Boston Celtics ha anunciado que van a despedir a Vin Baker por alcoholismo. Una cláusula del millonario contrato del alero dice que, si éste se perdiera 10 partidos consecutivos, por 3 veces, por culpa de su suspensión por problemas con el alcohol, los verdes pueden rescindirle unilateralmente. Baker tiene, o tenía, garantizados 36 millones de dólares para las próximas dos temporadas y media.
"Por normas de la liga, el proceso de renuncia dura 48 horas laborables", dijo el Director de Comunicación bostoniano, Bill Bonsiewicz. "Por el fin de semana y el festivo nacional del lunes [en EE.UU.], este período terminará a las 10 de la mañana (hora de costa Este) del miércoles 18 de febrero. Hasta que este período expire, el club rehúsa hacer más comentarios al respecto."
Los representantes del jugador dicen que aún podría volver (no hay quien se lo crea: si vuelve es por cobrar, no porque quiera rehabilitarse). Billy Hunter, representante de la Asociación de Jugadores NBA, dijo que el contrato de Baker está garantizado, y que lucharán por él. Pero es cierto que, aunque no lo dijera, reconocen la cláusula anterior y que los Celtics tienen razón.
New York Knicks, al acecho
Como ya comentamos en estas páginas hace días, el agente de Baker tiene un nuevo y jugoso contrato dispuesto para llevar a la Gran Manzana, visto que podrían perder a Kurt Thomas en verano. No creería que también los Knicks piquen en este timo descomunal que es Baker, pero es que quien manda ahora en el Madison es Isaiah Thomas, también conocido por colocar como gran estrella de la liga, con permiso para tirarse todo lo que quisiera, al mediocre Ron Artest.