¿Repetirán anillo los actuales campeones? Tras acabar con los Suns en 5 encuentros, han necesitado los 7 parra imponerse a unos brillantes Hornets, ¿cuáles han sido los puntos más destacados de la eliminatoria?

Juan Carlos Serrano

Era fácil estar de acuerdo con los planteamientos iniciales de San Antonio y New Orleans: Bowen sobre Paul por los Spurs, y los de Scott a hacer sufrir a Duncan. También comprensible el saturar la zona para evitar penetraciones de Parker y Ginobili, aunque supusiera dejar libres las esquinas. Los Hornets empezaron mejor, funcionándoles las salidas de los pívots contra los exteriores, especialmente fáciles para un Chandler al que le da tiempo a recuperar y enfrentarse abajo a Duncan, en donde le molesta por ser más joven y ágil. También le amargaron alternando con defensas de West y Ely, que saben los trucos para anotar por dentro. En el fondo era darles de su propia medicina, que si por algo se han caracterizado los Spurs esta última década ha sido por su intimidación a la hora de neutralizar frontcourts. En este sentido, gran David West al recoger siquiera parcialmente el testigo del Nowitzki 2006 como cuatro indefendible muchos ratos para San Antonio.
Pero los distintos ajustes de la serie (Ginobili titular, Duncan sobre West) llevaron a una lenta inversión de papeles. Desde el tercero era Stojakovic el marcado –y secado- por Bowen, quedando Paul sólo ante Parker y la ayuda-contención de turno, sin que esto condujera a la mejor versión del cuasi MVP. En el definitivo séptimo, Duncan desestabilizó como siempre al poste recibiendo dos contra uno -en la segunda mitad ya no se le dobló-, y castigándolos con la típica circulación Spur. En el pick and roll Hornets arriesgó más de la debido en los dos contra uno al exterior; lógica decisión que también acabaron pagando. En el otro lado, Duncan no salió de la zona en el cambio del bloqueo directo y esa sobreprotección surtió efecto como en los viejos tiempos.

David Vilares

Hace dos años, en par, cómo no, los Spurs se vieron eliminados en el peldaño inmediatamente anterior a la final del Oeste, merced a los mejores Mavs liderados por el mejor Nowitzki. Este año el peldaño puede haber servido de trampolín de cara a la final contra Lakers. Ha sido una serie extraña, con menos emoción de la que indica el 4-3 final y en la que hemos visto a un Tim Duncan muy inferior al de la serie de hace dos años. No es casualidad: los Hornets centraron su defensa en el de las Islas Vírgenes, a cambio de dejar muchos espacios por la línea de tres. Ya se vio en el primer partido: los Spurs, que promediaron poco más de 19 triples lanzados por partido en temporada regular, tiraron 31, apoyados en un brutal acierto inicial (en la segunda parte decayó y los Hornets se hicieron con el partido). El tiro exterior de San Antonio siguió teniendo protagonismo en el resto de serie (en todos los partidos tiraron más de 20 veces desde fuera de la línea), aunque no cayeron en la obsesión. Cada equipo fue amarrando las victorias en casa hasta el último, donde quizá los Hornets sí que acusaron su inexperiencia en un séptimo partido algo atípico. Parker ha sido el jugador más consistente de los Spurs, huérfanos del mejor Duncan –aunque ayer hubo unas siete u ocho jugadas consecutivas en las que sólo juegan para que él decida qué hacer; sin estar demasiado bien sigue siendo determinante-, y Ginóbili también ha estado a un gran nivel. Paul, pese a jugar peor que frente a Dallas, se ha doctorado en estos Playoffs y se le espera para próximas citas, junto a West y su resto de compinches.

Xesús Serrano

Partidos muy parecidos: las victorias y derrotas de los Spurs venian muchas veces determinadas por el acierto en el tiro exterior. ¿La causa? Las ayudas contínuas a Chandler en su defensa a Duncan cuando recibía en el interior, que permitía espacios para los tiradores.
Ha sido tremendo el daño que ha hecho West a la defensa de los Spurs, por encima incluso de Paul en muchas ocasiones. Junto a Chandler, Stojakovic y Pargo han sido los que han ayudado en la anotación, pero no han podido evitar que se notase la falta de secundarios en un Hornets que han cumplido de sobras esta temporada. En la defensa, destacar las buenas manos de sus defensores, siempre atentos al corte, empezando por un Paul que sigue siendo excepcional en este sentido. Aún así, necesitan reforzar el banquillo para un asalto serio al anillo.
En los Spurs hemos visto más o menos lo de siempre, sobrios y efectivos, pese a los problemas en los primeros dos partidos. Quizás llame la atención el papel de un Bowen que empezó intentando secar a Paul -sin éxito-, continuó con Stojakovic -haciendo que desapareciera- y terminó con Pargo en el último partido. Sorprende ver a un Duncan capaz de fallar los últimos diez tiros en el partido decisivo, pero no nos engañemos, su trío estelar no tienen nada que envidiar a ningún equipo y pueden darle la vuelta a un partido en cualquier momento a través de las acciones individuales, y cuentan con un movimiento de balón buscando conseguir espacios envidiable.