen problemas en caer en un mal ambiente, lesiones, y otras razones, van para estrellas de la liga. Esto ha hecho que mucha gente los compare con el famoso Fab Five de Michigan. Aquel fantástico equipo formado por Chris Webber, Jalen Rose o Jowan Howard entre otros, pero con varias diferencias. La primera es que en Duke todavía no están asignados los roles principales. Aunque parece bastante claro que Barrett será la estrella principal del equipo veremos como se desenvuelve Williamson y Reddish sin tener tanto el balón como si lo podrían tener en otra universidad. Pero lo más importante en la comparación es la experiencia que tenia los “cinco fantásticos” de Michigan con estos Blue Devils. Aparte de las 3 estrellas de Duke también cuentan con su base titular, Tre Jones otro freshman. Un equipo muy joven, muy one & done y como hemos visto en el apartado anterior, en la NCAA si quieres ganar, tienes que criar a tus estrellas, no alquilarlas un año.

En definitiva, la plantilla de Duke es bastante interesante pero no hay que sobreexcitarse con los nombres y ser más analíticos con lo que pueden hacer los jóvenes tanto en la liga universitaria como de cara al draft