Tras un verano en el que varias de las estrellas de la NBA han cambiado de equipo, solo nos han quedado claras dos cosas: los Warriors siguen siendo los indiscutibles favoritos al anillo y la Conferencia Oeste es más salvaje que nunca. Nombres como Paul George o Paul Millsap llegan a dicha conferencia para darle a la liga una desigualdad todavía mayor entre sus dos conferencias.
El acceso a playoffs es más difícil que nunca, pero uno de los equipos que debería dar ese salto sin excusas son los Minnesota Timberwolves. El equipo entrenado por Tom Thibaudeau ha tenido un verano con fichajes muy interesantes, con lo que, si sumamos la esperada progresión que pueden tener sus estrellas, encontramos que los Timberwolves son uno de los proyectos más interesantes para llegar lejos en la Conferencia Oeste.
Minnesota ha incorporado a una serie de jugadores que mezclan muy bien con la filosofía de Thibaudeau, que pide seriedad en ataque y dureza en defensa. Jeff Teague parece el base ideal para el técnico. Un jugador que ya ha probado la sensación de disputar un All-Star y siempre se ha caracterizado por su buena toma de decisiones. Además, el exjugador de Indiana y Atlanta tiene un tiro exterior fiable y la capacidad de ser un líder sobre la pista cuando los partidos se pongan difíciles. Su salario es elevado (19 millones) pero la decisión de ficharlo parece la correcta. La única duda es que se decidió prescindir de Ricky Rubio, cuya temporada pasada tuvo dos mitades bien diferenciadas. En la primera, con protagonismo total en el equipo para Wiggins y Towns, no tuvo ocasión de mostrar sus virtudes, pero en los últimos meses de la campaña mostró su mejor nivel de siempre. Seguro que la creatividad e imprevisibilidad del base de El Masnou se echarán de menos en el norte de Estados Unidos.
Jamal Crawford llega para dar anotación desde el banquillo, como ha hecho en toda su carrera. A pesar de su talento, es el fichaje que más dudas ofrece. En ataque es un jugador que tiende al individualismo, algo que Thibadeau solo suele conceder a sus estrellas. A pesar de ello, las mayores dudas vienen en defensa, donde nunca se ha mostrado como un jugador consistente. El entrenador tendrá que organizar sistemas en los que pueda reducir estas debilidades y de este modo sacar partido del mejor Crawford, un jugador que siempre ha destacado en materia anotadora saliendo desde el banquillo.
Los otros dos fichajes parecen los más adecuados para el proyecto de Thibaudeau, porque el entrenador los conoce perfectamente de su paso por los Bulls. Taj Gibson es un ala-pívot de escaso talento, pero elevada lucha y disciplina táctica. Ocupará un puesto de titular y será el compañero en la pintura de Karl-Anthony Towns. El otro fichaje es el más destacado. Jimmy Butler llega para dar el definitivo salto de calidad. En Solobasket ya analizamos su incoporación.
Además de estas incorporaciones, Minnesota contará con los dos jugadores en los que basa su futuro, Wiggins y Towns, que deberán seguir creciendo y convertirse en las referencias del equipo para los años venideros, junto a Butler. Estos jugadores, junto a Teague y Gibson, formarán el quinteto titular y probablemente gozarán de muchos minutos en pista, lo que es habitual en Thibaudeau.
A pesar de la fortaleza de dicho quinteto, el entrenador posee interesantes piezas en su banquillo. Tras dos años en los que no ha podido demostrar todo el potencial que se le suponía por falta de minutos, Tyus Jones da el salto a base suplente del equipo. Siempre que ha dispuesto de minutos ha tenido un rendimiento correcto, lo que deberá seguir haciendo en ausencia de Teague. Jamal Crawford será el anotador desde el banquillo, Bjelica deberá abrir el campo desde el triple y la pareja Aldrich-Dieng ofrecerán el reposo necesario para que no baje el nivel defensivo en los minutos en los que la pareja interior descanse en el banquillo. Quizá haga falta algún otro refuerzo, especialmente para el juego exterior, pero dados los precedentes de Thibaudeau, quizá no sea necesario.
El futuro del equipo es más brillante que nunca. Wiggins está negociando una renovación por el máximo y Towns lo hará el año que viene. Butler y Teague están atados por tres años. Los Wolves gastan hasta el momento 112 millones en salarios de su plantilla, que se dispararán con las millonarias renovaciones que comentábamos. Por ello, sería conveniente que intentaran librarse del contrato de Dieng, al que le quedan 4 años por 64 millones, una barbaridad para un suplente. Excepto ese caso, no hay más contratos tóxicos en el equipo, lo que les permite una política continuista que, eso sí, limita en exceso el margen de maniobra de la gerencia para futuras mejoras de la plantilla.
Sin embargo, los Wolves no deben pensar en el futuro, sino en el presente. El objetivo son los playoffs y si finalmente no se consigue llegar a ellos, la temporada será un fracaso. Hay varios equipos que tienen un billete asegurado: Golden State, San Antonio, Houston, Clippers y Oklahoma jugarán la postemporada. Sin embargo, hay otros tres equipos que tienen difícil repetir presencia: Memphis, Utah y Portland. Minnesota debe ocupar uno de esos tres puestos restantes, a pesar de la competencia que ofrecerán esos tres equipos, además de otros que están en franca mejoría como Denver y Nueva Orleans, cuya temporada también se va a valorar por el acceso a los playoffs.
Va a ser una temporada preciosa en la Conferencia Oeste, que verá una tremenda lucha entre equipos de mucho talento por entrar en playoffs. Los Wolves deben entrar en ellos tras 13 años de espera y para ello han confeccionado una plantilla de mucho físico y talento al gusto de su entrenador. Esta temporada debe ser la primera piedra en el camino de una década en la que deberían ser una de las referencias de la Conferencia Oeste.