Desde que en Julio el prodigio de Ohio, LeBron James, proclamó en la televisión nacional y mientras al menos cuatro ciudades contenían la respiración, que pondría su talento a disposición de los Miami Heat, surgió otra nueva versión del big three y la franquicia pasó a ser automáticamente uno de los grandes aspirantes al anillo según los especialistas.

Ocho meses después los San Antonio Spurs infligían al trío de los Heat y sus compañeros un serio correctivo, 125-95, y las alarmas, que no sonaban desde el fatídico comienzo de temporada con unos números que rondaron el 50% de victorias durante los primeros 24 partidos. El partido no tuvo historia alguna y los Spurs masacraron a su rival que, pese a James, se vió impotente ante los recursos y el movimiento de balón del que hacían gala los Texanos. Aunque a día de hoy es el mejor equipo de la NBA según los números, San Antonio fue barrido por los Suns el año pasado en las semifinales de conferencia, pese a ello no cambió prácticamente nada y siguió con su bloque que tantas alegrías le ha dado en la última década sustentado en la columna vertebral Duncan-Parker-Ginobili, y, como hemos dicho, ahora es el equipo con mejor balance de toda la liga.

Dados los últimos acontecimientos y echando un ojo a los últimos años: ¿Cuál es mejor proyecto campeón?¿El del talento y las súperestrellas de los Heat? ¿O lo que te aporta tener un proyecto consolidado con estrellas de menor rango, como los Spurs?

Miami se apunta a la última moda en la NBA: Los "Big three"

 Dwyane Wade, LeBron James y Chris Bosh. Tres nombres, tres jugadores, tres all-star y, desde este año, un equipo; los Miami Heat. El genio Pat Riley llevó a cabo este verano un movimiento espectacular pero con precedentes, reunió al autoproclamado Rey y a uno de los agentes más cotizados de la NBA con otro all-star ya afincado en Florida. De momento el experimento sigue a examen; ahora mismo se encuentra en una dura pugna por el segundo puesto de la conferencia este con los Chicago Bulls (con los que ha caído derrotado en todos su encuentros esta temporada), con un balance de 43-20, pero con un balance de 15-14 cuando juegan contra equipos que superan el 50% de victorias. LeBron y Wade no han bajado sus prestaciones y siguen en el top5 de anotadores de la liga con 26.2 y 25.5  puntos respectivamente. Se podría pensar que con dos de los mejores anotadores de la NBA los balones importantes no queman en Miami, pero el dato es que en los últimos 10 segundos de partido, si éste va igualado (a 3 puntos o menos), Miami ha anotado esta temporada 1/18 tiros intentados en ese tiempo para empatar o ponerse por delante en el marcador.
 

Mirando al pasado e incluso a la actualidad, se puede apreciar que ha habido franquicias exitosas con este tipo de política; no podemos hablar del proyecto de los Heat sin hablar de la última versión exitosa del "Big Three", los Celtics de Boston. Cuando a Paul Pierce se le unieron Ray Allen y Kevin Garnett (Que ya había tenido una no tan exitosa precuela en Minnesota con Cassell y Sprewell). Los orgullosos verdes han ganado un título de la NBA y han disputado otra final desde que adquirieron a Garnett y a Allen, huelga decir que se considera exitoso el rendimiento que han dado los tres all-star juntos en Boston. Otros en cambio no fueron tan afortunados, como los Lakers de Malone y Payton, muy castigados por las lesiones y por la lucha de egos entre Kobe y Shaq, o los Houston Rockets de finales de los 90 que reunieron a, nada más y nada menos, Olajuwon,  Barkley y Pippen en un mismo equipo (antes Barkley, Olajuwon y Drexler), los cuales tampoco consiguieron ganar un anillo con semejante elenco de all-stars y hall of famers. Lo que demuestra que incluir a 3 ó 4 jugadores de los 50 mejores de la historia de la NBA no te asegura un anillo.

Para terminar hay que decir que seguro que Boston y Miami no son los últimos grandes "Big threes" de la NBA, ya que en la gran manzana, tras conseguir reclutar a Melo y Billups, ya han formado otro gran trío de estrellas, pero Amar’e y su gente ya están pensando en Chris Paul para terminar el poker de all-stars o mejorar el trío si se va Billups. Una gran realidad que apoya este tipo de proyectos es que, no hay mejor manera que atraer a un all-star que otro all-star. Los New York Knicks tienen claro lo que quieren: el mejor trío posible… ¿les saldrá bien?

La solidez de un proyecto que perdura: San Antonio Spurs

Cuántas veces se habrá oído que Tim Duncan no vende, no es comercial y no atrae a las grandes marcas. Lo que sí atrae es los éxitos deportivos, San Antonio ha sido uno de los grandes dominadores de la década pasada y el pívot de los Spurs tiene ya cuatro anillos en su poder y tres la mayoría de sus compañeros, cuando llega el ocaso de su carrera.

San Antonio se ha caracterizado como otros proyectos por ser un equipo formado a largo plazo, con elecciones del draft consiguió a sus actuales estrellas (Duncan, Ginobili, Parker, Hill, Neal…), donde ha demostrado tener muy buen olfato, sobre todo con jugadores de fuera del continente norteamericano.  Desde que Duncan aterrizó en San Antonio ha habido pocos traspasos y ninguno de gran envergadura, son un equipo veterano, con gente forjada en mil battalas como Jefferson, Bonner o McDyess y que han disputado varias finales de la NBA, en el caso de Richard Jefferson hasta en el bando rival. Tras los campeonatos de 2003, 2005 y 2007 parecía que las espuelas de los Spurs se habían oxidado pero en la 2010-2011 están haciendo una de sus mejores campañas sin que ninguna de sus estrellas destaque demasiado. Duncan ha sido all-star con los peores números de su carrera (13 puntos y 9 rebotes por partido), su máximo anotador y también all-star, Manu Ginobili, sólo anota 18 puntos por partido, seguido muy de cerca por Tony Parker con 17 y Gary Neal y Matt Bonner acribillan a sus rivales desde el triple.

San Antonio lleva un balance de 51-12 y supera a Dallas y Los Angeles en 6 victorias, lo que hace pensar que será difícil que le arrebaten el primero puesto del Oeste pese a su abultada derrota en casa frente a los Lakers del domingo. En el Este también tiene lejos a sus perseguidores por el mejor balance de la liga, lo que significa de que, en caso de acabar así, tendría factor cancha en todos los cruces de los playoffs, incluida la posible final, las World Series. Duncan y los suyos tendrán que presentar batalla en uno de los, a priori, playoffs más igualados de la historia, con varios favoritos al título en cada conferencia (Spurs, Celtics, Lakers, Bulls, Mavs, Heat…) y deberán arrimar el hombro todos a una como lo llevan haciendo toda la temporada. Con un sistema de juego muy abierto y que conocen de carrerilla, si los hombres de Gregg Popovich tienen acierto en el lanzamiento son muy difíciles de batir para cualquier rival, como así lo demuestran los 12 partidos perdidos en toda la temporada.

No es el primer equipo forjado con una estrella rutilante y varios grandes jugadores que no tienen contratos estratosféricos. El mejor ejemplo de proyecto similar son los Pistons, que en sus dos exitosas etapas han seguido un modelo muy similar entre ellas; un base all-star que lidera el proyecto tanto dentro como fuera de la pista, rodeado de buenos jugadores y mucho cemento dentro de la zona, con Laimbeer o Ben Wallace en cada uno de ellos. Los "Bad Boys" de Isiah Thomas consiguieron dos campeonatos en la época en la que Jordan aún no había empezado a ganarlo todo y las huestes del ahora Knick, Chauncey Billups, ganaron  un anillo y llegaron a una final ante los propios Spurs en la que perdieron en el séptimo partido. Ni Richard Hamilton, ni Prince, ni los Wallace eran considerados grandes estrellas antes de ese 2004 donde, más que nunca, el cemento de la motown se impuso al glamour de los 4 jinetes del apocalipsis de Hollywood.

Proyectos de equipo parecido siguen apareciendo, no con tanto éxito, pero los Dallas Mavericks de Dirk Nowitzki y los Jason (Terry y Kidd), son un buen ejemplo, jugadores duraderos, alrededor de una estrella pero con otros muchos buenos jugadores que, cuando alguno falta como fue el caso de Caron Butler, se nota en gran medida.
 


Con todos estos datos y antecedentes se abre el debate: ¿Grandes estrellas o continuación? ¿La genialidad o el trabajo en equipo? ¿Heat o Spurs?