Sin dudas, Steph Curry es una de las grandes figuras de la NBA. No sólo lo avalan sus tres títulos conseguidos con la franquicia de San Francisco, sino también su posición como el mejor tirador de triples de la historia de la liga. Con una figura así, no parece tan difícil construir un equipo a su alrededor para ser campeones.

Sin embargo, la temporada pasada Golden State Warriors ni siquiera clasificó a Playoffs. De nada sirvió que Curry tuviera el mejor rendimiento anotador de su carrera, con 32 puntos por partido y un 42,1% en triples con 12,7 intentos por noche. El equipo no funcionaba y atrás quedaban esas noches gloriosas en las que los dirigidos por Steve Kerr aplastaban a sus rivales, con tres anillos en cinco finales.

Esta temporada todo cambió. La revolución fue total, tal es así que GSW se convirtió en el mejor equipo defensivo de la liga. El roster fue casi idéntico al de la temporada anterior, aunque tuvo la explosión de Jordan Poole y el regreso de Klay Thompson. Cayeron al Play-in y hoy son serios candidatos a conseguir el anillo de la NBA. Curry, Thompson, Green y compañía parecen estar de regreso. Pero, ¿Cuáles son las razones del éxito de los Warriors?

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la defensa en los playoffs nba

Los Warriors utilizaron diferentes estrategias defensivas en las Finales de Conferencia contra Dallas, dependiendo el momento del partido. De esa manera, realizaron bloqueos directos, pasaron por marcajes individuales o zonales y estrategias de cambio como hedge/show para evitar el switch. El gran defensor del equipo fue Andrew Wiggins.

El canadiense realizó un gran trabajo sobre Luka Doncic, a quien cubrió en casi el 43% de las posesiones. De esa manera, el esloveno terminó con 4 de 10 en tiro sobre su marca en el primer partido, incluido un 3 de 7 en triples (43%), y con 3 pérdidas. Fue muy agresivo y utilizó muchísimo las manos, además de su ya conocida velocidad de piernas.

La otra estrategia de Kerr fue implementar a Thompson como defensor del base de Mavericks, debido a su tamaño. De hecho, el esloveno buscó posesiones contra él en el poste, pero no logró tener éxito. Doncic terminó con 0 de 3 en tiro ante Klay, gracias a un gran trabajo del equipo para cerrar la zona y apurar el triple de los dirigidos por Jason Kidd.

el crecimiento de los jugadores jóvenes

Una de las claves de Golden State fue la explosión de algunos de sus jugadores secundarios, quienes tuvieron un baño de confianza en la temporada regular y lo aprovecharon en estos Playoffs NBA. Jordan Poole se convirtió en una de las figuras de mayor potencial en la liga. Apareció cuando el equipo más lo necesitaba ante la lesión de Curry y actualmente es un tirador confiable desde el perímetro (36,4%).

Un caso similar puede ser el de Andrew Wiggins, MVP en la temporada, está jugando el mejor baloncesto de su vida. Siente que puede defender a cualquier jugador de la NBA y lo demuestra en la cancha. Sin dudas fue uno de los mejores jugadores de la serie y se cargó ni más ni menos que a Luka Doncic. También se destaca el crecimiento de Kevon Looney, quien no tuvo demasiada participación en las últimas temporadas: entre las campañas 2019-2020 y 2020-2021 el nativo de Milwaukee disputó 81 partidos, es decir, el 59% del total, de los cuales en únicamente el 30% de ellos fue titular. Sin embargo, ahora se convirtió en el pivot titular del equipo y lo hizo de gran manera en estos Playoffs. Kerr confió ciegamente en él tras la lesión de James Wiseman y Looney no decepcionó.

la versatilidad de su juego

Quizás la mayor amenaza de Golden State pasa por lo imprevisible de su juego y de la estrategia que implementan. Si bien volvieron a sus orígenes con su estrategia de apertura, espaciado y constante movimiento, los ajustes son permanentes. No tienen la estrategia del jugador que maneja todas las acciones del partido (Joel Embiid en Sixers o Doncic en Mavericks), ni tampoco un sistema con roles de ejecutor, manejador y espaciador como tienen los Suns, Bucks, Grizzlies o Heat.

GSW tuvo una de las peores derrotas de la historia de los Playoffs NBA en las semifinales ante Memphis y luego de ese partido cambiaron completamente el chip y su estrategia. Son un equipo impredecible. Sus movimientos sin balón, los pases precisos que pueden provenir de casi cualquier jugador y la efectividad que manejan en el tiro hace que sean un equipo casi indefendible y uno de los máximos candidatos a quedarse con el anillo esta temporada.