Después de sufrir lo imposible ante Indiana Pacers y de pasearse, posteriormente, ante Toronto Raptors, los Cleveland Cavaliers vuelven a la Final de Conferencia dispuestos a conseguir llegar a su cuarta Final de la NBA consecutiva. Enfrente unos Boston Celtics a los que ya eliminaron el año pasado y que han sorprendido a propios extraños después de superar dos rondas sin Kyrie Irving y sin Gordon Hayward, las dos estrellas del nuevo proyecto verde. Es decir, otra vez, el mismo guion que el de la pasada campaña en la que acabaron sucumbiendo ante los Warriors de Durant, Curry, Thompson y Green. LeBron James quiere volver a guiar a sus Cavs en los que pueden ser sus últimos partidos como miembro de la franquicia de su Ohio natal, en su mejor año, algo que parecía imposible, el Rey se enfrenta a su bestia negra en el Este, el último equipo capaz de ganarle una eliminatoria en la conferencia de la que dueño y señor. Fue en 2010, cuando Garnett, Allen, Pierce y Rondo todavía vestían la mítica camiseta verde. ¿Qué pasará este año?

Los OTROS CAVALIERS

A priori, parece complicado que los Celtics puedan sorprender a unos Cavs que llegan rodados después de eliminar, recuperando su mejor juego, a los Raptors. LeBron está descansado, y ha comprobado que sus escuderos han llegado justo a tiempo a Playoffs. La primera ronda fue LeBron contra Indiana, pero en la segunda, los Kevin Love, Kyle Korver o JR Smith, demostraron haber recuperado su mejor forma. Si Cleveland quiere eliminar a los Celtics, les necesitará al mejor nivel. Y esa es precisamente, una de las claves. Si los secundarios repiten sus actuaciones de la serie pasada ante los Celtics, los Cavs estarán en las Finales una vez más. Pasaron de promediar 43 puntos en la ronda ante Indiana a hacer 70 ante los Raptors. Treinta puntos de diferencia que ayudaron a que James estuviera más descansado para los momentos clave. Ante los Celtics, esa batalla será de vital importancia. Ante un equipo tan físico como los de Stevens, y tan bien liderados desde el banquillo (algo más parecido a Indiana que a Toronto), LeBron no puede quedarse solo ante la adversidad, y necesitará el acierto y el buen rendimiento de sus compañeros. Otra vez, las miradas estarán puestas en Kyle Korver, en George Hill o en JR Smith. Y sobre todo en Kevin Love. El alero tiene ante sí una nueva oportunidad de demostrar que es una verdadera estrella de la liga. Quizás, su última.

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Lue vs STEVENs

Boston es un equipo muy físico, con una defensa imponente y fantásticamente dirigido por Brad Stevens. Un equipo mucho más parecido a Indiana que a Toronto. Sin estrellas y con un juego coral y muy del Este. Las miserias de los Cavaliers ya se vieron en primera ronda, pero ahora, el equipo dirigido por Tyronn Lue ha recuperado la confianza y su buen juego. Precisamente, Lue ha sabido reaccionar a tiempo para dar con el clavo en algunas momento clave. La entrada en la rotación de Thompson, darle más protagonismo en la pintura a Love, involucrar más en la faceta ofensiva a Korver o emparejar a LeBron con los suplentes de los Raptors para decidir los partidos. Pero esta vez, tiene delante al mejor entrenador de la liga. Un Brad Stevens que ha demostrado ser capaz de cambiar dinámicas y series a favor de los suyos. ¿Podrá Lue ganarle la partida o al menos provocar que los cambios del entrenador de los Celtics se noten lo mínimo?

LEBRON ANTE SU LEYENDA

Más allá de todos los factores anteriormente citados. El elemento más determinante de la eliminatoria volverá a ser LeBron James. El de Akron lleva 23 rondas consecutivas sin ser eliminado en el Este, y ha sido capaz de sentenciar casi todos los proyectos que se le han puesto por delante, el último, el de los Raptors. Jugando el mejor baloncesto de su carrera, a los 33 años y después de quince temporadas en la NBA, James tiene ante sí volver a jugar su octava final consecutiva. Una auténtica barbaridad para el que para muchos, es el único digno de compararse con Michael Jordan. Llega descansado y con la confianza por las nubes y sabe, que si gana a los Celtics, dará un paso más en su particular carrera por ser el más grande de todos los tiempos. Además, puede ser su último gran favor a la causa cavalier. Sigue siendo el coco del Este, y quiere mantener su trono. 

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