Con un inicio de encuentro por parte de los Lakers muy superior, que permite un 62-43 al descanso, y 34 puntos de Kobe Bryant, consiguieron llevarse el sexto partido y acabar con su serie ante los Utah Jazz, ¿cuáles podemos decir que han sido las principales claves de la eliminatoria?

Xesús Serrano

En un par de partidos Derek Fisher tuvo que sentarse por faltas a los tres minutos de encuentro, y esas fueron las victorias de los Jazz. Mas, no nos engañemos y seamos serios: la llegada de Pau ha multiplicado las opciones ofensivas de los Lakers y permite que el caudal anotador de los angelinos sea mayor. El rendimiento en ataque de Kobe, Pau, Odom, Fisher y ¡Vujacic! es enorme, y quizás sea Odom el jugador más beneficiado de ese traspaso a mitad de temporada. Independientemente de algunas lagunas defensivas -pues sólo Turiaf es capaz en algunos momentos de cambiar un partido “desde atrás”-, los Lakers han mejorado, sobre todo, en ataque. Y eso es lo que ha permitido al equipo superar rondas. Independientemente de que se pueda poner en duda el potencial de sus rivales hasta el momento, o pensar que en ocasiones Bryant abusa del dominio del balón y rompe la fluidez del ataque, la imagen que han dado hasta ahora es como para mostrarse optimista.
Los Jazz han dejado dudas por el camino en la eliminatoria. No por parte de un Deron extraordinario, e incluso Okur o Kirilenko han tenido momentos de brillo, pero la imagen de Boozer queda muy tocada, repitiendo la gris eliminatoria que ya hiciese ante los Rockets.
Como detalle curioso, cuentan (quienes lo vieron) que los Albany Patroons entrenados por Phil Jackson basaban su ataque casi en exclusiva en la flex offense, lo mismo que hemos vuelto a ver en los Jazz de Sloan, como siempre desde hace mucho, siendo quienes fueren sus jugadores.

Meej

Al fin, un equipo logró sugestionarse de que jugaba en casa pese a llevar la camiseta oscura, y se llevó la eliminatoria. Fueron los Lakers en el sexto partido, pero salvo por ese detalle el guión siguió las líneas de todos los partidos anteriores: un equipo logra una ventaja inicial y el rival intenta remontada tras remontada sin lograr culminar, y dejando un persistente tufillo a que en realidad la victoria nunca estuvo en auténtico peligro. Las pérdidas de balón decidieron más de un encuentro, y en varias ocasiones los Jazz pagaron cara su afición por meterse en el bonus demasiado pronto. Los de Utah vivieron de un espectacular Deron Williams, que tuvo a Fisher permanentemente con problemas de faltas y humilló al pobre Farmar. En defensa, Kirilenko y el mencionado Ronnie Brewer estuvieron brillantes, pero en ataque se echó mucho de menos a Carlos Boozer, prácticamente desaparecido. Tuvieron que ser secundarios esforzados como Brewer o Millsap los que compensaran el desplome de Boozer y la irregularidad de Okur. Enfrente, los Lakers exprimieron al máximo a su quinteto titular, que rindió a un nivel espectacular a pesar de las faltas de Fisher y la irregularidad de Radmanovic. Desde el banquillo sólo Vujacic aportó, ya que Farmar estuvo desastroso, Walton desaparecido y Turiaf se limitó a dar un hachazo. Afortunadamente, Kobe Bryant ha estado imparable, y junto a él un sorprendentemente efectivo Odom y un muy buen Gasol, que ha demostrado infinitos recursos en ataque y una buena disposición defensiva (especialmente como taponador). Sin embargo, también es en parte culpa de su falta de agresividad que los problemas de rebote de Lakers no sólo continúen sino que parezcan agravarse.

Juan Carlos Serrano

Momentos como los de la reacción postrera del cuarto partido hacen que estos Lakers te recuerden en muchos aspectos a bastantes equipos anteriores de Phil Jackson. Ganadores en la cuerda floja, no tan rocosos como para pensar que no se les podía batir. Pero para eso hace falta más fuerza –mental y de la otra- de la que han puesto sobre la mesa los Jazz. Va a ser un largo verano en Salt Lake City. Ya sabíamos lo grande que era ese jugador tan directo que es Deron Williams o lo curiosos que son los double pump de Millsap. Pero no ha sido tan agradable descubrir que a Boozer se le puede contener quitándole espacios, un retroceso inquietante para unirlo a la papeleta de Kirilenko, apuesta fallida donde las haya, y ya sin excusas que valgan para dar tanta guerra en el vestuario, que bien que le necesitaba este equipo como un mejor referente defensivo y sobre todo como factor de intimidación.
El problema para el ruso es que ni tiene tanto talento, ni hay muchos Kobes en la liga, como para asegurar el reinsertarse en otro lado a lo Gasol. Con muchas comillas, pero Pau ha recuperado crédito superando a All-Stars más recientes que él, y confirmando que se ha inserido como cabía esperar para ser una faceta más dentro de este iconoclasta prisma de talento angelino, tan saludablemente distinto de los otros ejércitos que quedan en liza. Un grupo ofensivo con muchos pasadores de calidad buscando desajustes –exquisitos algunos pase y va-, pero también con su parte de dureza, con Fisher y la atención del lado balón. Pero como ya he dicho, son un puro equipo de Jackson, lo que a las alturas a las que han llegado, significa ver lo mejor de los mejores. Kobe por un tubo, vamos.

Andrés Monje

Los Lakers han pasado con buena nota su verdadero debut en estos PO’s –no considero como tal las pachangas que jugaron ante Denver-, sometiendo a unos siempre competitivos Jazz. Resulta muy positivo para los de Phil Jackson reseñar que pese a ofrecer una sensación de no dar el máximo de sus posibilidades mas que en puntuales tramos de los partidos, vayan solventando sus retos y ya estén, casi sin querer, en la WCF. Y digo positivo porque eso significa que los angelinos son mucho más competitivos de lo que puedan parecer a simple vista. Liderados por un Bryant estelar, y bien secundados por Gasol, Odom y Fisher –magnífico en toda la serie ante su ex equipo-, los de púrpura y oro ya esperan rival. Y, para mí, con el cartel de favoritos colgado de su cuello. Cabe resaltar la grata sorpresa que ha supuesto la aportación defensiva de Gasol durante la eliminatoria. Al de Sant Boi le costó un partido en Utah asimilar qué es de verdad un partido de fase final, pero una vez aprendida la lección ha sido capaz de poner en muchos problemas a Boozer y acoplarse con éxito a un rol más secundario.
Los Jazz, por su parte, han dado lo que podían dar. Un baloncesto muy físico, cimentado en su clara superioridad en el rebote y el estilo característico de Sloan siempre presente. Destacar, sobre todo, a Deron Williams, que cada encuentro que pasa se empeña en demostrar que lo suyo con Paul va camino de pasar a la historia. Muy discreto Boozer, del que se esperaba mucho más, y sin pena ni gloria el resto de sus puntales. A Utah le ha faltado un punto más de contundencia, precisamente algo que les sobra a los Lakers, que sin hacer excesivo ruido van aumentando la fe en si mismos. Y como la espalda de Bryant responda…

Matías Castañón

El valor que puede tener este cruce de cara a la final de Conferencia se antoja a mi parecer vital para los Lakers. Contra Denver no tuvieron rival, pero frente a los Jazz tuvieron que lidiar con un conjunto duro, con uno de los mejores equipos en su pista y a quienes consiguieron arrancar la victoria definitiva en Salt Lake City. Llegar a la final del Oeste con 8-0 no sólo sería irreal, sino contraproducente ante una derrota a las primeras de cambio. El mantenerse durante toda la serie por encima de los 100 puntos es otra de las claves a destacar, visto que los Jazz son un equipo que suele llevar los partidos en su pista a una anotación mas baja que a lo que acostumbran fuera.
Sobre la aportación individual, Kobe ha sido el centro de atención durante toda la eliminatoria, pero me parece importante destacar el trabajo de un hombre al que en España se considera un simple compañero cuando no es otra cosa que una pieza clave en el organigrama lacustre: Odom ha mantenido muy buenos porcentajes en el tiro además de ser el mejor en cuanto al rebote, algo que ayudará ante los forwards del rival en la próxima ronda. En cuanto al papel de Gasol, su aportación ha dado aire a los Lakers, pero creo que lo mejor está por venir: si finalmente los Hornets pasan a la final de Conferencia, será el hombre que marque diferencias. Si por el contrario, pasan los Spurs, tendrá muchos mas problemas para ponerle un tope a los interiores tejanos.