No es la mejor noticia para afrontar las Finales de la NBA. Klay Thompson tuvo que retirarse en el último cuarto del quinto partido contra los Rockets a causa de un rodillazo de Trevor Ariza en su cabeza. El escolta de los Warriors no volvió a jugar y aunque durante el partido se dijo que no había problema, la lesión se ha ido complicando con el tiempo.
Tras realizársele varias pruebas, se le ha diagnosticado una conmoción por lo que pasa a ser baja indefinida y no se sabe si llegará al inicio de las Finales contra Cleveland Cavaliers. La NBA tiene un protocolo muy serio para estos casos y, hasta que varias pruebas no demuestren que Thompson está en perfectas condiciones, no podrá volver a jugar. El equipo médico de Warriors ha admitido que a partir de ahora habrá que extremar precauciones para que Thompson pueda recuperarse lo antes posible.
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No es un jugador cualquiera. Y es que Thompson cobra gran importancia en los Warriors siendo una pieza clave de su juego. Habrá que ver, en el caso de que no llegue, cómo Steve Kerr es capaz de suplir su baja sin que el rendimiento del equipo se resienta. Aun así, baja muy importante para los Warriors.