El año pasado fue muy duro para Pau Gasol en diversos aspectos. Primero, la lesión que se produjo durante las semifinales del Mundial le impidió comenzar la temporada y le hizo perderse muchos partidos, con lo que su entrada en la dinámica del grupo fue más complicada.

Después llegaron una espiral perdedora, algunos abucheos del público, críticas de la prensa, un cambio de entrenador… desde luego no fue una temporada de ensueño para nadie en Memphis, y Pau lo pasó tan mal que acabó trascendiendo su deseo de ser traspasado.

Pero este año es diferente. La llegada de su amigo Juan Carlos Navarro es interpretada por los medios norteamericanos como un factor determinante para que Pau quiera quedarse con los Grizzlies, y la estrella española no duda en mostrar una nueva cara con la prensa: “No quiero parecer un jugador avaricioso o un típo que no quiere estar aquí, quiero que la comunidad sepa que me estoy esforzando“, ha declarado.