El puesto de Sexto Hombre en la NBA es crucial para un equipo con proyección de campeonato. El líder de la banca no solo aporta su visión del partido desde otro lugar, sino también explosividad, renovación de energía y capacidad de liderazgo. No es un puesto fácil.
Ingresar desde el banquillo dificulta acoplarse desde el inicio del partido y leer correctamente los vaivenes del encuentro. Sin embargo, algunos se sienten cómodos en ese rol. Aquí repasaremos los mejores exponentes de esta temporada.
5- Austin Reaves (13.5 puntos, 4.8 rebotes, 5 asistencias, 29.9 minutos)
Reaves parecía ser un jugador seguro para la alineación de los Lakers por su crecimiento en la temporada pasada. Eso no terminó pasando, pero el equipo ganó un jugador de rol sólido proveniente desde el banquillo. Incluso, sus porcentajes de disparo crecieron desde que tomó el rol de sexto hombre.
Desde aquel 11 de octubre, cuando fue incluido en el cuerpo de relevos del equipo, incrementó su porcentaje de disparos al 47,8% comparado con el 40,5% que registraba cuando comenzaba desde el inicio. Es realmente un jugador distinto cuando comienza desde el banquillo. Sus 13.5 puntos de promedio respaldan su temperamento y su energía.
4- Caris LeVert (15.5 puntos, 3.8 rebotes, 3.7 asistencias, 30.7 minutos)
LeVert fue varias veces la mejor carta ofensiva del banquillo y está cómodo con ese rol, que demanda una rápida adaptación al partido y un aporte de energía a los titulares. Ese esquema es perfecto para el escolta de Cleveland Cavaliers, un equipo con una interesante competencia entre guardias.
No es fácil destacarse cuando eres compañero de Donovan Mitchell, Darius Garland y Ricky Rubio en el mismo puesto, pero LeVert lo logró promediando 15.5 puntos por partido entrando desde la banca, la cuarta mejor marca de su carrera en 10 temporadas en la NBA.
La explosividad y la abundante cantidad de recursos con la que cuentan son algunas de las razones por las que es una opción valiosa para la ofensiva de los Nets, aun sin comenzar desde el arranque.
3- Malik Monk (13.8 puntos, 2.9 rebotes, 4.6 asistencias, 24.3 minutos)
El guardia de Sacramento Kings se ha reinventado y ahora concentró toda su energía para ser un líder desde el banquillo, aportando visión de juego, explosividad y criterio ofensivo. Es un Monk concentrado, que destina poco más de 24 minutos para demostrar que es un jugador destacado en la liga.
Con 40.2% de triples esta temporada en la que fue suplente durante todo el curso, Monk se mantiene como uno de los mejores sexto hombre de la NBA. Mike Brown se dio cuenta de que es una alternativa excelente para De’Aaron Fox por su liderazgo y su capacidad para acoplarse al equipo en medio de los partidos. Tiene cuatro partidos de 20 o más puntos ingresando desde el banco.
2- Immanuel Quickley (16.3 puntos, 3.4 rebotes, 3 asistencias, 25.1 minutos)
Quickley está sorprendiendo a todos esta temporada. Sus oponentes disparan casi dos puntos porcentuales menos cuando el guardia de New York Knicks es el defensor. Además, por si fuera poco, es uno de los jugadores más eficientes de la liga.
El base de 24 años ocupa el puesto 50 en varias estadísticas avanzadas, incluida la del índice de eficiencia del jugador (PER) y el valor sobre el jugador de reemplazo.
Atención con esto: anotó 20 o más puntos en cuatro de los últimos ocho partidos que disputó. Por si fuera poco, ostenta el segundo mejor porcentaje de acierto anotador de su carrera.
1- Tim Hardaway Jr. (16.8 puntos, 3.4 rebotes, 1.6 asistencias, 27.5 minutos)
Hardaway anotó 15 o más puntos en 12 de los 17 partidos que disputó en lo que va de la temporada, todos como suplente. En la primera semana de competencia, anotó 19, 21 y 24 puntos; además de registrar 31 unidades contra Washington Wizards hace dos semanas.
Si bien disputó todos los partidos ingresando desde el banquillo, ostenta el tercer mejor promedio de puntos de su carrera. Su aporte no solo viene con sus números, sino desde su rol referencia ofensiva y la correcta toma de decisiones que toma.
Durante este curso, Hardaway Jr. registra la mejor temporada anotadora de su carrera ingresando desde la banca. Como decíamos, no solo es importante por sus estadísticas, sino por su sed de triunfo: en las victorias que obtuvo, el lanzador de Dallas promedia 18,8 puntos y 4,4 rebotes por partido.