Esta tarde de domingo 18 de diciembre, a las 16:00 horas, se llevará a cabo una nueva edición de la final de la Copa del Mundo de la FIFA en el Estadio Lusail de Qatar entre dos históricos como Argentina y Francia. Momento culminante de la temporada deportiva del 2022, pero no hablaremos las próximas líneas del duelo entre dos gigantes del fútbol, tampoco de los Messi, Mbappé, de quien conseguirá y alzará su tercer Mundial de la historia, sino que viajaremos en paralelo a la historia de jugadores de la albiceleste y les bleus que han pasado por la NBA y cuál ha sido el impacto en el pasado y el presente dentro de la liga.

 

El 20 de los Spurs y el 5 de Argentina, Manu Ginobili, ‘Manudona’ escribía hace dos días en su cuenta de Twitter, “No se puede creer lo que hizo este pibe (en referencia a Messi). No se puede creer! Increíble! Qué genialidad!“. Menos de 140 caracteres para resumir una jugada de Lionel, pero se puede extrapolar a sus jugadas durante su larga carrera NBA, de un miembro del Hall of Fame, de cuatro veces campeón del anillo, de uno oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, entre otros muchos méritos más. Ginobili, el de Bahía Blanca, retirado en 2018, es considerado el mejor jugador de la historia de su país, en paralelo a esos mitos argentinos como Diego Armando Maradona, Messi o Alfredo Di Stéfano. Se hace complicado resumir una trayectoria de mito, leyenda, icono, porque eso fue Ginobili desde que comenzó su aventura en el mundo de la canasta como profesional en Andino Sport Club por el año 1995, pasando por Estudiantes de Bahía Blanca, Reggio Calabria, Kinder Bolonia y San Antonio Spurs. 

Como albiceleste debutó en 1998 en el Mundial de Atenas. A partir de ese momento no paró de cosechar éxitos con el combinado nacional e individuales como el MVP de los Juegos Olímpicos de 2004 o en el quinteto ideal del Mundial de Indianápolis de 2002. 

Pero hablar del mejor jugador argentino de la historia es también hacerlo posiblemente del mejor jugador francés de todos los tiempos: Tony Parker. Compañeros inseparables en Spurs y creando uno de los mejores Big Three de toda la historia de la NBA junto a Tim Duncan. Juntos hicieron historia consiguiendo cuatro títulos, disputando 575 partidos juntos y creando un trío insuperable, algunos incluso piensan que fueron mejores que el formado por Bird-Parish-McHale. Pero las comparaciones son odiosas y difícil de determinar quién fue mejor, pero su combinación fue pura magia, viendo como el genial base francés consiguió el MVP de las finales de 2006-07, fue introducido tres veces en el segundo mejor quinteto de la liga y su dorsal 9 siempre será historia de la liga. ‘Oh-la-la Parker‘ nació en Brujas, Bélgica, disputando 18 temporadas en la NBA y llegando a ser capitán del combinado bleu hasta retirarse de la misma en el Eurobasket de 2015. De Paris Basket Racing a Spurs y acabar con un último curso en Hornets. Junto a la selección fue bronce en los Eurobasket de 2005 y 2015, plata en 2011 y oro en 2013 en Eslovenia.

De aquel combinado campeón francés, entrenador por Vincent Collet, muchos formaban parte de la NBA, jugadores como Nicolas Batum, Johan Petro, Boris Diaw, Alexis Ajinça y Mickäel Gelabale.

Ginobili se sienta al lado de mitos futbolísticos citados anteriormente, también al lado de Luciana Aymar, Fangio, Vilas, Sabatini o Monzón; Parker lo hace al lado de leyendas como Zidane, Deschamps, Longo, Yannick Noah o Laure Manadou.

¿Qué jugadores han destacado en la nba?

El partido por números de jugadores que han jugado en la NBA lo gana Francia, ya que a lo largo de los 75 años ha tenido un total de 40 representantes, viendo como el país sudamericano ha tenido 16 componentes. En la actualidad, de albicelestes solamente hay uno, Leandro Bolmaro, sophomore de Utah Jazz, miembro del combinado nacional, nativo de Las Varillas, Córdoba. El país europeo tiene más representantes, con muchos jugadores jóvenes saliendo de academias con muchas posibilidades de acercarse a la liga mediante el Draft, como es el caso de Ousmane Dieng de Thunder, teniendo además a Batum y Diabaté en Clippers, Gobert en Timberwolves (su útimo tweet dice, “Vamos! A por el último paso. Felicitaciones a Marruecos por su increíble viaje“), Hayes en Pistons, Maledon en Hornets o el base Ntilikina en Mavs.

Pero la cantidad no hace la calidad. No todos han podido ser Ginobili o Tony Parker y tener una carrera de leyendas como ellos. No todos han podido ser Messi o Mbappé, pero cada miembro tiene su importancia cuando hablamos de un deporte de equipo. Y son muchos jugadores albicelestes y franceses que han dejado su peso y su huella en la NBA, comenzando este segundo escalón con dos jugadores históricos, por un lado, Luis Scola, y por el otro, Rudy Gobert.

Scola fue miembro de la Generación Dorada, poniendo fin a su carrera a los 41 años con la disputa de los Juegos Olímpicos de Tokyo. El bonaerense debutó a los 15 años en Club Ferro Carril Oeste para aterrizar en Baskonia, previo paso de dos años por Gijón. Club, el vitoriano clave para la llegada de jugadores argentinos, que posteriormente también pisarían la NBA (Vildoza, Prigioni, Herrmann u Oberto). Siendo ya un referente del baloncesto europeo, emprendió la aventura NBA, jugando una década entre Rockets, Pacers, Raptors y Nets. Fue escogido en el quinteto de rookies de la temporada 2008, disputando un total de 743 partidos de Regular Season y 48 de playoffs. Tuvo promedios de 12 puntos y 6,7 rebotes, con 18 tantos por partido durante la 2010-11 como miembro de Rockets, dirigidos por Rick Adelman.

Rudy Gobert, de 30 años, fue una selección 27 del Draft de 2013, pasando del Cholet a la NBA y estar durante nueve cursos en Utah Jazz. Allí, tres veces All-Star, tres veces jugador defensivo de la NBA y tres veces en el tercer mejor quinteto de la NBA. Varios hitos, como liderar la liga en tapones en 2017 rebotes la temporada anterior. Representando a Francia, fue bronce en los Juegos Olímpicos de Tokyo, bronce en dos Mundiales (2014 y 2019) y dos medallas más en Eurobasket (plata en el pasado disputado ante España). Gobert, se coloca por detrás de Tony Parker en importancia dentro de la NBA, por delante de Nicolas Batum. El de Lisieux, lleva en la NBA desde 2008, pasando muchas temporadas en Trail Blazers, posteriormente en Hornets, para continuar desde 2020 en Clippers. Un total de seis medallas con el combinado del gallo atesora su palmarés.

Pero el primer jugador nacido en Francia en debutar en la NBA fue Olivier Micheal Saint-Jean, conocido por Tariq Abdul-Wahad tras convertirse al Islam. Fue escogido en el pick 11 del Draft de 1997, egresado de Michigan y comenzando su aventura NBA en Kings, para pasar posteriormente a Magic, Nuggets y finalizar en 2005 en los Mavs. Y Rubén Wolkowyski fue el primer argentino en la liga. El Colorado jugó 34 partidos en Supersonics, con nueve minutos de promedio y un total de 75 puntos. Después se trasladaría a Boston Celtics, para jugar siete partidos y partir a Tau Cerámica.

Albicelestes que hayan dejado huella tras Ginobili y Scola, encontramos a Nocioni, Oberto, Delfino y Prigioni, teniendo mucho menos pesos recientemente Campazzo y Deck, con un papel mucho menor en jugadores como Hermann, Pepe Sánchez, que debutó unos minutos después que Wolkowyski, haciéndolo en el mítico Madison Square Garden, Vildoza, Garino o Brussino. De los cuarenta franceses que han pisado la NBA, tres nombres han salido citados, pero en ese ránking, se colocaría Boris Diaw por detrás, con nombres como Jerome Moiso, Johan Petro, Mickael Petrus, Ronny Turiaf o Evan Fournier. En un escalón menor en importancia hay Alexis Ajinça, Beaubois, Poirier, Seraphin o Yabusele, con muy pocos minutos de DeColo o Antoine Rigeudeau. Sí, la leyenda apodadado “Le Roi“, estuvo en 2003 entre Dallas Mavericks y Golden State Warriors. En San Francisco no llegó a debutar y fue cortado. Su aventura NBA no funcionó, tras ser uno de los grandes iconos de Kinde Bolonia entre 1997-2003. Finalizaría su carrera en Pamesa Valencia.