En su habitat natural, estos Warriors sin imparables. Si corren, si defienden al máximo nivel y mueven el balón para encontrar el mejor tiro liberado, el de Curry generalmente. LeBron está en sus novenas finales, las octavas consecutivas. Pero ni en 2007, con aquellos imberbes Cavaliers de Ilgauskas, Varejao, Hughes y Gooden fue menos favorito. Llegó casi de milagro, tras vencer un séptimo en Boston e ir por detrás en primera ronda y en las finales del Este. Pero Golden State es otro nivel. 

Los Cavaliers lo intentaron, pese a la amarga noche de JR Smith o Jeff Green. Pero el problema, el principal problema para LeBron James es otro: Stephen Curry. Ni siquiera los Warriors necesitaron a la mejor versión de KD o Klay [que se fue hasta los 26 y 20] porque un Curry estratosférico fue suficiente para acabar con estos Cavs. LeBron, hoy bastante humano, se quedó en 29 puntos, 13 asistencias y 9 rebotes. Insuficiente. 

Como nota, Calderón anotó sus primeros puntos en unas NBA Finals convirtiéndose en el tercer jugador español [tras Pau 2008, 2009 y 2010] y Serge Ibaka [2012] en hacerlo. 

GOLDEN STATE WARRIORS 122 — 103 CLEVELAND CAVALIERS [2-0]

EL MOMENTO

Difícil quedarse con uno, pero el instante Curry fue bastante demoledor. Con los Cavs apretando en defensa, cerrando los tiros fáciles y Golden State apurado en ataque y con Durant en el banquillo, el partido se igualaba. Cleveland se ponía a solo 7 puntos de salida del último cuarto y entonces aparecía él, Don Stephen, para dinamitarlo todo. En 32 segundos anotaba dos triples, el primero en la cara de Larry Nance Jr; el segundo, tras la finta ante Kevin Love. El Oracle explotaba, los Warriors se iban +13 y todavía quedaba mucho Curry por exprimir, solo acababa de empezar el trance. Un triple de casi diez metros tras casi perder el balón y con Love encima. Y para cerrar, 3+1 desde la esquina otra vez con Kevin Love. Un último cuarto para el recuerdo. 

LA CLAVE

La soledad de LeBron James. Love anotó 22, pero sin ejercer un peligro. Si lo hizo Tristan, que se quedó en 11. Pero otra vez, y es la segunda en esta serie, los secundarios de Cleveland no rindieron al nivel esperado. En el primer partido entre Korver, JR Smith, Clarkson y Jeff Green sumaron un horrendo 10/31 en pista. Ayer, todavía peor: 6/25. De los cuatro, quizá el que más daño está generando es Korver, que sin ser un arma en ataque, los Cavaliers no encuentran opciones más allá del LeBron hero-ball. Y Lue debe encontrar respuestas para el próximo partido. 

EL MVP

Otra vez, Curry. 33 puntos [9/17 en triples, 2/9 en tiros de dos, 2/2 en tiros libres], 7 rebotes [1 ofensivo], 8 asistencias, 1 robos y +19 en pista, además de cinco pérdidas y tres faltas. Una noche de delirio para el mejor Curry en unas finales. Steph nunca ha sido MVP en los dos anillos que los Warriors de Kerr han ganado (Iguodala 2015, Durant 2017) pero el segundo partido le sitúa como líder en la carrera por llevarse el Bill Russell Award. 

LA ESTADÍSTICA

Nadie, nunca, en unas Finales de la NBA había anotado nueve triples. Hasta esta madrugada. Tenía que ser él. Stephen Curry, al que muchos ya consideran el mejor tirador de la historia de la NBA, ha vuelto a demostrar el por qué. Se tiró 17 pero anotó más de la mitad, nueve [cinco en el último cuarto].