Del 2-0 al 2-2 solo han pasado 48 horas. La serie, que tras el primer partido parecía una lluvia de incógnitas y tras el segundo un espejismo para Boston, ha vuelto a la realidad. Los Cavaliers son un equipo diseñado para que cuando mayo finalice, el roster funcione como un reloj. Desde Kyle Korver hasta Larry Nance Jr, pasando por Kevin Love o Tristan Thompson. Y si no, siempre está LeBron.
Tenemos una serie nueva: al mejor de tres. Quien gane dos jugará las finales. El otro, las verá por televisión.
CLEVELAND CAVALIERS 111 – 102 BOSTON CELTICS [2-2]
el momento
Lo bajaron hasta en siete ocasiones a ocho puntos, la diferencia más pequeña desde el primer cuarto. Y Horford tuvo un triple abierto, solo, sin oposición y con la oportunidad de poner a Boston a cinco puntos. De, prácticamente, reiniciar el partido y poner emoción en The Q. Se salió, no entró el triple y un minuto después la diferencia era otra vez de once puntos. Game over y 2-2 en la serie.
"Hemos tenido muchas y muy buenas oportunidades para meternos en el partido pero hemos fallado buenos tiros" reconocía Brad Stevens. La culpa, única y exclusivamente para sus jugadores que remaban y remaban pero se ahogaron en la orilla.
la clave
Cleveland en casa en una y fuera es otra. Y peor aun, Boston en casa es infalible (9-0) y fuera de casa, un flan de emociones (1-6) sin capacidad de decisión. La diferencia entre ambos equipos jugando de local y de visitante es abismal y ayer se volvió a notar, especialmente en el primer cuarto. Los Celtics todavía no saben lo que es anotar +20 puntos de visitantes en el primer cuarto (salvo en la victoria en el game 3 ante Philly) y Cleveland aprovecha las primeras partes (+15) para dejar el partido encarrilado. Cuando Boston encontró mínimamente la línea, ya era tarde. LeBron tenía el 2-2 en la mano.
#Celtics en los Playoffs 2018
De local De visitante pic.twitter.com/DSyIUldC8E
— Herederos de Pierce (@HerederosPierce) May 22, 2018
el mvp
La sección casi diaria de LeBron James cuando juegan los Cavaliers. Ayer se fue a los 44 puntos como quien no quiere la cosa, con una tranquilidad absoluta y aprovechando cada mismatch posible (17/28 en tiros, incluyendo un 1/4 en triples y 9/13 en tiros libres), además de recoger 5 rebotes, repartir 3 asistencias y recuperar 2 balones. En su lista de tareas pendientes, cuidar mejor el balón: ayer lo perdió siete veces y van 5.75 de media en la serie.
la estadística
Desde ayer, a mitad del segundo cuarto, LeBron James ya es oficialmente el jugador con más tiros en la historia de los playoffs de la NBA, superando a Kareem Abdur-Jabbar. Otro récord para un James que, por longevidad y por llegar prácticamente cada año a las finales, está cerca de conseguir casi todos los récords absolutos de post-temporada. ¿El próximo? Ser el primero en remontar un 0-2 a Boston.
Pero no es todo. Es, además, el sexto partido de estos playoffs con más de 40 puntos, el año con más en su carrera (mejor cifra desde Iverson en 2001) y se convirtió también en el máximo anotador de la historia contra los Celtics, superando a Jerry West.