Llegaba el momento de decidir qué camino iba  a tomar la final del Este, Chicago tenía que confirmar su gran juego del primer partido y Miami intentar igualar la serie para tener el factor cancha a su favor. El partido se antojaba dramático ya antes del comienzo con "welcome to the jungle" sonando a todo trapo en el United Center.

Las claves del partido se antojaban las mismas, especialmente para Miami: el dominio del rebote, en el que Chicago había sido rotundamente superior en el Game 1, las transiciones de Miami, la defensa de Deng sobre LeBron y, sobre todo, quitarse los fantasmas y ganar el primer partido a los Bulls, que les habían derrotado en todos los partidos de regular season y en el primer partido de las series. Chris Bosh sería el foco de todas las miradas tras su demostración unos días antes.

LeBron, que nos dejó unas declaraciones picantes sobre "sus" Cavaliers tras el draft, dejando claro que ni le iba ni le venía, que le interesaba más bien poco, estaba decidido a llevar la serie de vuelta a Miami con un empate que les diera oportunidades de luchar por llegar a las World Series. Y verdaderamente se afanó en ello, 29 puntos 10 rebotes y 5 asistencias para el autoproclamado rey, siempre bien acompañado por su compañero de fatigas: Dwyane Wade consiguió 24 puntos y 9 rebotes para igualar la serie.

Todas las claves antes apuntadas se cumplieron… a favor de Miami. Tras un primer cuarto de dominio local, especialmente en el rebote, capturaron 8 rebotes ofensivos en esos 10 minutos los Bulls, los de Rose sólo consiguieron otros dos más en todo el partido. Esto pudo ser debido, en gran medida, a la aparición de Udonis Haslem, que se fajó con los pivots locales para disputar el domino Bull sobre los rechaces.

El partido comenzó como había terminado el anterior, con claro dominio local en las zonas y una actuación soberbia en ambos lados de la cancha de Luol Deng. Chicago defendía y corría, especialmente por medio de un muy activo Noah. El dúo mágico de los Heat intentaban contrarrestar ela alubión de juego local con agresivas penetraciones y juego cerca de canasta. La ventaja de las huestes de Rose era ya de 7 puntos al finalizar el primer cuarto, tras un triple de más allá del medio campo de Luol Deng, que anotaría 9 de sus 13 puntos en este primer periodo.

En el segundo cuarto las estrellas de los Heat se pusieron el mono de trabajo y bajaron a las trincheras. Entre LeBron y Wade anotaron 20 de los 29 puntos de los de Spoelstra, que le dieron una ventaja mínima de dos puntos al descanso. La entrada de Udonis Haslem resultó vital para frenar la carnicería local en la zona y además sumó dos puntos desde la linea de personal, tras una lesión que le había mantenido alejado de las canchas durante más de 4 meses.

En la segunda parte se empezó a notar mucho el cansancio y el sobresfuerzo defensivo. Hasta la aparición de los dos astros de Miami en los 3 últimos minutos, el tanteador en la segunda parte estaba 27-29… ¡en más de 20 minutos!. En los que hubo más que palabras: Asik recibió un golpe y tuvo que recibir asistencia médica por una brecha en la barbilla, la foto del turco sangrando es la mejor imagen de cómo fue este Game 2. Por otro lado, Wade tambié sangraba del codo tras esa acción, lo que obligó a Coach S a pedir dos tiempos muertos consecutivos a falta de menos de 4 minutos, ya que no quería jugar ni un segundo sin su escolta. Un cortocircuito ofensivo de los Bulls y la aparición de un LeBron James estelar, que recordó al que sentenció el último partido de la serie ante los Celtics, hicieron que Miami se llevara el partido por un pírrico 75-85 y, por ende, el factor cancha. Mal partido de Rose y de los Bulls en general en el porcentaje de tiros. Pudo ser el cansancio, pero un equipo que aspira a ganar el anillo no puede acreditar 28/82 (34% en tiros de campo),  15% en triples (3/20) y 61% en libres (16/26).

La exhibición ofensiva de LeBron y Wade llegó en el momento preciso. Hasta entonces nadie del Big 3 de Miami había anotado un punto en el último cuarto y los fantasmas de toda la temporada ante los Bulls comenzaba a parecer muy corpóreos. Este punto para Miami deja la serie abierta, pero con una ligera ventaja para los Heat, sobre todo anímicamente, ya que estaban muy tocados tras el baño del Game 1 y el primer cuarto de este partido, en el que parecía que iban a recibir otro serio correctivo, pero LeBron y Wade no lo permitieron.

Rose, pese a ser el máximo anotador de los Bulls con 21 puntos, presentó un 7/26 en tiros de campo indigno de él, todo un MVP de la NBA. Deng se fue desinflando con el paso de los minutos, tal vez lastrado por el esfuerzo defensivo sobre James y los pivots no fueron decisivos en ningún momento tras el minuto 12 de partido.

Game 3 en Miami, Rose, Deng, LeBron, Wade, Boozer, Bosh… las espadas en todo lo alto y una pregunta en el aire: ¿Qué versión de los Bulls veremos? ¿La de los primeros 60 minutos de la serie? ¿O la cansada y espesa en ataque de los últimos 36?