La respuesta a la pregunta del título es un tanto resbaladiza. Que en la NBA se pueda “firmar por el máximo” parece indicar que hay una cifra mágica de “tantos millones por año” que es igual para todos los jugadores y equipos, y que es lo máximo que cualquier jugador puede cobrar.
Y no es así.
Este verano Dwight Howard tuvo que elegir entre los contratos máximos que Rockets y Lakers le ofrecían. No obstante, el contrato máximo de Houston era de unos 88 millones de dólares por 4 años mientras que el de los Lakers era de 118 millones por 5 años. El contrato máximo que John Wall ha acordado con los Wizards es de 80 millones por 5 años, mientras que si los Lakers decidiesen –por alguna extraña razón– dar a Kobe Bryant un contrato máximo en verano de 2014, ese contrato sería de más de 180 millones de dólares por 5 años.
En pocas palabras: hay bastantes tipos de “contratos máximos” para jugadores NBA, y la duración y cuantía de tales contratos puede llegar a depender de muchas cosas (por ejemplo, el último sueldo del jugador, cuántos años lleva en la liga o qué equipo le está ofreciendo el acuerdo). Así, la palabra “máximo” no hace referencia a una cifra fija, sino a que es la cantidad máxima que una franquicia concreta puede ofrecer a un jugador concreto en un momento concreto.
El reglamento salarial NBA es un campo de minas con más letra pequeña que el prospecto de un medicamento, y es facilísimo pisar una de ellas si no tienes a alguien como Mario Maruenda señalando el camino. Por suerte, si nos restringimos a jugadores que terminan su contrato rookie la situación es más sencilla de explicar. Hay exactamente 5 tipos de contratos por el máximo para jugadores en esas condiciones.
1) El contrato Russell Westbrook.
Si un jugador fue elegido en la primera ronda del draft, su primer contrato NBA –lo que se conoce como contrato rookie– dura 4 temporadas. Antes de que la cuarta temporada empiece, su equipo puede ofrecerle renovar por 5 años adicionales y “por el máximo”. A día de hoy, esto ronda los famosos 80 millones de dólares a lo largo de esos 5 años (un pelín menos del 25% del tope salarial cada año, con incrementos del 7.5% de la cantidad inicial año a año). El jugador que recibe esta clase de extensión pasa a ser conocido como el “jugador designado” del equipo. Este tipo de acuerdo fue el que firmó Russell Westbrook con Oklahoma City, o el que acaba de conseguir John Wall en los Wizards.
Hay una restricción importante: sólo puede existir un “jugador designado” por equipo. Por ejemplo, el verano pasado los Thunder no podían ofrecer un Contrato Westbrook a James Harden, precisamente porque ya habían gastado en el propio Russ su elección de jugador designado. Bueno, por eso y porque tampoco tenían tanta pasta.
2) El contrato Derrick Rose.
Si un “jugador designado” es especialmente bueno, su equipo puede ofrecerle más dinero según la llamada “cláusula Derrick Rose”. Aquí, especialmente bueno significa que haya sido MVP, o bien que haya sido elegido al menos 2 veces ya sea como titular para un All-Star Game o como miembro de algún All-NBA team. En ese caso, el jugador puede negociar con su equipo un contrato máximo por 5 años cercano a unos 94 millones de dólares (casi el 30% del tope salarial de cada año, con incrementos del 7.5% de la cantidad inicial año a año). Esto es, unos 14 kilos más que el Contrato Westbrook.
Sólo 3 jugadores tienen un contrato tipo Derrick Rose: el propio Rose, Blake Griffin y Kevin Durant. El caso de Durant es muy especial, pues firmó su contrato antes del lockout de 2011, y por tanto antes del nuevo convenio colectivo. Eso hizo que Durant no cuente como “jugador designado” para Oklahoma City. Así, cuando Russell Westbrook renovó, los Thunder pudieron elegirlo como jugador designado. De hecho, Westbrook hubiese podido pedir un Contrato Rose, pero renunció a ese extra de dinero y se quedó por tanto con un –fíjate tú– Contrato Westbrook. James Harden firmó un Contrato Rose con Houston supeditado a cumplir los requisitos cuando el acuerdo entrase en vigor. No lo logró, y por tanto tiene un Contrato Westbrook en la actualidad. Paul George acaba de firmar por el máximo con los Pacers, pero que su extensión acabe siendo un Contrato Westbrook o un Contrato Rose dependerá de si es elegido para un All-NBA team este año o no.
3) El contrato Kevin Love.
Si un equipo ya tiene un “jugador designado”, lo máximo que la franquicia puede ofrecer a sus jugadores con contrato rookie antes del inicio de su último año es un acuerdo en las condiciones del Contrato Westbrook, pero sólo por 4 años adicionales. Es lo máximo que James Harden hubiese podido cobrar de haber renovado con OKC el verano pasado, y supone a día de hoy unos 61 millones por 4 años. Ese tipo de contrato fue el que Kevin Love firmó el año pasado con los Wolves. Lo curioso del caso de Love es que Minnesota no tenía “jugador designado” y podría haber elegido a Love para ello, pero la franquicia prefirió dejar sus opciones abiertas probablemente pensando en Ricky Rubio. En otras palabras, si bien para Harden ese contrato sí que hubiese sido por el máximo el verano pasado, para Kevin Love no lo era. Hoy se ha anunciado que DeMarcus Cousins va a firmar un Contrato Kevin Love con Sacramento, el cual nuevamente no es por el máximo –los Kings podrían haberle dado un Contrato Westbrook, que le supondría más pasta–. Si dentro de unos años los Wizards decidiesen renovar a Bradley Beal o a Jan Vesely por el máximo, como ya tienen a John Wall como “jugador designado” ese máximo sería un Contrato Kevin Love.
4) El contrato Roy Hibbert.
Si un jugador acaba su contrato rookie y decide no renovar con su equipo, cualquier otra franquicia le puede ofrecer un nuevo contrato de unos 58 millones por 4 años (casi el 25% del tope salarial, con incrementos del 4.5% –en vez del 7.5% del Contrato Kevin Love– cada año). Es un pelín menos de dinero que un Contrato Kevin Love pero sigue siendo un contrato máximo, y fue justo lo que Portland ofreció a Roy Hibbert el verano pasado. ¿El problema? El equipo donde el jugador estaba –Indiana en este caso– puede igualar cualquier oferta, y eso fue lo que pasó. Los Pacers se ahorraron un par de millones de dólares haciendo esto en lugar de ofrecer a Hibbert un Contrato Kevin Love desde el principio. Otro jugador con Contrato Hibbert es Eric Gordon en New Orleans.
5) El contrato fantasma.
A día de hoy, nadie en la NBA tiene este contrato. Se daría si un jugador decide terminar su contrato rookie, y una vez siendo agente libre fichar por el máximo con su mismo equipo. Esto le reportaría unos 80 millones por 5 años, esto es, el mismo dinero que el Contrato Westbrook. Sin embargo no sería el “jugador designado” de la plantilla, por lo que el equipo aún podría ofrecer un Contrato Westbrook a otro de sus jugadores.
Stephen Curry ha sido el caso más cercano que hemos tenido a un Contrato Fantasma. El verano pasado Curry aceptó una oferta de 44 millones por 4 años con los Warriors, justo antes del inicio de su último año de contrato rookie. Un acuerdo muy a la baja ante el miedo al estado de sus tobillos. Tras ver la temporada que Curry se ha marcado parece claro que, si el jugador hubiese decidido no renovar el verano pasado y agotar su contrato rookie, los Warriors probablemente le hubiesen ofrecido ese Contrato Fantasma este verano. O quizás no. A fin de cuentas, Golden State podría haber igualado cualquier oferta por Curry, y lo más que otro equipo le hubiese podido ofrecer sería un Contrato Hibbert. Es lo que tienen los universos alternativos, que nunca se sabe.
Conseguir uno de estos cinco tipos de contratos máximos no es cosa fácil, y jugadores jóvenes de gran calidad como Stephen Curry, Danilo Gallinari, Jrue Holiday, Al Horford, Joakim Noah, Serge Ibaka o Ty Lawson no lo han logrado. A lo largo de los próximos dos años toda una hornada de jugadores como Kyrie Irving, Ricky Rubio, Eric Bledsoe, Derrick Favors, Greg Monroe, Enes Kanter, Kenneth Faried, Kawhi Leonard o Klay Thompson podrían optar al máximo cuando su actual contrato rookie expire o bien se acerque a su última temporada. Si cierto día leemos que alguno de dichos jugadores ha fichado “por el máximo”, habrá que preguntarse de cuál de los cinco tipos de contratos máximo anteriores estamos hablando.
Y es que cuando uno es joven en la NBA, fichar por el máximo puede no ser tan máximo después de todo.