“No me esperaba un año tan difícil como éste. He trabajado duro durante el verano para jugar más que en mi primer año. No pensaba que me iba a ir tan mal”. (Marco Belinelli, en una entrevista publicada en La Gazzetta dello Sport el pasado 5 de diciembre).
El cañonero italiano pasaba por un mal momento a principios de diciembre. La lesión de Monta Ellis no se traducía en minutos de juego, que pasaban a distribuirse entre el desconocido Anthony Morrow y el inglés Kelena Azubuike. Además, la llegada de Jamal Crawford vía trade con los Knicks añadía un competidor más en el equipo de los escoltas por excelencia (Ellis, Morrow, Crawford, Azubuike y el propio Belinelli). En la entrevista de La Gazzeta no amenazaba con irse a Europa aunque tampoco hacía ascos a un cambio de equipo ya que no entendía que su trabajo no le reportara más protagonismo en el juego de los Warriors.
Y es que la temporada rookie supuso un duro golpe para él. Venía de confirmarse con la Climamio de Bologna (Fortitudo) en la Euroleague, lo que le supuso ser elegido en el draft del 2007 por los Warriors en la posición 18. Su irrupción en el mundo NBA fue impactante. Debutó en la Summer League del 2007 con 37 puntos ante los Hornets, a uno sólo de la marca que tenía entonces Keith Bogans (superada después por Von Wafer, autor de 42 puntos con los Nuggets aquel verano). Belinelli promedió más de 20 puntos en este prestigioso torneo veraniego lo que hacía albergar unas esperanzas de juego que se vieron truncadas a las primeras de cambio. Incluso Nelson llegó a amenazarlo con la desmotivante D-League. Otros como Spanoulis con los Rockets lo tuvieron claro desde el principio y regresaron a Europa en busca del protagonismo perdido pero el boloñés quería triunfar. Este verano volvió a trabajar duro aunque sin tener un papel tan determinante en la Summer League. El transalpino esperaba sólo una oportunidad, un detalle por parte de Nelson, pero se acercaba la Navidad y ésta seguía sin llegar.
Las palabras del escolta, unido a las bajas temporales de Stephen Jackson y Corey Maggette, provocaron un cambio de actitud en Nellie. Así, un día después de su “confesión” disponía de 15 minutos en la estrepitosa derrota ante los Spurs. Los dos partidos anteriores no los había jugado por decisión del entrenador. Belinelli, al igual que el resto del equipo, no estuvo nada fino pero esta circunstancia no le restó presencia en el siguiente partido. En el triunfo ante los Thunder, Belinelli lograba 13 puntos en 18 minutos, su tope hasta el momento. Tras los 19 puntos contra los Magic, el 17 de diciembre estrenó titularidad contra los Pacers, totalizando 21 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Don Nelson, sin Maggette y Watson, sacó un quinteto titular con tres escoltas, haciendo Crawford las veces de base. El tope de Belinelli llegaría ante los Hawks. El italiano asumió el liderazgo anotador –ausente Jackson– acabando con 27 puntos y un 55 % de tiros de campo (aunque flaqueó en el triple, 3/10).
Su momento de gloria, el del reconocimiento de su gente, se escenificó en el Raptors-Warriors disputado en el Oracle Arena el 29 de diciembre. Belinelli superó al italiano con más pedigree –Bargnani– y lideró la victoria de los suyos con 23 puntos y 6 asistencias. El público cambió su grito de batalla. Sustituyó el “We Belive” de hace dos temporadas por el “Rocky, Rocky”, en alusión al parecido físico con Stallone, así como por su capacidad de sacrificio y entrega. El escolta italiano no es sólo un mero lanzador de larga distancia. Nos encontramos ante un jugador mucho más completo que gusta de participar mucho en el juego ofensivo del equipo a la vez que destaca por una intensa capacidad defensiva. En este sentido sería una especie de nuevo y mejorado Gianluca Basile (ambos jugaron para la Fortitudo) con rasgos stallonianos pero con un acento propio. En pocos días el estado del italiano ha cambiado de la noche a la mañana y en su blog el jugador no duda en expresar su nuevo estado de ánimo. Belinelli destaca tanto la confianza de Nelson como la de sus propios compañeros como un elemento básico en la actual racha de minutos y buen juego.
Los incondicionales de los Warriors ya tienen a un nuevo ídolo en cuanto a sinónimo de lucha y coraje. Marco Belinelli encarna las cualidades necesarias para sentar las bases de un milagro que se antoja muchísimo más complicado que el de la temporada 06-07. Golden State tiene en estos momentos un balance de 10-24, mucho peor que el de los Grizzlies (10-22) y está a 9 partidos de la lucha por los playoffs, cifra que se nos antoja irreducible. "Rocky" Belinelli vuelve a irrumpir con fuerza al servicio de unos guerreros que de momento pierden a los puntos…y de mucho.