El primer entrenamiento de los Miami Heat estaba previsto para las 9 de la mañana del día 2 de Octubre. Sin embargo, unas horas antes los jugadores recibían una notificación de la franquicia que adelantaba la hora de la primera práctica para las 12:01 de la madrugada, justo un minuto después de la fecha tope que les permitían las reglas de la liga. El entrenamiento se prolongaba hasta las 2:30 de la madrugada. Udonis Haslem o Alonzo Mourning afirmaban estar contentos con la medida, como un guiño a los jugadores para que se esfuercen al máximo desde el primer momento.

Tres de los veinte jugadores que componen actualmente el roster de los Heat no recibían permiso del entrenador para compartir cancha con sus compañeros. Antoine Walker ha salido recientemente de una tendinitis, pero no es la primera vez que es apartado del resto del equipo. Dentro del “polvorín” en que parecía haberse convertido por momentos el vestuario de los Heat el pasado curso, tanto él como James Posey (actualmente jugador de los Celtics) fueron alejados del equipo durante el trascurso de la temporada por “exceso de porcentaje de grasa”. Smush Parker llegaba con problemas en un tobillo, y Earl Barron acaba de firmar el contrato tras estar todo el verano parado. Ellos tres entrenaban a nivel menor, alejados del resto de jugadores.

A las 11 de la mañana tenían su segunda cita con el cuerpo técnico todos los jugadores. “Algunos han llegado un poco dormidos, pero se han despertado al empezar a correr. Es como estar de nuevo en el colegio. Si no cumples los requisitos, no juegas”, afirmaba Shaquille O´Neal. “No han cumplido con las reglas del entrenador, no se trata de que haya alguien en su contra”, decía Dwayne Wade

La lucha por el anillo desde el primer minuto.