Mitos como Al McGuire o John Havlicek le apodaban the pure shooter.
Richard Carl Mount nació en 1947 en Lebanon, una pequeña localidad del estado de Indiana y fue llamado al estrellato desde su adolescencia. Su juego mostraba una perfecta combinación de talento natural y horas de entrenamiento, producto de interminables series de tiros de larga distancia en las que aprendió a no fallar ningún lanzamiento. Mount confesaba a sus entrenadores que se sentía más seguro con un tiro en suspensión desde seis metros que con una entrada a canasta.
Fue el primer jugador de baloncesto de High School en aparecer en portada de una revista nacional, la prestigiosa Sports Illustrated, una especie de the choosen one en los años 60. Desde su época en el instituto acumulaba premios individuales: mejor jugador de high school de la nación por el anuario Usa Basketball Yearbook en1966 y por supuesto, mister basketball de Indiana.
Su leyenda crecía como la espuma, en uno de sus últimos partidos con Lebanon High School su equipo perdía 51-39. Mount comenzó una racha anotadora de 20 puntos consecutivos, 8 tiros exteriores. Al final su equipo ganó por un punto 65-64 y Mount anotó 47 puntos. En la entrada de su ciudad natal se colocó un cartel que rezaba: aquí nació Ricky The Rocket Mount.
Al acabar su época colegial y tras valorar no pocas ofertas de las mejores Universidades Mount decidió ir a la Universidad de Purdue situada en West Lafayette, a apenas 30 millas de Lebanon donde el entrenador King le aseguró que se construiría un equipo en torno a su letal muñeca.
En la NCAA su reputación de tirador infalible terminó de cimentarse, en tres años fue máximo anotador de su equipo consiguiendo 1461 puntos, una media de 35. 4 puntos por partido la mayoría de ellos en suspensiones desde larga distancia. Varios partidos consiguió 53 puntos y contra Iowa alcanzo su record de 61 puntos.
Su entrenador George King decía que su tiro técnicamente era simplemente perfecto. Mount fue tres veces elegido All-American y los entrenadores de la Big Ten le otorgaron el honorífico titulo de mejor tirador de la historia de la Conferencia
Su carrera profesional no respondió a las expectativas, dos veteranos Roger Brown y Mel Daniel acaparaban el juego del equipo y por primera vez en su carrera deportiva Mount no era la principal arma ofensiva de su equipo, de hecho ni siquiera era titular, los sistemas no le aseguraban buenas posiciones de tiro y su confianza, algo básico para cualquier tirador, fue desapareciendo.
En honor a la justicia hay que apuntar que se le criticaba su floja defensa y mediocre manejo del balón; él era sencillamente un tirador, el mejor tirador.
Continuó su carrera en la ABA militando en diversos equipos sin terminar de triunfar en ninguno. Después de dos años en Indiana, firmó con Kentucky Colonels y de ahí dirigió su rumbo a Utah Stars y posteriormente a Memphis Sounds.
En la franquicia de Tennessee comenzó jugando de forma espectacular, su juego recordaba la época universitaria, se convirtió en el máximo encestador de la franquicia con 22 puntos por partido y sus suspensiones entraban desde cualquier ángulo, the pure shooter sonaba para el partido All-Star. Lamentablemente en Diciembre de 1975 Mount sufre una dolorosa separación de su hombro derecho y se pierde 58 partidos, cuando al final de la temporada reaparece no consigue alcanzar el mismo nivel de juego y con 28 años decide poner fin a su carrera deportiva de forma prematura.
Pese a lo errático de su andadura profesional Rick Mount mantenía intacto su prestigio como tirador y algunos entrenadores le animaron a crear una academia de tiro, donde pudiese enseñar su técnica a jóvenes jugadores y así lo hizo.
Rick Mount, the pure shooter, forma parte del Hall of Fame en Indiana y continúa dirigiendo en Monticello, Indiana, una escuela de mecánica de lanzamientos a canasta, la “Rick Mount Shooting School”. Según la prensa local aún hoy en día efectúa 500 tiros diarios, en la imagen aparece en una de sus rutinas.
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