Por si no había suficiente baloncesto con los 1.230 partidos de liga regular que juegan en total todos los equipos NBA más los correspondientes enfrentamientos de Playoffs, las competiciones Pro-Am de verano están ahí, cada vez más populares y a la orden del día, para mantener saciados a todos los aficionados al deporte de la pelota naranja.
Los torneos Pro-Am, como su abreviación sugiere, son competiciones organizadas por equipos compuestos de jugadores no profesionales con algunos que sí lo son, entre ellos, jugadores NBA que cada verano nos dan material en forma de ‘highlight’ o de actuaciones estelares. Este tipo de eventos tiene unas finalidades muy marcadas, que con el paso del tiempo han ido desarrollándose hasta llegar al punto de institucionalizarse y establecerse durante décadas. Dichas finalidades no son otras que acercar el baloncesto a las comunidades más humildes, aquellas que no pueden permitirse ir de tanto en tanto, a ver a su equipo o jugador favorito en un estadio NBA. Además, de esta forma, los profesionales se quitan el gusanillo de competir, junto a amigos y compañeros de equipo, a la vez que participan en una buena iniciativa, ya que en muchas ocasiones, este tipo de torneos no tienen fines lucrativos al 100%.

Jamal Crawford, un enfermo del baloncesto y un habitual de los Pro-Ams, se ha reitrado del panorama profesional, pero ni mucho menos del baloncesto. El tres veces Mejor Sexto Hombre de la NBA lidera uno de estos torneos, llamado ‘CrawsOver’ y que se celebra en Seattle, su ciudad natal. Esta ciudad contaba con los Supersonics como su represntante en la NBA, hasta su traslado a Oklahoma City. Sin embargo, Seattle sigue respirando baloncesto y Crawford es uno de los mayores precursores.
Para entender el amor de Crawford por este tipo de partidillos, Matt Barnes reveló en su porpio podcast llamado ‘All The Smoke’, que en su propia boda jugaron una pachanga Pro-Am a medianoche. Para sorpresa de Barnes, el pabellón estab abarrotado con 6.000 espectadores. En ese partido conoció a joven DeJounte Murray -invitado al podcast de Barnes y Stephen Jackson– que estaba en su tercer año de instituto y firmó casi 50 puntos en aquel encuentro con profesionales. Murray, también procedente de Seattle, tuvo como mentor a Crawford en su adolescencia, guiándole y aconsejándole mientras este vivía en un complicado contexto en los suburbios. Uno de sus legados en el actual jugador de los Hawks fue inculcarle la cultura de los Pro-Ams, donde ya pudimos ver su agitado partido ante Paolo Banchero en el CrawsOver. “Él nos enseñaba esto y lo otro, nos permitía estar en el pabellón con algunos profesionales y experimentar cómo es ser un profesional. No era el dinero, ni la fama, ni si quiera su profesión, sino estar próximos a la juventud”, dijo Murray.
“Este tipo de torneos empoderan la ciudad -Seattle-. No tenía porqué hacerlo, el daba sus doce meses del año al baloncesto. Jugaba en la NBA 6 o 7 meses y después, todo eran Pro-Ams. Ver esto crecer hasta tal punto de convertirse en eventos grandes y que participe gente importante, es una prueba de esta ciudad necesita una franquicia. Si la llegan a poner, deben darle -a Crawford- el reconocimeinto que merece“, explicó Murray sobre la importancia de Crwaford en el baloncesto de Seattle.
Otra de estas populares ligas, si no la que más, es la llamada Drew League, fundada en Los Angeles 1973 y que contaba con 6 equipos en su momento. Ahora, hasta 28 equipos compiten en el torneo. Mientras que en sus inicios participaban algunos jugadores universitarios con renombre, el impacto de este evento ha llegado a tal punto que se inscriben jugadores procedentes de otros países, con más de 20.000 jugadores listados desde su fundación. En 1992, durante las revueltas de Los Angeles, los organizadores decidieron mantener la competición con el fin de ayudar a las comunidades de South Central.
Episode 2 of #COMP10 Summer ‘22 drops in about 7 mins. All about my connection to the @DrewLeague!
Directed and shot by @ireginaldthomas. Edited by @rashadxwhite pic.twitter.com/UWXZrfpqnX
— DeMar DeRozan (@DeMar_DeRozan) October 1, 2022
En 2011, con el LockOut de la NBA, la Drew League tomó mucho protagonismo por el gran número de profesionales participando. Desde entonces, el fenómeno no ha hecho más que crecer: en 2016, la asitencia media fue de 1.100 personas, en 2017, el toreno se incluyó en el videojuego NBA Live 18. En esta liga han pasado muchas estrellas actuales y pasadas de la NBA, entre ellos: Bryant, Durant, DeRozan, Cousins, Paul George, Young, Siakam, Chris Paul, Randle e incluso LeBron James, que ha participado en algunos años. El más reciente y por sorpresa, el verano pasado, cuando jugó tanto en LA como en Seattle, causando una expectación increíble.
Matt Barnes, en una intervención en la ESPN concluía con su perspectiva sobre los Pro-Am: “Me encantan. Sé que significa mucho para algunas comunidades. Es algo muy bonito, más íntimo, con menos personas. Realmenete, tienes oportunidades de poder conversar con alguna estrella, llevarte un autógrafo o incluso unas zapatillas. Algunas familias no pueden permitirse ir a los partidos, así que poder llevarse a tu familia a una liga de verano y ver a LeBron en directo es precioso.”