Marc Gasol decía la mañana del media day que el miedo no existe, el miedo deportivo como tal es irreal. Enfrentarse a Golden State es un reto, pero el miedo es una emoción para el día a día, no para unas NBA Finals. Por mucho que sean tus primeras, que delante tengas el mejor equipo de lo que va de siglo y que tengas en la espalda el peso de un país. El miedo no existe, no en Toronto.
No en una ciudad que ha reunido a Kawhi, Gasol, Lowry, Siakam y Danny Green para jugar el primer partido de la historia de las NBA Finals fuera de los Estados Unidos. No para un equipo que ha perdido el miedo, el respeto por Golden State y que en sus primeras finales, lidera 1-0.
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— Alejandro Gaitán (@alejandroggo) 31 de mayo de 2019
TORONTO RAPTORS 118 — 109 golden state warriors
Triple de Danny Green, triple de Kawhi y acto seguido, dos triples de Gasol. Por medio, Curry respondía desde la larga distancia, desde la pintura y desde donde Lowry o VanVleet le dejaban. Pero respondía al órdago, siempre. Casi como única arma, junto a Klay. El base se fue a 34, 21 para Thompson. Y si los Warriors jugaban en equipo, pero los Raptors más.
Del 25–21 del primer cuarto, nos quedó la sensación de siempre. Toronto estaba jugando al mejor nivel posible, pese a un Kawhi Leonard humano por la asfixiante y alternativa defensa que Kerr propuso. "Sabíamos que harían algo así" decía Marc. Y pese a ese nivel, a esa excelencia, Golden State estaba siempre a dos posesiones, tres tras un triple de Danny Green en la última posesión de cuarto.
Gasol dominaba en defensa, y los Raptors se gustaban colectivamente en ataque: al descanso 13 asistencias en 20 canastas, con todos los titulares con un +/- positivo y VanVleet apareciendo cuando el equipo necesitaba un respiro. Y mientras, el español leía cada ataque de Curry antes de tiempo y forzaba tiros fuera de lugar, pérdidas y dejaba a los Warriors confusos. Heridos, pero para nada fuera del partido.
La sensación de inseguridad seguía. Golden State llegaba a estar por debajo en dobles dígitos por cuarto partido seguido, y se llevó los tres anterior. Por desgracia para Kerr, los Raptors son muy distintos a cualquier rival que se hayan podido cruzar en el Oeste. Primero por Kawhi, que metió 15 en la segunda parte.
Tercer cuarto sin fallo.
— Alejandro Gaitán (@alejandroggo) 31 de mayo de 2019
Partido sin errores.
Siakam no sabe dejar de crecer. pic.twitter.com/8hGbfJwnxW
Al margen, la noche de Pascal Siakam. Por contextualizar rápidamente sus 32 puntos, ocho rebotes, cinco asistencias y dos tapones: es el primer debutante en unas finales desde Kevin Durant, hoy todavía baja, en anotar +30, y el primer jugador desde Shaquille O'Neal en anotar +30 con +80%.
Milwaukee y Philadelphia supieron parar el juego en carrera de los Raptors, el binomio que forman el camerunés con cualquier jugador capaz de lanzar un balón largo como Tom Brady haría. Su tercer cuarto es ya un pedacito de la historia que están haciendo estos Raptors en 2019: 14 puntos, seis de seis en lanzamientos y por primera vez, generando su propio tiro.
Historia hizo también Dray, que con 10 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, consiguió el noveno triple-doble de su carrera en post-temporada, empatado con Wilt Chamberlain en la séptima posición en la historia. Es el quinto este año, el tercero seguido de un Green que sigue encendidísimo.
Vimos a Cousins desde el banquillo, se quedó en tres míseros puntos fuera de forma y Andre Iguodala salió lesionado, a la espera de más pruebas. Por lo que la noche, además de ser la primera vez que Golden State pierde un primer partido de una serie en 14 rondas y la primera derrota en NBA Finals en 720 días, puede salir muy cara.
La otra cara, la de la moneda, para Siakam, Marc y el resto de los Raptors, que han hecho otra vez historia, y no tienen previsto parar ahora.